La escasez de contenedores para abastecer la demanda del comercio marítimo mundial está provocando retrasos en la importación de mercancías en el Archipiélago. Las empresas canarias están acusando los problemas que han surgido en este sector tras el impacto de la pandemia, ya que a la falta de contenedores como consecuencia de una caída en su producción, se une que de los 180 millones que hay repartidos por el mundo, muchos se encuentran en puertos donde no existe demanda, mientras que aquellos muelles que tienen necesidad de enviar bienes o materias primas no cuentan con los medios logísticos para ello.

Los retrasos en la llegada de mercancías a las Islas, si bien no están produciendo un desabastecimiento en las tiendas, sí que tienen efecto en el trabajo de muchas empresas. Mientras que algunas pueden verse obligadas a paralizar su actividad por la falta de algún tipo de material, otras pueden tener que hacer frente a algún tipo de sanción por no poder hacerse cargo de sus compromisos. Lo que sí perciben todas ellas son las consecuencias de esta situación en sus cuentas de resultados, ya que está provocando sobrecostes, que amenazan los beneficios de muchas empresas en Canarias. Una situación sobre la que la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ya alertó recientemente y que ahora corroboran varias organizaciones empresariales del Archipiélago.

La carencia de contenedores sobre todo en países asiáticos como China, –el mayor exportador a nivel mundial–, está ocasionando incrementos de hasta el 70% en el precio de los fletes, es decir, en el desembolso que los importadores deben hacer para pagar el transporte de la mercancía.

Así lo evidencia José María Pérez, presidente del Consejo de Usuarios del Transporte Marítimo de Canarias, quien explica que las principales grandes navieras han incrementado el precio de los contenedores para tratar de paliar sus pérdidas debido a la paralización de la actividad por la pandemia. “Muchos contenedores se han quedado en puertos alejados y ahora las navieras tratan de recuperarse de esta manera”.

Unos sobrecostes que en el caso de Canarias son dobles ya que “los macrobarcos cargueros no llegan a los puertos canarios, sino a los principales del país en grandes operativas y desde allí deben trasladarse en otros buques hasta el Archipiélago”.

El secretario general de la Asociación Canaria de Medianas y Grandes Empresas de Distribución (Asodiscan), Alfredo Medina, quiere dejar claro que estas dificultades no han provocado ni provocarán un desabastecimiento de productos en Canarias, pero sí se están produciendo retrasos en la llegada de algunas mercancías, sobre todo de las más voluminosas, como puede ser el equipamiento para el hogar. Por el contrario, las dificultades no están afectando tanto al sector de la alimentación, ya que las principales rutas que se siguen para la importación de estos productos son europeas.

Los importadores canarios no solo se enfrentan a un incremento del precio de los fletes por la escasez de contenedores, sino también a un aumento del precio de la propia mercancía debido a una fuerte revalorización del yuan frente al dólar.

Sin embargo, Medina concreta que, por ahora, las empresas no están repercutiendo estos sobrecostes en el precio final de los productos. “Esto habría provocado un repunte de la inflación que ahora mismo no es deseable”, valora, ya que la demanda interna todavía es débil “y no se la puede castigar con un aumento del precio”, por lo que son los importadores los que lo asumen dentro de su margen de beneficio.

Para Medina, los problemas que sufren las empresas canarias debido a la crisis en el comercio marítimo tienen difícil solución, al menos desde el Archipiélago. “Se tienen que normalizar los tránsitos entre Europa y Asia y restablecer la normalidad en el flujo de materias primas y mercancías”, ya que en los puertos europeos todavía quedan miles de contenedores vacíos, que no pueden retornar debido a la pandemia y que limitan la disponibilidad en China.

El pequeño comercio de Canarias también está notando estos retrasos y acusa una menor variedad en la mercancía. “Se ha detectado que muchas fábricas han parado su producción hasta que no acaben con su stock”, explica Antonio Luis González, presidente de la Federación de Desarrollo Empresarial y Comercial de Canarias (Fedeco). “Hay falta de variedad en algunos artículos y también retrasos” y apunta que los plazos se han alargado incluso hasta cuatro semanas en los productos que vienen desde China. “Esto repercute en las ventas, ya que mientras debes hacer frente a los gastos cuando toca, la llegada de los ingresos se alarga en el tiempo”, lamenta.

Los empresarios canarios denuncian que, además de a los problemas derivados del tráfico marítimo internacional, también deben hacer frente a la ineficiente gestión en los servicios que se prestan en las autoridades portuarias canarias por la falta de recursos humanos y de coordinación entre administraciones. Una situación que genera mayores retrasos en la entrega de mercancías, que en ocasiones pasan varios días en los muelles sin poder ser descargadas, lo que provoca sobrecostes por ocupación a los empresarios, que también se quejan de la falta de servicios aduaneros en días festivos y fines de semana.

El presidente de la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), Raúl García, asegura que este es el principal problema al que se tienen que enfrentar los integrantes de su organización. “No es una situación nueva, pero ahora se une al colapso marítimo en el sudeste asiático”, señala.