Hyperloop es una nueva forma de transporte masivo que promete ser capaz de conectar ciudades en minutos, por lo que se postula para ser el estándar de transporte para los viajes del siglo XXI. Se basa en la instalación de un gran tubo en un entorno de casi vacío, que permite altas velocidades y bajo consumo de energía al eliminar casi por completo la resistencia aerodinámica. Dentro de ese tubo, las cápsulas, que funcionan con baterías, se deslizan a velocidades de hasta 1.080 kilómetros por hora, de manera cómoda, segura y silenciosa, utilizando nuestra levitación y propulsión magnéticas patentadas.

Después de construir y probar el primer sistema Hyperloop del mundo, la firma está volcada en el desarrollo de un producto comercial viable. Los motores de levitación de Hyperloop serían ya más eficientes que los que mueven a los trenes de levitación magnética más rápidos del mundo en la actualidad. Se basan en electroimanes, que elevan y guían la cápsula dentro de la pista. Las cápsulas que viajan en los tubos no están conectadas físicamente, lo que permitirá que cada una tenga un destino diferente. Al igual que un automóvil que toma una rampa de salida, las cápsulas pueden separarse, mientras que el resto del convoy continúa.

La ausencia de partes móviles en la pista y la ventaja de la levitación y guía en la parte superior de la cápsula permiten que los cambios y el transporte de alta velocidad se realicen sin problemas. Estas innovaciones de próxima generación no sólo permiten velocidades ultrarrápidas, sino que brindan un servicio a la carta directo al destino que transporta a decenas de miles de pasajeros por hora, a velocidades de avión y con cero emisiones directas, aseguran fuentes de Hyperloop.

El proyecto de Virgin, el grupo del millonario Richard Branson actualmente embarcado en la carrera del turismo espacial, se basa en la tecnología Hyperloop, tan revolucionaria como relativamente simple desde un punto de vista técnico.

Cómo funciona el Hyperloop

El Hyperloop tiene sus origen en un concepto de George Medhurst en 1799 y posteriormente desarrollado bajo nombres como “ferrocarril neumático”, “ferrocarril atmosférico” o vactrain.

Hyperloop, el transporte del futuro.

Elon Musk resucitó el interés por este tipo de tren después de mencionarlo en un evento de 2012. Se basa en un tubo al vacío por el que circulan las cápsulas (vagones) que levitan por dentro del mismo gracias a la baja presión de aire, de manera que se consigue una menor fricción con la superficie y, como resultado, una menor resistencia al viento. ¿Lo mejor? No emite gases contaminantes, es (en teoría) menos costoso que una red ferroviaria tradicional y es resistente a los terremotos.