Natalia Verbeke & Ginés García Millán

Una vida menos en Canarias

Una serie policíaca de corte clásico ha dado a los dos intérpretes la oportunidad de grabar en Canarias, un archipiélago al que están deseando volver

Si la audiencia les respalda, ya pueden preparar las maletas

Ginés García Millán y Natalia Verbeke

Ginés García Millán y Natalia Verbeke / ED

Inés Álvarez

Parejas de policía que investigan crímenes mientras se corta la tensión sexual entre ellos hay muchas, pero la que conforman los personajes de Ginés García Millán (Murcia, 1964) y Natalia Verbeke (Buenos Aires, 1975) en Una vida menos en Canarias —serie que acaba de estrenar Antena 3 tras su paso por Atresplayer— presenta una química especial. Y es que Naira es un ser de luz que ilumina la oscuridad del inspector. Al actor lo hemos visto hace poco en La novia gitana y La red púrpura, y a ella en El nudo y Todos mienten. Y aunque no les faltan proyectos, sueñan con una segunda temporada.

Segunda vida para esta serie policiaca clásica que hará las delicias de los fans huérfanos de Los misterios de Laura, con asesinatos sin la truculencia de los CSI. ¿Cuáles creen que son las claves del género para que guste tanto?

Natalia Verbeke (N. V.): Yo creo que engancha a la gente porque le hace olvidarse un poquito de sus problemas. Es una serie que se puede ver en familia y que te ayuda a desconectar. Y te hace jugar a ser inspector de policía por una hora.

Ginés García Millán (G. G. M.): Y además puedes ser dos tipos de policías diferentes: el empático (ríe) y el más típico y más oscuro. Has puesto el ejemplo de Los misterios de Laura, que es una serie que nos encanta, y cuyos creadores y actores son compañeros queridos. Ojalá podamos lograr en abierto, a través de la propuesta de Plano a Plano Canarias, seguir la estela que ha dejado esa serie, porque es muy querida y los actores lo que queremos es que nos quieran y que público disfrute, que llegue a su casa y, para olvidarse de los problemas, diga: vamos a resolver este caso con este par. Bueno, este par y los actores y actrices maravillosos que hay en cada capítulo.

Que van desfilando por ellos.

N. V.: Es un aliciente increíble ver en cada capítulo ese nivel de actores y actrices y esas sorpresas. Además, verles en personajes muy distintos a los que habían interpretado.

G. G. M.: Y que algunos son historia de nuestra televisión. Como María Garralón. Nos hace mucha ilusión. Y con compañeros muy queridos con los que hemos trabajado. A ver si hacemos muchos capítulos más…

N. V.: …para poder trabajar con toda la profesión (ríe).

G. G. M.: A mí me encantaría que nos dijeran: ‘A ver si hay algún asesino que pueda hacer yo’. Que todos quisieran venir a nuestra serie.

Los protagonistas son muy diferentes: un policía brillante que arrastra una profunda tristeza y una jefa de homicidios no menos brillante que es un ser de luz.

N. V.: Naira es una mujer que llega a ese lugar en la profesión, ha tenido que pelear mucho y aguantar mucho para lograrlo siendo mujer en ese ambiente. Tiene una seguridad enorme en sí misma, en su capacidad, y no necesita competir con nadie. Hay una rivalidad intelectual con Luis, pero no necesita demostrarle a nadie cuál es su sitio.

G. G. M.: Con todo lo que habrás pasado, con los casos que habrás visto, no has perdido la alegría. Y te has convertido en una persona sabia que no necesita demostrar nada.

N. V.: No necesita convertirse en la imagen del hombre para estar frente al hombre, sino que desde una alegría que no ha perdido está con él.

G. G. M.: Y tienes una vida, que es con la que realmente disfrutas, con tus amigos, con una isla maravillosa...

N. V.: Incluso encuentra en el crimen lo divertido. La parte lúdica del delito.

A Luis, que viene envuelto en la oscuridad, no solo le deslumbra la luz de Canarias, también la de Naira. Y se irá abriendo poco a poco.

G. G. M.: La vida le sorprenderá y le encantará esa brillantez intelectual de ella. Y luego irá descubriendo otras cosas. Lo que le recuerda a Luis, y yo jugaba también a eso, es cuando él era de otra manera, cuando tenía otra forma de ver la vida. Lo que pasa es que ha perdido la ilusión. Ha pasado por cosas muy dolorosas y ha sufrido traiciones importantes y eso le ha quitado fuerza y le ha llevado por otro lado. Pero la vida le va a dar la otra oportunidad. ¿Y dónde va a ser? Pues en Canarias.

Un lugar maravilloso para rodar. Como el de Crímenes en el paraíso, desarrollada también en una isla. Aunque no han sido vacaciones...

G. G. M.: De vacaciones, nada. Hemos trabajado mucho.

Se plasma la tranquilidad que se vive en las Islas. ¿Se han quejado los canarios por la imagen que se da o se lo han tomado con humor?

G. G. M.: Yo les digo a los canarios que les queremos mucho y que soy fan de Canarias, donde he estado muchas veces trabajando y de vacaciones. Y son gente con sentido del humor. Sí algo no es así, obviamente son pequeñas licencias que ayudan a contar la historia y a que haya pique entre los personajes. No es una serie documental ni realista, claro.

N. V.: Nosotros estamos enamorados de la isla, vamos.

Luis tiene una enfermedad, acromatopsia, por la que todo lo ve en blanco y negro. ¡Qué duro debe de ser! Y más en Canarias.

G. G. M.: Si te vas a un país nórdico, aún, pero que en Canarias no pueda ver los colores, es una doble penitencia. No obstante, como los recuerda, cuando hay algo que le llama mucho la atención, ve color. Hay esperanza.

Y ese algo casualmente es ella.

N. V.: Sí. Esos momentos son muy mágicos, porque ves ahí esa transformación en Luis, que empieza con ese personaje que simboliza la luz.

El final queda muy abierto. Y ustedes quieren más capítulos...

N. V.: Me encantaría seguir. Son personajes preciosos y trabajar con actores de esa talla es un regalo.

G. G. M.: Empezar una serie es muy difícil, porque hay que buscar el tono e intentar dar con lo que el guionista, los productores y los directores quieren. Pero ahí hemos estado peleando, luchando, haciendo lo mejor que podíamos y estamos orgullosos. Lo que queremos es que funcionara en abierto muy bien para que se hagan por lo menos 50 capítulos. Solo es ponerle un 0 al 5 (ríe). Sería un regalo.

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