Fenecida Bankia, la nueva CaixaBank ya es una realidad desde hoy mismo y los cambios para la clientela han empezado de inmediato. El consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, ha informado hoy en rueda de prensa que los clientes de Bankia podrán desde hoy mismo utilizar la red de cajeros de CaixaBank sin tener que pagar comisiones por ese servicio. Son 14.000 sucursales de la red conjunta.

Es un primer paso en la nueva operativa de la entidad con sede social en Valencia, que quedará completada a finales de año cuando esté terminada la integración tecnológica. Mientras tanto, los usuarios que, por ejemplo, acudan a una oficina para pedir una hipoteca de Bankia se les dará, si es el caso y así lo piden, las que ofrece todavía esta entidad y lo mismo sucederá con las de CaixaBank. No obstante, Gortázar aseguró que “pronto” se lanzarán productos para las dos redes y que el objetivo es que la política comercial tienda a converger. El ejecutivo dejó claro que la nueva entidad mantendrá la política de no cobrar comisiones en la mayoría de los servicios a los clientes que tengan una vinculación clara con el banco, una práctica que, recordó, ya hacían los dos bancos por separado. Asimismo, afirmó que a los clientes de Bankia “no les va a cambiar nada” en su operativa con la entidad a corto plazo, al margen de la cuestión ya citada de los cajeros de CaixaBank, y cuando se produzcan los cambios con la integración tecnológica “se les informará”.

Cambio de Bankia por Caixabank

El futuro presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, que será nombrado por el consejo en su primera reunión del próximo martes, precisó que la marca CaixaBank se empezará a poner este fin de semana en los edificios corporativos de la entidad, singularmente en la torre KIO de Madrid donde Bankia tenía su sede operativa, mientras que en las oficinas se incorporarán en el plazo de siete o quince días, con el objetivo de estar terminado el proceso en junio.

Por su parte, Gortázar anunció que las conversaciones con los sindicatos para la reducción de plantilla -que algunos medios sitúan en unas 7.000 bajas de una plantilla próxima a los 50.000 trabajadores- comenzarán tras la Semana Santa. Será entonces cuando la entidad financiera haga pública la magnitud del recorte y también del número de cierre de oficinas que la reestructuración interna va a llevar aparejada. La idea, según el consejero delegado, es que las conversaciones estén cerradas para el fin del segundo trimestre. No quiso en ningún momento entrar en detalles cuando se le preguntó por el rango de edad de los afectados por el ERE, pero dejó claro que se tendrá en cuenta la “meritocracia”, es decir “retener a los mejores”, y se intentará, como en otros despidos colectivos previos, que “se prime la voluntariedad”.

José Ignacio Goirigolzarri despejó, por otro lado, una de las cuestiones recurrentes sobre la nueva entidad: la sede. Afirmó que “no hay ninguna previsión ni planteamiento de cambios” y que el domicilio social seguirá en Valencia, donde lo tenía también Bankia. El presidente de CaixaBank ‘in pectore’ no quiso desvelar cuál será la política de dividendos del banco hasta que tome una decisión al respecto el consejo de administración. Preguntado por la salida del Estado del capital de la nueva entidad ‑el fondo público Frob tenía el 61 % de Bankia que ahora ha quedado reducido al 16 %-, recordó que el Consejo de Ministros ha retrasado la fecha tope de 2021 a 2023. También dijo, respecto a la devolución parcial del multimillonario rescate de Bankia acometido en la intervención de 2012, que debe ser el citado fondo el que responda a la cuestión.

Goirigolzarri considera “razonable” la presencia quela entidad cofundada en 2010 por Bancaja y Caja Madrid tiene en el nuevo banco, pese a que solo cuenta con tres personas en el consejo de dirección, y afirmó que ahora es el momento de “mirar hacia el futuro”. Tras las condiciones a la fusión impuestas por la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), el presidente de CaixaBank reiteró el compromiso del banco por mantenerse en los 290 municipios donde es la única entidad y anunció que el banco va a potenciar los ofibuses puestos en marcha por Bankia para dar servicio a poblaciones sin sucursal financiera.

Por último, Goirigolzarri, de 67 años, se mostró dispuesto a prolongar su nuevo mandato en CaixaBank más allá de los cuatro años por los que será elegido el martes, “si los accionistas y el consejo de administración entienden que debo estar porque aporto. Si no lo creen, no estaré”.