Durante el año 2020 las islas perdieron 112.000 empleos por el impacto del COVID-19. El 18% de todo el empleo que se perdió en el conjunto de España y el primer descenso anual en el número de empleados de las Islas tras seis años ininterrumpidos de crecimientos, hasta situar el número total de trabajadores en 827.400, un 12% menos que los existentes un año antes. Por otra parte, el número de parados alcanzó la cifra de 279.000, un 28% más de desempleados que a finales de 2019, mientras que la tasa de paro en Canarias se incrementó un 6,4% hasta situarse en el 25,2%, la más elevada del conjunto de Comunidades Autónomas.

Para el presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, estos datos ponen de manifiesto la virulencia que está dejando la crisis sanitaria en la economía regional, que, en gran medida, no depende de decisiones internas para poder ser controlada y mitigada. “Ni en el peor momento de la crisis anterior las Islas experimentaron una pérdida tan profunda de empleos en un año y eso sin contar los miles de personas que están acogidas a un ERTE de difícil determinación en cuanto a su duración y desenlace. Por ello, y dado que el impacto de la crisis en Canarias es de los mayores de todo el territorio nacional, es necesario reivindicar medidas más contundentes y específicas para nuestro territorio con las que garantizar el mantenimiento del empleo y de las empresas, compuesto en su gran mayoría por Pymes y autónomos con las que evitar una crisis económica y social sin precedentes en el Archipiélago”, afirma Sesé.

En este sentido, Sesé, insiste en la necesidad de estudiar una bonificación transitoria de las cuotas a la Seguridad Social de trabajadores y autónomos en activo con las que se primaría la permanencia de los trabajadores en las mismas, además de estimular posibles nuevas contrataciones. Una medida transversal y de aplicación directa que llegaría a todas las empresas, independientemente de su tamaño, que Canarias puede exigir al amparo de nuestro Régimen Económico y Fiscal cuya relevancia ha aumentado durante esta crisis, pues la misma ha acentuado la necesidad de ser compensadas por la lejanía e insularidad dado que las restricciones de movilidad es el factor que más está acentuando los impactos sobre la economía y el empleo en los diferentes países y regiones”. Para el presidente cameral esto es urgente, en estos momentos en los que prevé un deterioro aún mayor del mercado laboral de las Islas.