Acabada la línea de préstamos ICO que el Gobierno central puso a disposición de las empresas en el inicio de la pandemia para aportar liquidez al tejido económico, las empresas están empezando a encontrar dificultades para solicitar nuevas líneas de crédito o renovar las que ya tienen en vigor. Así lo explicó ayer Jorge Hodgson Goldin, socio director de JH Asesores Financieros y Bancarios, que participó en una jornada sobre financiación empresarial organizada por CEOE-Tenerife, –moderada por el secretario general de la patronal tinerfeña, Pedro Alfonso–, en la que también participó el director del área Recuperaciones y Riesgos de Cajasiete, Juan Miguel López.

El experto financiero advirtió además que las entidades bancarias están ajustando los límites de riesgo, subiendo los tipos de interés y revisando de forma pormenorizada la información de los solicitantes, que en muchas ocasiones solo pueden aportar datos negativos respecto al ejercicio de 2020, lo que empeora los indicadores que se utilizan para determinar si las empresas tienen capacidad para hacer frente a sus deudas. “Las entidades financieras están insistiendo en si tienen capacidad de pago y tratamos de hacer previsión de flujo de caja hasta 2022”, explicó.

En su conferencia Hodgson recordó además que hasta el 15 de mayo puede solicitarse la ampliación del plazo y la carencia de los préstamos ICO suscritos antes del 18 de noviembre de 2020. Sin embargo, advirtió que a pesar de que el Gobierno central había anunciado que no se producirían incrementos de los tipos de interés, lo cierto es que en aquellas operaciones en las que se hayan suscrito más de 800.000 euros y se solicite una ampliación superior a los 12 meses, –los casos más habituales entre las empresas canarias–, sí se está aplicando una subida del tipo de interés y una comisión por parte de las entidades bancarias.

Por su parte, el director del área Recuperaciones y Riesgos de Cajasiete, Juan Miguel López, recomendó a las empresas tener “cuidado” al incrementar la deuda para tratar de aumentar la liquidez a corto plazo, porque al final “hay que pagarla”. En este sentido, “es importante valorar la carga financiera futura y no quedarnos en el corto plazo sino en la viabilidad futura de la empresa”.

Por eso, puso sobre la mesa otras alternativas como la ampliación de capital, la entrada de nuevos socios, así como valorar la fusión y búsqueda de sinergias con otras empresas.

López insistió que las entidades financieras “lo último que quieren es que no se cobre la deuda o ir contra el avalista”, por lo que siempre están dispuestas a “ayudar al cliente” y encontrar vías que puedan paliar la situación.

Asimismo, señaló que los bancos y cajas cada vez están sometidos a una regulación más estricta y se refirió también a los cambios en el reglamento Ley de Auditoría de Cuentas, que endurecerá las sanciones contra las empresas que no depositen sus cuentas anuales. Por último, López quiso destacar la necesidad de que el tejido empresarial utilice la transformación tecnológica para mejorar su competitividad.