El club recibió llamadas por el central balcánico, así como también por Borja Garcés y Corredera

El CD Tenerife vetó la salida de Sipcic al Groningen

Nikola Sipcic.

Nikola Sipcic. / CD Tenerife

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Para el CD Tenerife fue un mercado invernal agitado por las muchas operaciones sobre las que se trabajó, la llegada de dos refuerzos, la confirmación de dos desvinculaciones y también por las consultas y proposiciones recibidas para llevarse a jugadores blanquiazules a los que se vetó la salida. Uno de los sucesos más llamativos del último mes de negociaciones, conversaciones y ofertas fue la llamada del FCGroningen, un histórico de la Eredivisie de Países Bajos, para hacerse con los servicios de Nikola Sipcic.

La respuesta del Tenerife fue una negativa rotunda, la segunda en lo que va de curso ante una oferta por el balcánico. De hecho, en verano ya se desestimó una propuesta proveniente de Bélgica. Hoy por hoy, el central montenegrino es una de las piezas más cotizadas en el grupo de Luis Miguel Ramis, como así avala su creciente cuota de minutos respecto a cursos pretéritos. En realidad, según confiesa el propio protagonista, «hay un antes y un después» de la primera convocatoria suya con la selección de su país. Ir con Montenegro le ha puesto en primera línea del escaparate, de ahí el interés que suscita en equipos de otros campeonatos. Sea como fuere, el zaguero está feliz en la Isla y en absoluto difiere de la decisión tomada por la comisión deportiva del Tenerife, que incluso podría valorar su renovación.

Durante el ya cerrado primer mes del año, el club también recibió llamadas por su delantero Borja Garcés. Se produjeron antes del partido de Cartagena, en el que fue titular y marcó el tanto de la victoria. Hasta entonces, su posición en el club parecía discutida por la posible llegada de refuerzos ofensivos, que finalmente no se produjeron. Aunque su agente maniobró con suficiente antelación por si se hubiera tenido que dar su desvinculación –e incluso consiguió luz verde del Atlético para su reubicación–, el rol de Borja cambió justamente cuando más se hablaba de su posible adiós.

Aunque muchos pretendientes se dirigieron a sus agentes, solo dos llegaron a ponerse en contacto con el Tenerife: Real Oviedo y Burgos. En el caso de los asturianos, incluso su entrenador, Álvaro Cervera, admitió en público su interés en el melillense y apuntó que habría encajado perfectamente en su engranaje. Fue antes de cerrar a otro delantero de nivel, Manu Vallejo, proveniente de Primera. La lista de consultas y llamadas por jugadores del Tenerife con contrato en vigor la cierra Álex Corredera, salido hace algunas semanas de una intervención quirúrgica y que ya en verano estuvo en el radar de equipos grandes como el Valencia.

En esta ocasión no fue ningún secretario técnico o director deportivo el que telefoneó a las oficinas del Heliodoro, sino el propio agente del futbolista con una oferta bajo el brazo. Igual que verano, la respuesta del Tenerife fue tajante. Por Corredera no se negocia en ningún caso por debajo del precio de su cláusula, la que le fijó Cordero: ocho millones de euros si el club está en Segunda y el doble si logra dar el salto a la máxima categoría.