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José Luis Zoreda Vicepresidente ejecutivo de Exceltur

«Canarias es un campo de pruebas para medir el nivel de recuperación turística»

El vicepresidente ejecutivo de Exceltur considera que «en el mejor de los escenarios, los ERTE serán necesarios en el sector turístico hasta mitad del año que viene»

José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur.

José Luis Zoreda dirige Exceltur desde su fundación en 2002 y se muestra optimista ante la temporada de invierno que vivirá el turismo en Canarias. Zoreda sostiene que las Islas serán el destino más deseado de Europa en los próximos meses y un campo de pruebas para testar el nivel de recuperación del sector. 


¿La campaña de verano ha sido tan buena como se esperaba?

Canarias ha tenido un repunte muy potente en la demanda de turismo interior durante el verano. En la España peninsular, la demanda de los turistas españoles ha superado todas las expectativas. Sin embargo, esto no se ha notado tanto en Canarias o en Baleares, porque la insularidad ha frenado a aquellos viajeros de capacidad adquisitiva un poco menor. El deseo por viajar de los ciudadanos europeos ha sido más fuerte que nunca, pero se han quedado en entornos de proximidad por las restricciones frente a la covid-19. Ahora, las condiciones que han ralentizado la demanda extranjera se están modificando porque las restricciones se están relajando gracias al aumento de la vacunación en todos los países de Europa y al descenso de los niveles de incidencia.

«Canarias es un campo de pruebas para medir el nivel de recuperación turística»

Dentro del sombrío panorama en el que vive el turismo desde el inicio de la pandemia, ¿cree que este invierno supondrá un punto de inflexión para el sector en Canarias?

En la medida en que se levanten las restricciones para España, el deseo por viajar que tienen los europeos se notará. Teniendo en cuenta que esto coincide con la temporada alta en las Islas, Canarias se convertirá en el destino más deseado de toda Europa en esta temporada de otoño-invierno. Venimos de atravesar unos meses muy difíciles, pero los primeros indicadores de septiembre apuntan que la demanda alemana está muy pujante para Canarias. Además, es muy probable que a finales de este mes Reino Unido elimine su farragosa normativa, que exige varias PCR a la llegada y encarece mucho el viaje, y se ajustarán al certificado covid digital como principal elemento que facilite los viajes, con lo que a Canarias le espera un futuro muy prometedor por esa parte. Si sumamos la vacunación, la relajación de las restricciones y la falta de competencia de otros destinos internacionales que puedan presumir de unos niveles de seguridad similares, en Canarias lo mejor está por venir.

Pero, ¿prevé que sea una remontada definitiva del sector con ese empujón de la temporada alta invernal o solo serán unos meses de bonanza para después perder fuerza de nuevo? ¿El invierno será un oasis?

Quiero pensar que la volatilidad que hemos vivido por la irrupción de nuevas cepas y las olas pandémicas se está reduciendo. Pienso que lo peor ha pasado, que el escenario global cada día será más estable y las oportunidades para poder viajar se irán consolidando. Canarias será un excelente campo de pruebas para medir los niveles de intensidad de una recuperación consolidada del turismo. No obstante, estos últimos meses del año no compensarán los datos de 2019 ni los de 2020, porque el año pasado hubo unos tres primeros meses de actividad turística excepcionales. El invierno marcará en Canarias la tendencia del inicio de la consolidación de la recuperación.

Cuándo se estima que el sector turístico de Canarias recupere las cifras obtenidas en el año 2019.

Nosotros hacemos trimestralmente unas encuestas de confianza en la que entrevistamos a más de 2.000 unidades de negocio en todo el territorio nacional y esta es una de las preguntas que les hacemos. A medida que avanzamos en el tiempo, se van acortando los plazos que los empresarios marcan para la recuperación. Si bien, esto va por territorios, porque no es lo mismo la percepción de alguien de Lanzarote que de la Costa del Sol o de Asturias. A principios de 2020, en términos generales, la tendencia era muy pesimista y apuntaban a finales de 2023 ó 2024, pero a medida que sube el porcentaje de vacunación y se reducen las restricciones, la percepción empieza a ser más optimista y se acortan los plazos que marcan para la recuperación. En la próxima encuesta, que se presenta a finales de octubre, es probable que haya más empresarios que afirmen que a finales de 2022 empezaremos a ver que la situación es similar a la de 2019. En Canarias es probable que sea antes, porque el tráfico hacia las Islas es eminentemente turístico y europeo. La realidad de los destinos urbanos es muy distinta, porque las grandes ciudades viven del turismo de negocios y de congresos, que todavía está ralentizado, y de los turistas de largo radio, como americanos o asiáticos.

"Lo peor ha pasado, el escenario será más estable y las oportunidades para viajar se consolidarán"

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Después de años trabajando para que las Islas dejen de ser un destino eminentemente estacional, esa característica ahora es un factor a favor de Canarias.

Las condiciones climáticas hacen que Canarias sea un lugar muy singular. En invierno es el lugar óptimo para todos los europeos y en verano es un lugar con un clima bastante aceptable. El clima favorece que el segmento de sol y playa sea estable y la estacionalidad sea menor que en otras partes de España.

Canarias ha tenido este año una buena acogida por parte del turista peninsular, pero por qué las Islas no son habitualmente un destino tan atractivo para el turismo nacional como para el turismo europeo.

