Luis Miguel Pascual (Madrid, 1970), director territorial de la promotora inmobiliaria Metrovacesa en Canarias, asegura que el sector cuenta con muy «buena salud» y grandes perspectivas de futuro. Considera que el incremento de la demanda ha provocado la activación de proyectos de obra nueva en las Islas y defiende que aunque las cifras de compraventa superan a las de 2008, no hay riesgo de «otra burbuja inmobiliaria». 

¿Qué salud presenta el sector inmobiliario en las Islas?

Buena, igual que en el resto de España. Después de las crisis y la pandemia había poca obra nueva. El sector estaba poco activo y había bastante demanda de vivienda y eso ha hecho que se reactiven las propuestas de los promotores y se empiecen a desarrollar los suelos. Había menos oferta que demanda y aunque pasaba en toda España aquí era más acusado. Estamos en ese momento de subida, de desarrollo de proyectos. 

Según un estudio de Fotocasa ha aumentado un 10% el número de personas que buscan vivienda en España. ¿Cuánto ha crecido en Canarias?

Las cifran van a la par e incluso aumenta más aquí. Canarias siempre suele crecer por encima de la media. 

¿Las cifras de compraventa son similares a las de antes de la crisis de 2008?

Se han superado las cifras de antes de la pandemia y las cifras de antes de la crisis de 2008. En los gráficos se ve un valle largo del 2008 hasta el 2019, y desde ahí empieza a subir. Estamos volviendo a la época buena del sector. 

Vuelve a ser interesante invertir en vivienda...

Claro. Vuelve el público inversor a las promociones. Ahora buscan una vivienda más concreta, más económica y que les permita sacar rentabilidad. De uno o dos dormitorios. La bolsa de ahorros de la pandemia se está convirtiendo en compra de vivienda. 

¿Hay riesgo de otra burbuja?

Yo no lo veo. Es cierto que parece que hay cierta recesión económica por el incremento del IPC. Pero otra cosa es una burbuja inmobiliaria en un país donde se construyen no más de 100.000 unidades y que se necesitan cómo mínimo unas 150.000. Mientras ese dato esté por debajo no hay riesgo. En 2008 se hacían casi un millón de viviendas al año cuando se necesitaban 500.000. No estamos en el mismo escenario, por lo que no vemos ese riesgo. 

¿En las Islas triunfa más la vivienda usada?

El parque de vivienda aquí se había quedado muy antiguo y la promoción nueva era escasa. Si analizas las transacciones por años lógicamente la vivienda usada gana a la obra nueva, porque no había otra cosa en el mercado. Pero a partir de 2019, que los promotores empiezan a poner en carga los proyectos, va creciendo el interés por la obra nueva. 

¿Cuál es el perfil del comprador en las Islas?

Depende. En la zona central y norte de las islas el público es más de primera residencia. En las capitales es 100% local. Y cuanto más te acercas al sur empiezan a entrar los inversores extranjeros y españoles. Además los precios en esas zona se disparan. En Fuerteventura hay mitad y mitad.  

¿El 'brexit' ha tenido algún efecto en el mercado inmobiliario?

En el momento que ocurrió sí. El cliente extranjero británico no sabía lo que iba a pasar y hubo un periodo de unos seis meses que bajó la demanda. Pero ya ha cambiado la tendencia de nuevo y se está volviendo a comprar al mismo nivel.

¿Qué impacto tiene en el sector que el Archipiélago sea uno de los lugares con el metro cuadrado más caro?

En comparación con la Península tampoco hay mucho cambio. El precio medio aquí está por debajo del de Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia. Eso hace que sea un lugar atractivo para inversores y promotores. El suelo no está especialmente caro, el problema aquí siempre ha sido más el coste de construcción, que es entre un 15 y un 20% superior a la Península porque no todos los materiales están y se tienen que traer de fuera. El precio de la vivienda acompaña a la subida del IPC. 

¿Qué impacto ha tenido la guerra de Ucrania en el sector de la construcción?

No solo es la guerra. Durante la pandemia se pararon las fábricas, se rompió el stock que había de material de construcción y está costando otra vez arrancar. Lo que se nota es el incremento del coste de las materias primas por el aumento del precio del combustible. 

¿El alquiler vacacional ha tocado techo?

El propio promotor ha detectado que ya no es tan rentable. Las regulaciones son más férreas que antes y las propias comunidades de vecinos ponen muchas pegas. Es cierto que ha tocado un poco techo. 

El Banco Central Europeo ha anunciado que subirá los tipos de interés. ¿Qué efectos tendrá esta decisión en el sector? ¿Aumentarán los impagos de los hipotecas?

El Banco de España y el Banco Central Europeo si ven un repunte de impagos. De momento son subidas que van en contra del bolsillo del cliente pero de forma comedida. Creemos que este año no va a tener impacto en la compraventa de viviendas. 

¿La buena salud del sector se traduce en un crecimiento de Metrovacesa en Canarias?

Estamos estrenando oficina en la capital de Gran Canaria y también hemos abierto una en Santa Cruz de Tenerife. El peso de la cartera que tenemos en las Islas es de un 6%. Ahora tenemos en carga unas 400 viviendas, con un nivel de inversión de más de 60 millones de euros. Tenemos suelo para desarrollar en Fuerteventura y Lanzarote y estamos mirando nuevas posiciones. Nos parece un mercado muy interesante y hemos venido para quedarnos.