La amenaza fantasma del Tenerife

El equipo blanquiazul tiene siete jornadas por delante para garantizar su permanencia en Segunda. Cuenta con 45 puntos y la media de las trece últimas Ligas sitúa el mínimo en 47.

Alineación del Tenerife en Albacete.

Alineación del Tenerife en Albacete. / Agencia LOF

Julio Ruiz

Julio Ruiz

A falta de siete jornadas para que termine la Liga 2023/24, el plan del Tenerife ha quedado reducido a asegurar la permanencia en Segunda División. Y cuanto antes, mejor. Lo de apurar las opciones de alcanzar el último puesto que conduce a la promoción de ascenso, el sexto, ha dejado de estar fuera de su alcance. Con 45 puntos –a diez de la puerta del playoff y con ocho de margen con el mejor clasificado de los que bajarían–, lo más probable es que el desenlace sea un reflejo de la situación actual, la de un equipo de media tabla. Pero la trayectoria irregular de los blanquiazules deja en el aire la duda de si acabará sufriendo por amarrar la salvación.

Los antecedentes dicen que no, que nadie suele caer tan bajo cuando maneja una separación tan amplia. La excepción está en el Sabadell de la temporada 11/12. Los de la Nou Creu Alta pasaron de tener un colchón de nueve puntos en la jornada 35 a terminar en la decimonovena plaza con 46. Pero no bajaron. Aprovecharon la caída en cascada del Villarreal B, por el descenso del primer equipo, para permanecer.

La incógnita está en la puntuación que será necesaria en esta Liga. La costumbre sitúa el campamento base en los 50. Pero los precedentes también indican que el Deportivo cayó a la desaparecida Segunda B en 2020 tras sumar 51. Como el del Sabadell, fue un caso inusual. De hecho, con los números que tiene ahora (45), el Tenerife ya se habría salvado en cuatro de las trece temporadas desarrolladas con el actual formato de ascensos a Primera y descensos, es decir, desde la 10/11.

El listón más bajo es el del ejercicio 21/22. El Amorebieta se despidió del escalón competitivo profesional con 43 puntos. Y el techo quedó en los 51 del Deportivo. Pero también sirven de referencia los 50 que acumuló el Mirandés en el curso 2013/14. Los de Anduva fueron cuartos por la cola, pero siguieron en Segunda División por el descenso administrativo del Real Murcia.

En realidad, la media de las trece últimas campañas sitúa el mínimo para permanecer en 47 unidades, dos más que las que tiene ahora el Tenerife, con 21 todavía en juego. Siguiendo esta pauta, le daría con un par de empates en los siete encuentros que tiene por delante.

Tampoco está siendo la Liga más exigente para no entrar en el cuarteto de cola; al menos hasta ahora. El Amorebieta marca la frontera con 37 puntos, como pasó con el Lugo en la 18/19, el Barcelona B en la 17/18 y el Murcia en la 12/13. Pero el Málaga, el decimonoveno de la 22/23, había sumado más a estas alturas: 39. Lo mismo que el Numancia en la 19/20 o la Ponferradina en la 15/19 (38). Y existen más ejemplos que dejan entrever que la de esta temporada no será la permanencia más cara de todas: el Salamanca tenía 41 en la 10/11, el Real Madrid Castilla 40 en la 13/14...

En definitiva, al Tenerife le queda dar un empujón más para evitar problemas. Y lo tendrá que hacer adentrándose en un calendario en el que se irá enfrentando a varios candidatos a dar el salto a Primera y a algún sufridor por abajo. Para retomar el camino, tras el 1-0 en Albacete, nada más y nada menos que la presencia del líder al Heliodoro. Este viernes, partido ante un Leganés que es, además, el mejor visitante de la categoría con ocho triunfos, cuatro empates y cinco derrotas. A continuación, el reto de cambiar la dinámica a domicilio en la casa de un Oviedo enganchado a la lucha por acceder al playoff. Lo mismo que el siguiente adversario, un Racing de Ferrol consolidado como una de las sorpresas de la Liga. De ahí, el Tenerife pasará a medirse con un par de implicados en la carrera por no bajar, el Cartagena fuera y el Amorebieta dentro. Y rematará con oponentes de la parte alta, el Burgos y, por último, el Valladolid en el estadio.

Aitor Sanz: "La situación se puede complicar"

Aitor Sanz se mostró preocupado por una «situación» deportiva que «no es cómoda» para el Tenerife. «Todavía faltan muchos partidos y tenemos cierto margen, pero no está hecho –el objetivo de la permanencia–», avisó antes de recordar que al equipo le queda un «calendario complicado ante rivales muy difíciles que se están jugando mucho». Por todo esto, destacó la necesidad de «no perder ni un ápice de concentración ni de activación, porque la situación se puede complicar». En un análisis de la temporada, opinó que el Tenerife sumó más puntos al principio de los que mereció. «Luego hubo un tramo en el que las lesiones nos lastraron muchísimo, diez y algunas en el mismos puesto. A partir de ahí, nos pusimos muy nerviosos y no supimos manejar la ansiedad», resumió el capitán.