El contrato de cesión de Mohammed Dauda del Anderlecht al Tenerife, hasta el final de la temporada 2022/2023, incluye una opción de compra que podría dejar al extremo ghanés vinculado al club blanquiazul por tres campañas más, pero no a préstamo sino en propiedad. «Lo más normal es que esa opción se ejecute», avanzó ayer el director deportivo Juan Carlos Cordero en la presentación del quinto fichaje de este verano.

Es el resultado de una «operación compleja, difícil» y que tuvo su origen hace «mucho tiempo», cuando el dirigente estableció los primeros contactos con Dauda y con su agente a comienzos de 2022. A esas alturas, Mo ya había empezado a destacar en su primera experiencia en Segunda División. Era uno de los titulares fijos del Cartagena, con el que terminó marcando nueve goles y repartiendo tres asistencias en 38 partidos entre Liga y Copa. Su rendimiento despertó el interés de varios clubes, no solo de España. El propio Cartagena trató de quedárselo. Pero el atacante tomó la decisión de unirse al Tenerife. Sin más. «Pusimos mucho interés e hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos para convencer a Mo, no solo en el apartado económico, sino también en el deportivo, y finalmente él se decantó por nuestro proyecto dentro de todas las ofertas que tuvo», explicó Cordero, convencido de que la «exitosa» temporada 21/22 tuvo mucho que ver en la respuesta del jugador.

Un hombre de palabra. Durante el proceso, el cartagenero confesó que la «barrera del idioma» fue un inconveniente añadido a la hora de seducir a Mo, pero, a pesar de ello, siempre tuvo el presentimiento de que el futbolista no iba a cambiar de idea. «Su entorno, su familia y su agente, pusieron mucho de su parte», apuntó Cordero, que llegó hasta donde pudo en las negociaciones. A partir de ahí, no le quedó otra alternativa que ser paciente y esperar la elección definitiva de Mohammed. «Pudo haber cambiado de plan durante el trayecto, pero se mantuvo hasta el final y, en realidad, no vi peligrar la operación», destacó Juan Carlos, quien, no obstante, tampoco se quedó del todo tranquilo hasta que el acuerdo quedó rubricado.

«Tengo fe en que no estará solo un año con nosotros», afirmó Cordero antes de añadir que Mo estaba buscando una mayor estabilidad después de haber jugado cedido en el Vitesse, Esbjierg y Cartagena, y de saber que no cuenta para el Anderlecth. «Quiere estar en un equipo con más tiempo para evolucionar y crecer», comentó.

Desde ese margen de mejora, Luis Miguel Ramis verá aumentado la pegada de su equipo con un jugador «rápido, potente y muy vertical», un atacante que «puede jugar por la izquierda, por la derecha e incluso en la punta para ir a los espacios», un extremo «que tiene gol, que asiste y que domina las dos piernas». Es justo lo que «demandaba» el técnico, aseguró el director deportivo.«Nos hacía falta un jugador de estas características», concluyó el cartagenero.

Un Tenerife sin estrellas. Durante la exposición de detalles acerca del fichaje de Dauda, Cordero quiso advertir de que el Tenerife no es un equipo que tenga estrellas. «Ni él ni ningún otro van a serlo», garantizó el responsable en el diseño de la plantilla. «Si se acopla y está a un buen nivel, bienvenido será, pero lo colectivo va a seguir primando; eso no se va a negociar, no habrá ningún cambio», agregó hablando incluso en nombre de Ramis. «Eso quedó claro cuando firmamos a Mo y lo recalcamos ahora para que nadie tenga ninguna duda», insistió.

E La vía de Primera. El Tenerife seguirá fichando. Como mínimo, incorporará a un extremo derecho a la plantilla. Tendrá de margen hasta el final del mes de agosto. En cualquier caso, Cordero aclaró que no existe ninguna operación que esté cerca de cerrarse. Es más, indicó que las opciones de mercado crecerán con los descartes de los equipos de Primera. «Ya tenemos una base importante, con los que han venido y los que siguen de la temporada anterior, así que ahora se trata de seguir acertando, pero sin prisas», finalizó el dirigente.