La caída de los combustibles hunde las exportaciones canarias

Las ventas al exterior se reducen un 25,5% hasta abril por el abaratamiento del ‘bunkering’

Contenedores de mercancías apilados en las instalaciones del puerto de Santa Cruz de Tenerife.

Contenedores de mercancías apilados en las instalaciones del puerto de Santa Cruz de Tenerife. / María Pisaca

Las exportaciones canarias se desplomaron en el primer cuatrimestre de 2023. Mientras que las ventas de las empresas españolas al extranjero superaron hasta abril la friolera de los 131.000 millones de euros, una subida de un 9,2% y un nuevo máximo histórico, el sector exportador de la región sufrió uno de sus peores comienzos de año. ¿La razón? La notable caída de los precios de los combustibles por el no menos notable abaratamiento del petróleo, cuyo coste se mantiene bajo control por el enfriamiento económico en Estados Unidos y Europa y, por ende, por las malas expectativas sobre la demanda. El caso es que las exportaciones isleñas dependen sobremanera del bunkering, esto es, del suministro de combustibles a los barcos y buques mercantes que transitan por el Archipiélago. De modo que si el bunkering fue el principal responsable del récord de exportaciones que la economía regional se apuntó en 2022, el bunkering es ahora el principal responsable de que la Comunidad Autónoma se haya quedado al margen del buen momento que atraviesa el sector exterior español. El gasoil y el fueloil cuestan mucho menos que el año pasado, así que a las navieras les sale más barato llenar los depósitos de sus buques y, en última instancia, se reduce la factura de las exportaciones canarias. Y lo mismo ha ocurrido con el queroseno que se suministra a los aviones.

Las Islas son la única Comunidad Autónoma que exporta menos que antes de la crisis

En el primer tercio de 2023, el tejido productivo canario facturó por sus ventas al exterior un montante de 775,9 millones de euros, según los datos suministrados por ICEX España Exportación e Inversiones, la sociedad pública estatal encargada de promover la internacionalización de las empresas. La cifra por sí sola no dice gran cosa, pero supone una caída de un 25,5% en relación con lo ingresado en los cuatro primeros meses de 2022, cuando se llegó a unos históricos 1.041,2 millones. Es verdad que esos más de mil millones de euros son el máximo en el período (enero-abril), pero aun así, el desplome llama la atención porque se produce mientras las exportaciones españolas siguen batiendo récords espoleadas por la inflación. De hecho, no sorprende que las firmas nacionales ingresaran en el primer cuatrimestre del ejercicio por sus ventas al extranjero hasta 34.217 millones de euros más que en igual período de 2019, el último año antes de la doble crisis de la covid y los precios; lo que sí puede resultar sorprendente, al menos a primera vista, es que esos 775,9 millones facturados por el sector exportador del Archipiélago sean 178 menos que en los mismos meses de 2019. No hay ninguna otra Comunidad Autónoma que en lo que va de 2023 haya vendido menos al exterior que en aquel último ejercicio precrisis. Así que Canarias es también en esto la particular rara avis del país.

Caen los envíos de tomates y de cajas de papel o cartón pero siguen en alza los de cigarrillos

El informe de ICEX muestra que cinco de los diez principales sectores de exportación de las Islas cerraron el primer tercio del año en negativo. No obstante, es la lista de los productos más vendidos fuera de las fronteras nacionales por las empresas de la región la que permite identificar dónde está el problema. Las exportaciones de gasoil dejaron hasta abril 114,3 millones de euros, un 32% menos que en los mismos meses del pasado año; las de carburorreactores, casi 84,9 millones, un 61% menos; y las de otros combustibles y aceites minerales o productos de su destilación para buques, unos 40,2 millones, un 60,6% menos. Además, la exportación de fueloil, el combustible más pesado, le reportó en el primer cuatrimestre a la economía canaria un total de 39,7 millones de euros, un 7,7% menos en el caso del fueloil con un máximo de azufre del 0,1% en peso y hasta un 29,2% menos en el caso del que tiene un contenido de azufre de más del 0,5% en peso. Sí se incrementó de forma notable la cuantía ingresada por el fuel con más del 0,1% y menos del 0,5% de azufre. Lo hizo un 39%, lo que elevó la factura hasta cerca de 126,5 millones de euros. Sin embargo, no bastó para compensar las caídas de los demás combustibles y similares. Ni siquiera con los 40,2 millones del resto de mercancías suministrado a barcos y aviones, que también experimentó un importante repunte.

Al margen del bunkering y del avituallamiento de buques y aeronaves, el resto de sectores de exportación no muestra un comportamiento homogéneo, pero, en cualquier caso, su peso en la factura global es mucho menor. En lo positivo destacan las ventas a terceros países de aguas de tocador, que en los cuatro primeros meses del año superaron los 17 millones de euros, una cuantía que casi duplica la de enero-abril de 2022. También las de cigarrillos, que dejaron unos ingresos de 16,6 millones, con lo que no solo duplicaron la suma del año pasado, sino más aún (+116%). Otra buena noticia está en la industria de la fabricación de partes o piezas de aeronaves, que en el primer cuatrimestre vendió productos fuera de España por algo más de 14 millones, lo que supone un incremento de casi un 28%. En cambio, cerraron en rojo el primer tercio del ejercicio las exportaciones de cajas de papel o cartón, que sumaron 10,7 millones, 3,5% menos, y las de tomates, que hasta abril superaron por poco los seis millones, un 36,6% menos.

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