CD Tenerife

Ángel ya es el mejor suplente de todos los tiempos en el fútbol español

Su gol al Real Valladolid fue el 49 que logra saliendo del banquillo y el 150 que firma a escala profesional

El Tenerife le considera intransferible

Ángel celebra su gol al Real Valladolid.

Ángel celebra su gol al Real Valladolid. / María Pisaca

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Normal y lógico que el CD Tenerife le declare intransferible. Ángel Rodríguez Díaz (La Laguna, 26 de abril de 1987) ya puede presumir de ser el mejor suplente de la historia del fútbol español. El artillero blanquiazul acaba de finalizar el curso de su regreso a casa como el jugador que más veces ha marcado saliendo desde el banquillo. Un hito digno de elogio, aunque obviamente a Ángel –como a todo futbolista que se precie– más le gustaría ser titular indiscutido o haber rubricado mayores logros a escala colectiva. «Te cambio todos mis goles por un ascenso», verbalizaba tras el último partido de la temporada.

Fue justo ese día cuando firmó su 49º gol con rol de suplente. Tampoco esa tarde fue titular frente al ascendido Real Valladolid, pero el tinerfeño aprovechó una vez más su irrupción desde la reserva para dejar su sello en la contienda. Ángel desmonta tópicos. Su rendimiento superlativo durante esta última campaña derrumba cualquier debate sobre su edad (37 años), pues justamente ha sido en la adultez de su carrera cuando ha ofrecido mejores prestaciones. Así lo comprobaron en el Getafe o el Mallorca, plazas en las que se confirmó como un auténtico especialista como revolucionador de partidos.

Rodríguez Díaz ha desmentido con hechos también aquello de que «segundas partes nunca fueron buenas» (en el Tenerife ha batido su propia plusmarca blanquiazul de goles y mejorado su promedio de tantos por minuto jugado). En cambio sí ha confirmado aquello sobre los suplentes que sostienen muchos entrenadores del fútbol español. «Que tan importante puede llegar a ser un futbolista que sale en la segunda mitad, o en los minutos finales, que uno que es elegido de inicio», como así han manifestado en diferentes momentos y circunstancias técnicos tan dispares como Luis Miguel Ramis o Asier Garitano.

Ángel ya tiene un lugar propio en la historia del fútbol nacional. Sorprende la gran distancia a la que le siguen otros suplentes de lujo, como Stuani y sus 33 dianas desde el banquillo; o un mítico como Julio Salinas, que llegó a las 28 desde la condición de reserva, según los datos del diario Marca, que auspicia anualmente el torneo Pichichi. En cuanto al ariete de Geneto, haber ejercido este año casi tantas veces como revulsivo que como titular «no es una situación nueva»en su carrera. No en vano, los datos acreditan que ya es el futbolista de toda la historia de LaLiga (tanto en Primera como en Segunda División)que ha disputado mayor número de partidos como suplente: 252.

Rodríguez aterrizó en el Tenerife después de unas largas y complejas negociaciones cuando ya se había asentado como uno de los arietes españoles más consagrados de la máxima categoría. Le convencieron José Miguel Garrido y Juan Guerrero en una larga serie de reuniones –la primera en Mallorca, en abril del año pasado– cuando le hicieron un primer esbozo del proyecto del que sería estrella. El curso de los acontecimientos ha corroborado que tendría un sitio relevante en los esquemas del Tenerife, pero seguramente no como esperaba. En igualdad de condiciones, Asier casi siempre prefirió a Enric. Además, fueron solo un puñado las ocasiones que el ya extécnico de los blanquiazules alineó a dos delanteros, aprovechando muy pocas veces la conexión que Gallego y Ángel ya traían de su etapa juntos en el Getafe.

El nueve blanquiazul empezó con sobresaltos (una lesión muscular en pretemporada y una inesperada expulsión en un partido en el Heliodoro). Pero fue remontando, aprendió a gestionar su ansiedad y a controlar sus prisas por mostrar su mejor nivel. Lo hizo con un 49% de suplencias, dato que llama la atención, pero que paradójicamente valió para subrayar esta etiqueta que ya le ha reservado un papel relevante en los anales del fútbol español. Seguramente Ángel preferirá lucir en su currículum los ascensos, los goles o el estreno en Europa. Pero en la historia de LaLiga quedará para siempre como el mejor suplente de todos los tiempos. Un especialista en el arte de la revolución.