A la expectativa. Así se encuentran muchos importadores de Canarias sobre cómo afectará a la llegada de mercancías a las Islas el bloqueo que durante seis días ha sufrido el canal de Suez debido al encallamiento del megabuque EverGiven. Aunque este lunes 29 de marzo los equipos técnicos lograron remolcarlo y restablecer el tráfico en una de las vías marítimas más transitadas del planeta, el cierre durante casi una semana ha provocado que al menos 450 buques estén a la espera de poder cruzarlo. Por lo que el comercio marítimo mundial todavía tardará días en volver a la normalidad, algo que hace presagiar a los empresarios del Archipiélago que puedan producirse retrasos en la llegada de ciertos productos que Canarias importa sobre todo del continente asiático.

Algunos de los materiales que pueden sufrir demoras son los vinculados al sector de la construcción y el comercio, pero no afectará a los productos de alimentación, ya que en su mayoría se importan desde Europa.

 Óscar Izquierdo, presidente de la Federación Provincial de Entidades de la Construcción de Santa Cruz de Tenerife (Fepeco), advierte de que están “muy preocupados” con esta situación, ya que el cierre del canal “ha bloqueado toda la mercancías extracomunitaria que importamos”.

A diferencia de lo que ocurría antes de la crisis de 2008, –cuando en las Islas se guardaba un importante stock de materiales–, el sector importa ahora el 90% de lo que necesita de países como China o Vietnam. Se trata sobre todo de piedras, accesorios de fontanería, repuestos de maquinaria o material para alicatados. “Es una situación preocupante porque hay obras que están en marcha, con contratos y plazos que hay que cumplir, y las empresas pueden tener que enfrentarse a penalizaciones si hay retrasos por este atasco en el canal de Suez”, lamenta Izquierdo.

La situación preocupa además en el sector comercial, que también importa buena parte de los productos del continente asiático. “Las consecuencias de lo que ha ocurrido en el canal de Suez se notarán de ahora en adelante”, evidencia Antonio Luis González, presidente de la Federación de Desarrollo Empresarial y Comercial de Canarias (Fedeco), quien apunta que puede producirse un bloqueo en los diferentes puertos de destino de los buques, ya que una vez se recupere la actividad en Suez llegarán en mayor número a los muelles. “En los primeros días habrá algún problema de saturación”, sostiene, aunque valora como una buena noticia que ya se haya conseguido desencallar el buque, algo que desactivará la opción que barajaban muchas navieras en el caso de que mantuviera el cierre, tomar la ruta alternativa rodeando la costa africana, lo que suma entre diez y doce días de navegación.

También ve como algo positivo la reactivación de la operatividad en el canal Alfredo Medina, secretario general de la Asociación Canaria de Medianas y Grandes Empresas de Distribución (Asodiscan), y aunque advierte que todavía es pronto para ver los efectos de este suceso en el tráfico marítimo hacia Canarias, se muestra convencido de que se producirán.

 Una paralización del comercio marítimo internacional que también puede tener consecuencias en la importación de vehículos, ya que por el canal se transportan hacia Europa muchos coches fabricados en Corea o Japón. “Si se alarga demasiado seguro que acabará afectando porque gran parte de la producción que llegará a Europa viene desde allí”, comenta Rafael Pombriego, presidente de la Federación Regional Canaria de Empresarios Importadores y Concesionarios de Automóviles (Fredica), aunque aclara que todavía no se puede precisar si esto tendrá repercusión en Canarias.

El bloqueo del canal de Suez ha supuesto para los importadores canarios un nuevo escollo que se une a las dificultades que ya venía atravesando el tráfico marítimo mundial y que había supuesto ya retrasos en la llegada de mercancías a las Islas.

Uno de los principales problemas es la escasez de contenedores para abastecer la demanda del comercio mundial. La caída de su producción, unida a que debido a la pandemia millones de ellos se encuentran vacíos en puertos donde no existe demanda y faltan en aquellos muelles con mayor actividad exportadora, afecta a las empresas de las Islas que han tenido que hacer frente a importantes sobrecostes. Debido a esta situación, el precio de los fletes, –el coste del transporte de la mercancía–, se ha incrementado hasta un 70%, lo que supone un desembolso que afecta a la cuenta de resultados de las compañías canarias.

El tráfico marítimo hasta el Archipiélago se enfrenta también a otros problemas como el de la conectividad, que los importadores también han puesto sobre la mesa, sobre todo en la provincia occidental. Asimismo, las empresas se han quejado en múltiples ocasiones de la ineficiente gestión de los servicios que prestan las autoridades portuarias canarias por la falta de recursos humanos y de coordinación entre administraciones. Una situación que genera mayores retrasos en la entrega de mercancías.