Canarias sumó 61.118 parados durante el nefasto año pasado. Ese incremento, que en términos relativos fue del 29,38%, deja un total de 269.437 personas en busca de empleo en las Islas. Que la crisis económica desatada por la pandemia ha clavado sus uñas en las Islas lo pone de manifiesto el 22,90% de crecimiento del número de desempleados que se anotó el conjunto del Estado (724.532 parados más y un total de 3,88 millones), 7,5 puntos menor. Si queda alguna duda, desde que se decretó el estado de alarma, el ritmo de destrucción de puestos de trabajo en el Archipiélago multiplica por cuatro la media del país.

Desde el final de febrero, Canarias ha perdido al 4,45% de sus afiliados a la Seguridad Social; España, el 1,05%. El porqué de este reparto tan asimétrico de las desdichas laborales se encuentra una vez más en la alta dependencia que la economía isleña tiene del turismo. Si esta actividad no se dinamiza, el PIB canario se mantendrá en parada cardiaca.

En estos datos fijó su atención la Confederación Canaria de Empresarios (CCE). Desde que la pandemia global llegó al Archipiélago, se han volatilizado 36.456 empleos, y 24.947 se ubicaban en el epígrafe de la hostelería, más del 68% del total. También el viceconsejero de Empleo del Gobierno de Canarias, Gustavo Santana, resaltó el impacto del parón en la hostelería, lo que provoca que Canarias y Baleares sean las comunidades autónomas “más afectadas”.

Así las cosas, la patronal de Las Palmas alertó de “la importancia de aprobar, sin más dilación, la prórroga efectiva de mecanismos como los ERTE durante todo el tiempo que sea necesario”. Yendo más allá, el presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, reclamó que se extiendan hasta al final del año recién estrenado.

El 31 de enero expira la última prórroga para los expedientes de regulación temporal de empleo, si bien existe el compromiso por parte del Ejecutivo central de prolongar su vigencia hasta el último día de marzo. El viernes retoma ese asunto la Mesa del Diálogo Social –Gobierno, sindicatos y patronal–, y el secretario de Estado de Seguridad Social, Israel Arroyo, avanzó ayer que no habrá grandes cambios con respecto a los actuales.

También a esta tabla de salvación se refirió Gustavo Santana como uno de los elementos que permiten avanzar “de forma aceptable” junto “a las medidas de reactivación económica” puestas en marcha por las diferentes administraciones. ¿Y cuáles son, a su juicio, esos avances? Por un lado, que el aumento del desempleo de diciembre en Canarias (0,42%y 1.118 personas) fue el menor de todas las comunidades autónomas y, por otro, que la afiliación a la Seguridad Social creció un 0,12%. Esa creación de 918 empleos se nutrió principalmente del comercio (300) y la intensa actividad sanitaria que existe en el presente (1.391). Sin embargo, la hostelería, perdió 1.265 puestos de trabajo.

El presidente del PP, Pablo Casado, se mostró reacio a aceptar esta ni ninguna otra lectura positiva cuando España ha presentado “el peor aumento de paro de la Unión Europea” en 2020. El dirigente popular reclamó al Gobierno de Pedro Sánchez “humildad por su mala gestión y sensibilidad con los desempleados”.

Por su parte, Coalición Canaria (CC) señaló que los datos son “terribles” y fruto de “la falta de acción política” del Gobierno canario, lo que, en su opinión, ha actuado como “acelerante” y ha multiplicado el daño social y económico provocado por la pandemia. “Preparamos un Plan de Reconstrucción para Canarias, hemos planteado un Plan de Rescate Turístico, prometido por la ministra en Congreso y Senado y del que nunca más se supo; un Plan de Rescate para la restauración, el ocio y el comercio…, y la respuesta ha sido siempre el silencio”.

Desde Ciudadanos (Cs), su portavoz parlamentaria autonómica, Vidina Espino, señaló que la evolución del desempleo a lo largo del pasado ejercicio “deja al Gobierno canario sin argumentos para rechazar las ayudas directas a pymes y autónomos”. A su juicio, “la mejor forma de proteger el empleo es proteger a dichos colectivos y ayudarles a resistir en estos momentos de grandes dificultades económicas en los que, además, han realizado gastos extraordinarios para adecuar sus establecimientos y evitar contagios” entre los clientes.

Hacer valer el REF

También puso el acento en ese aspecto Santiago Sesé, quien, además, estimó necesario hacer valer el Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF) para bonificar de forma transitoria las cuotas a la Seguridad Social de los trabajadores y autónomos. Y no solo eso, también demandó proyectos de financiación pública capaces de sacar a la economía del hoyo ”y ayudas directas que permitan mantener el tejido productivo, gravemente deteriorado por la duración de la pandemia”.

Al plan de medidas complementarias para proteger a las empresas, los autónomos y el empleo aludió también el portavoz parlamentario de Nueva Canarias (NC), Luis Campos. Desde dicha formación, una de las cuatro que apuntalan la presidencia de Ángel Víctor Torres (PSOE), se reclamó al Gobierno de Canarias un acelerón para levantar ese dique.

Al terminar el año, el porcentaje de trabajadores canarios afectados por un ERTE (más de 80.000) duplica la media nacional. “La tendencia es creciente”, advirtió el secretario general de CEOE-Tenerife, Eduardo Bezares, que reclamó “la sensibilidad especial” con las Islas “que hasta la fecha no ha mostrado el Gobierno nacional”. Por ejemplo, que en la nueva prórroga de los ERTE se contemple la exención de los pagos a la Seguridad Social para todos los trabajadores. “Hoy ni uno de cada dos la disfruta”, afirmó el dirigente empresarial.

En diciembre, el sector servicios (-224) y la agricultura (-9) mejoraron sus cifras de parados, mientras que la construcción (682), quienes buscan su primer oportunidad laboral (581) y la industria (88) sumaron demandantes. En las dos provincias creció el número de parados; 308 en Las Palmas y 810 en Santa Cruz de Tenerife.