«Nos gustaría estar en el consejo de administración de AENA», afirmó ayer la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla. El órgano decisorio del gestor aeroportuario es otro de los foros estratégicos en los que, según dejó traslucir la consejera, no se tienen en cuenta los intereses de las Islas. «Los aeropuertos canarios pesan mucho», explicó Castilla sobre el volumen de pasajeros que mueven, y por ello, se les «debería dar más relevancia».

Sobre todo cuando las tasas aeroportuarias inciden en el precio final que pagan los turistas para descansar en el Archipiélago. La conectividad, “columna vertebral y talón de Aquiles”, en definición de la consejera, es otro factor que demuestra las especiales características del Archipiélago. Si se desploma, como ha ocurrido durante los últimos quince meses por la pandemia, se generan problemas graves.

Cierto es que el mundo de los viajes está hoy prácticamente paralizado, pero la remontada pasa por recuperar conexiones aéreas. Sin embargo, hay muchos competidores dispuestos a seducir con cuantas ofertas sean precisas; por ejemplo, reduciendo las tasas aéreas.

La consejera confirmó que en este momento no hay negociaciones con AENA para que establezca un régimen de precios reducidos en las Islas con el fin de que estas puedan competir con Grecia o Turquía, por ejemplo, a la hora de captar rutas y frecuencias. No obstante, las frustrantes experiencias pasadas hacen que la consejera se incline en el presente por la obtención de incentivos directos, de carácter temporal, a los hoteleros para que estos puedan emplearlos en sus negociación con los turoperadores.

El debate que la consejera considera completamente cerrado en el momento actual les el de la creación de una tasa turística. Yaiza Castilla nunca se mostró partidaria de esta figura fiscal que existe en otros destinos. En su opinión, existe «otras muchas maneras de conseguir recursos públicos» sin lastrar la competitividad del pilar económico canario.