Miguel Concepción será relevado como presidente del Tenerife a mediados del mes que viene, cuando se celebre la junta de accionistas en la que se renovará el consejo de administración. Se despedirá después de haber cumplido casi 17 años en el cargo, tiempo en el que, entre otras cosas, habrá tenido la oportunidad de disfrutar o sufrir desde el palco 23 derbis siendo el máximo dirigente del club blanquiazul, incluyendo el de este sabado en el estadio Gran Canaria. Más derbis que ningún otro presidente del Tenerife. Se trata de un privilegio del que se siento «muy orgulloso» y del que no se desprenderá, aunque le tocará vivir los próximos los clásicos desde otro estatus, como accionista de referencia.
El empresario palmero se mostró «muy contento» por haber participado en la celebración de «otra fiesta del fútbol canario», la vigésima tercera, la que pondrá fin a su relación con los derbis desde la perspectiva de ser el presidente de uno de los equipos. «Se jugará muy cerca de mi salida del club», recordó mostrándose «orgulloso» por todo el camino recorrido.
Concepción afirmó que «es una alegría que lo dos equipos compitan en el fútbol profesional», aunque reconoció que le habría «gustado» presidir un clásico con el Tenerife y Las Palmas en Primera División, situación que se produjo solo dos veces, en la temporada 2001/02 y con Javier Pérez al frente el club tinerfeño. «A lo mejor, con el próximo presidente», deslizó refiriéndose a la entrada en la institución de Paulino Rivero. «A ver si nuestro equipo recupera un lugar en la máxima categoría y también lo consigue la UD Las Palmas, sería un sueño», afirmó.
Además, aprovechó para remarcar que la relación entre los dos clubes fue «impecable» durante sus casi 17 años de mandato. «Hemos defendido siempre la buena convivencia y no hemos ido más allá de la disputa deportiva sana», señaló antes de insistir en que «las relaciones institucionales han sido impecables» y «han crecido» en las últimas temporadas. «Somos dos clubes que nos respetamos. Cada uno defiende lo que le toca por sus aficiones, pero hemos contribuido a que el fútbol canario crezca cada año», continuó.
Por último, aseguró que disfrutó todos los derbis que presidió, porque «ves los campos llenos y sientes el latir de las dos aficiones». En definitiva, calificó estas experiencias como «inigualables», partidos en los que «lo bonito es la fiesta en sí», más allá de los resultados.
Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD Las Palmas, destacó que Concepción es «un auténtico señor, un caballero», alguien al que admira y respeta «mucho» y con el que ha mantenido una relación «magnífica» y que no terminará con el final de la etapa del dirigente blanquiazul en el Tenerife. «Le deseo lo mejor en lo profesional y en lo personal», apuntó para advertir de que el club tinerfeño ha estado «muy bien representado» con Concepción, concepto que, a su juicio, no cambiará con la llegada de Paulino Rivero antes del cambio de año.
Ramírez y Concepción compartieron este sábado un almuerzo institucional en un restaurante cercano a la playa de Las Canteras, llamado La Marinera. Junto a ellos, dentro de la representación del Tenerife, los consejeros Conrado González, Samuel Gómez, Francisco Mares y Juan Manuel Quintero, y el director deportivo Juan Carlos Cordero.
