Vuelos chárter: la aspiración utópica de Ramis

Fletar un vuelo privado para cada desplazamiento a la Península, idea que ya barajó Jupp Heynckes, supondría a las arcas blanquiazules más de 130.000 euros por viaje

Jugadores del CD Tenerife, antes de un desplazamiento en avión.

Jugadores del CD Tenerife, antes de un desplazamiento en avión. / El Día

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Hace solo una semana se hacía viral y se propagaba a velocidad de vértigo un mensaje contundente y diáfano de Luis Miguel Ramis tras el partido del representativo en Cartagena: «Esto ya parece la NBA», dijo sobre el escaso margen entre una jornada y la siguiente. «A este paso, vamos a necesitar un chárter para poder entrenar entre partido y partido», sugirió en voz alta, rescatando así una histórica reivindicación de Jupp Heynckes, probablemente el mejor entrenador que el Tenerife haya tenido en su centenaria historia. Sostenía el alemán que el representativo estaría en disposición de competir con los más grandes solo cuando aliviase los estragos propios de la insularidad, que le acarreaba largos y tortuosos viajes casi todas las semanas.

Javier Pérez le negó las innumerables ventajas de un chárter por motivos estrictamente económicos a Heynckes, que se resignó a aceptar vuelos regulares;y con total seguridad la nueva directiva ni tan siquiera contemplará esta opción de los viajes privados después de haber valorado el asunto y haber constatado los precios «desorbitados» que supondría la operación. «Cuando hablamos de un chárter, hay que recordar primero las enormes dificultades que ya hubo en la final de la promoción contra el Girona. No es como contratar un vuelo normal», explica el agente de viajes Iván Codina, quien ha estado reunido recientemente con la nueva dirección general.

«En primer lugar, existe el inconveniente de que en un vuelo privado nunca se puede aplicar el descuento de residente. La segunda cuestión es que, estando nosotros en Canarias, el avión contratado te va a venir desde la Península sin pasajeros; lo que en el argot se denomina una pata vacía. Ese coste también hay que asumirlo, como también el del regreso, con el avión también vacío. Esas cosas van haciendo que vaya incrementando el precio hasta situarse en cotas inasumibles», añade.

«Lo que en 2017 te salía 70.000 euros [precio del chárter fletado para la promoción contra el Getafe] hoy ya se ha elevado por encima de los 130.000. De ahí, para arriba. Económicamente no compensa, pero ahí ya cada uno sabe cuál es su economía. Si haces un cálculo, estaríamos hablando de 667 euros por cada plaza, siempre y cuando nos fuésemos a un avión con 180 pasajeros y en el que llenásemos con aficionados los asientos que no fuesen para el club», expone Codina.

El profesional de la agencia Creamostuviaje.com indica que los costes son múltiples y muy diversos, pues «hay que pedir personal de aviación, pilotos, permiso (slots) para poder aparcar, autorización de aviación aérea... No es fácil y con el poco margen con el que salen los horarios, todavía se hace todo más complicado», resume.

Para Codina, la operación de ir en chárter para algunos partidos muy determinados solo sería factible si LaLiga publicase «con mayor prontitud» al menos las fechas en las que van a disputarse los encuentros, «y si es posible también la franja horaria». Según cuenta, un chárter que planificas con tres meses de antelación «no te sale mismo que uno que encargas de hoy para la semana que viene».

Justamente Ramis pedía estos días «más cuidado» a los organizadores de la competición y que evitasen, en la medida de lo posible, situaciones como la que se dio para el representativo esta misma semana. Ya no fue solo el hecho de disputar dos compromisos consecutivos a domicilio en apenas seis días, sino hacerlo sin ningún margen para planificar el segundo de ellos. De un tiempo a esta parte, se está acostumbrando el Tenerife a jugar sus partidos fuera del Heliodoro siempre en viernes. Así fue en en Santander y también muy pronto en Los Cármenes, siguiente cita a domicilio para el conjunto blanquiazul.