El coste del transporte es un factor determinante. El precio de los billetes vía charter que mueven los turoperadores facilita que los turistas europeos puedan venir más fácilmente a Canarias, aunque sea desde distancias más lejanas. Los españoles solemos ser muy estacionales en nuestros viajes, nos movemos en verano y en Semana Santa, sin embargo, los extranjeros se mueven todo el año. Esto hace que se prioricen las reservas a los turoperadores europeos, con lo que la oferta de camas para la demanda española está más restringida.

Hay países que ya empiezan a inocular una tercera dosis de la vacuna contra la covid-19 a su población mayor e inmunodeprimida. ¿Esta medida puede frenar la llegada de turistas europeos a las Islas en la temporada de invierno?

Al contrario, cuanto más seguros estén, más tranquilidad tendrán para viajar y menos restricciones les tendremos que poner para entrar. Alguno habrá que prefiera no viajar hasta que no le pongan la vacuna, pero este verano hemos constatado que las vacaciones han bajado el ritmo de vacunación, porque la gente ha priorizado sus viajes.

¿El certificado covid digital ha sido útil para dar un impulso al sector?

Ha sido una medida importante, a pesar de que en España hemos tenido una falta de coherencia entre las distintas comunidades autónomas en la manera en que se aceptaba la entrada de ciudadanos. Canarias y Baleares han sido muy exigentes en ese sentido. Podríamos haber tenido una mejor coordinación de las autonomías, con un marco general que el Gobierno hubiera podido impulsar para que no se produjera la falta de coherencia entre unas comunidades y otras. Pero, sin duda, el certificado covid digital ha facilitado mucho las cosas.

¿Canarias ha sabido mostrarse en los mercados emisores como un destino turístico seguro durante la pandemia?

Sí, pero es todo muy aleatorio. Canarias pasó de tener los mejores datos de España a convertirse en uno de los lugares con mayor nivel de incidencia en la quinta ola. Las Islas hoy no ofrecen ninguna duda de inseguridad mayor que cualquier otro territorio. Pero tenemos que empezar a leer los efectos de la covid de otra manera, porque el indicador válido ya no es la incidencia sino que hay que fijarse en el número de hospitalizaciones o fallecimientos, que son parámetros que cada día se controlan más. Canarias está en condiciones de presentarse como un destino seguro, en el que la seguridad es un plus para visitarlo en esta temporada de invierno.

"El Archipiélago se convertirá en el destino más deseado de toda Europa en esta temporada otoño-invierno"

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¿Considera suficientes las ayudas que el Gobierno de España y los ejecutivos regionales han destinado al sector turístico?

Se creó una aureola de 7.000 millones de euros para el sector turístico, que se ha demostrado que ha sido el más golpeado, con gran diferencia. Pero a la hora de la verdad, esos 7.000 millones no han llegado, porque se pusieron condiciones que dificultaban acceder a ese dinero. Las ayudas han sido insuficientes y muy complejas en la burocracia. La ministra de Economía, Nadia Calviño, tuvo que reconocer esta semana que el nivel de adjudicación de estas ayudas ha sido muy desigual y hay unas comunidades que no han podido ni iniciar su tramitación, por lo que van a tener que extender el plazo más allá del 31 de diciembre. Las ayudas eran urgentes en marzo y, nueve meses después, los porcentajes de adjudicación son muy bajos. El tiempo corre para que muchas empresas no se nos queden por el camino. Si lo comparamos en términos europeos, las ayudas a fondo perdido que se han dado al sector turístico español son muchísimo más bajas que las que se han recibido en otros países europeos, en los que el sector tiene mucha menos relevancia que en España.

¿Hasta cuándo espera que sea necesaria la prórroga de los ERTE en el sector turístico?

La mejor definición la ha dado la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien ha afirmado que se hará todo lo necesario para no dejar caer los ERTE antes de que dejen de ser necesarios, tras el esfuerzo que se ha hecho de mantenerlos durante 16 meses. El mínimo necesario será cuando el sector turístico español pueda acreditar que está consolidando una recuperación y el mejor termómetro para confirmar esta recuperación es el empleo. Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo, el empleo creció un 1,4% en agosto, con respecto al mismo mes del año pasado, pero en el sector turísticos seguimos con un 15,9% por debajo de lo que había en 2020. Además, dentro de las 300.000 personas que están en ERTE en España, el 50% son del sector turístico. Esto indica que todavía estamos lejos de poder volver a presentarnos en un escenario de mantenimiento de empleo. En el mejor de los escenarios, los ERTE serán necesarios hasta mitad del año que viene. Desde el sector turístico lo que pedimos es que se mantengan, cuanto menos en las mismas condiciones, si no algo mejores, y que se tenga en cuenta las problemáticas del sector, que nos den unas condiciones preferentes con respecto a otros sectores, donde la crisis no ha sido tan grande.

¿Cree que el sector y las instituciones han aprovechado este tiempo para cambiar aquello que es necesario cambiar?

El sector turístico más convencional como el que hay en Canarias, de sol y playa, así como otros destinos maduros, tienen pendientes asignaturas de transformación estructural. En algunos casos, estos deberes son mixtos, públicos y privados. Algunas empresas que tenían capacidad de resistencia financiera han aprovechado este parón para hacer algunas reformas en su oferta e intentar digitalizarse, pero hay otros que todavía se han quedado rezagados. Por eso tenemos muchas esperanzas en que los fondos Next Generation que van a llegar en breve sean una verdadera catapulta para transformar, de manera estructural, buena parte de la oferta turística y poder ir mejorando elementos que potencien la competitividad y el modelo turístico. Es importante asegurar la mayor eficiencia de los fondos, que no terminen en un reparto indiscriminado de ayudas para muchas iniciativas de bajo poder transformador.

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