La capacidad de reinventarse y dar respuesta a los diferentes desafíos que se van presentando es lo que a menudo marca la diferencia entre el éxito y el fracaso. No son las especies más fuertes las que sobreviven, decía Darwin, sino aquellas que son capaces de adaptarse mejor a los cambios, e idéntico principio podría aplicarse a los proyectos empresariales.

Depositaria de un legado de más de seis décadas, la fábrica de cigarrillos de JTI en Tenerife, que concentra más del 70% de la producción total de tabaco en Canarias, es un ejemplo elocuente de cómo evolucionar para seguir aportando valor en el presente y construyendo el futuro.

El centro productivo ha sido totalmente renovado en la última década gracias a una inversión sostenida que le ha permitido ganar influencia y protagonismo en la división fabril de la multinacional. La combinación de un equipo humano altamente cualificado, la tecnología más puntera y una potente inversión de más de 20 millones de euros entre 2018 y 2021, 12 de ellos solo en 2021, ha hecho posible que toda la producción de cigarritos destinada al mercado europeo (más de 650 millones anuales) salga cada año del barrio de Chamberí en Santa Cruz de Tenerife. Canarias se consolida de esta forma como un puntal industrial, capaz de competir con otros mercados cuyo tejido productivo ha gozado tradicionalmente de mayor visibilidad y reconocimiento.

Para atender a la creciente demanda interna, pero sobre todo la que surge del mercado exterior, JTI ha reforzado la plantilla en 100 nuevos puestos de trabajo. Empleos que se sumarán a los más de 300 que la multinacional japonesa ya genera entre sus colaboradores en oficina, red comercial y la citada planta de producción. La compañía, con un fuerte arraigo en el archipiélago canario, refuerza con ello su presencia y compromiso con la región.

Además de mejorar su competitividad a través de la innovación y la tecnología de vanguardia, JTI ha realizado un importante esfuerzo en los últimos años para adaptarse a las nuevas exigencias regulatorias procedentes de Europa en materia de trazabilidad. Conseguir que todas las cajetillas puedan ser monitorizadas desde su fabricación hasta su venta, evitando que se desvíen a canales ilícitos y por tanto el fraude fiscal que tanto perjudica a las arcas públicas, ha planteado un enorme reto económico, técnico y humano, sin mencionar las pérdidas de productividad de las que el sector aún se está recuperando. Un reto que toda la industria ha asumido con determinación y compromiso, y cuyos resultados ya pueden observarse en todas las cajetillas que se comercializan en España.

Comprometidos contra el cambio climático

Adaptarse a los nuevos tiempos no se limita a garantizar la sostenibilidad del negocio a largo plazo, sino que implica hacer propios los desafíos y reivindicaciones de la sociedad actual. Como operador de referencia en más de 130 países, JTI trabaja activamente para minimizar el impacto de su actividad, promoviendo prácticas comerciales respetuosas con el entorno y que al mismo tiempo den respuesta a la creciente demanda social de compañías y productos más sostenibles.

Existe una apuesta global en JTI por el uso de energías renovables y por reducir al máximo las emisiones de gases de efecto invernadero en todos sus centros de producción. En el caso de la fábrica de cigarrillos de Tenerife se realizará con este objetivo una inversión cercana a los 250.000 euros entre 2021 y 2022 para instalar placas fotovoltaicas que reducirán en 160 toneladas anuales las emisiones de CO2. Con esta medida se aprovecha, además, el enorme potencial del clima canario; el lugar con más horas de luz de Europa, con 4.800 horas solares al año.