El CD Tenerife no tiene intención de desprenderse de sus principales activos durante este verano. Después de extender su contrato hasta junio de 2025, Juan Carlos Cordero solo piensa en reproducir las muy buenas sensaciones que emitió el equipo blanquiazul durante el curso pasado, solo que en el nuevo curso con un desenlace más exitoso.

En este sentido, el primer paso que ha dado el director deportivo es comunicar a los futbolistas con más cartel y pretendientes del plantel blanquiazul que son intransferibles. Y que el club no va a abrir una puja para sacar tajada del gran último curso que completó cada uno de ellos. Hombres como Juan Soriano, Alexandre Corredera o Sam Shashoua son absolutamente intransferibles. Por dos motivos: el Tenerife no quiere debilitarse ahí donde se considera más sólido, en capital humano; y además considera que tendría un muy estrecho margen temporal para reforzarse.

Hay que tener en consideración que el cuadro de Ramis fue el último en cerrar el curso anterior y, por consiguiente, también será el que disponga de menos vacaciones y días hábiles para reconfigurar su plantel. De ahí que el consejo de administración que encabeza Miguel Concepción se diese prisa en cerrar la renovación de su director deportivo; y que a continuación se hayan agilizado los trámites para confirmar y oficializar los primeros movimientos. Tras la ampliación del contrato de Yeremy Socorro, que dará el salto al primer equipo; se han sumado los acuerdos con dos de los tres capitanes, Carlos Ruiz y Aitor Sanz, que continuarán ligados al representativo.

En cuanto a las opciones de ventas a clubes de superior categoría o el extranjero, el Tenerife ha querido anticiparse a los acontecimientos y ya ha informado a sus futbolistas de su firme posición a este respecto. Tan solo se contemplan traspasos si se producen por las cifras establecidas como cláusulas de rescisión, en todos los casos millonarias; o, llegado el caso, solo si hubiese pretendientes que se aproximasen mucho a estos números.

A falta de apenas tres semanas para la vuelta al trabajo, el club cuenta con todos sus principales baluartes. Sabe del interés que suscitan hombres como Juan Soriano, segundo portero menos batido de la competición; o Sam Shashoua, Corredera o Elady, jugadores que dieron un rendimiento muy por encima del esperado, como así acreditan sus números. Así que les ha transmitido a sus agentes que de ellos cuelga el cartel de intransferibles. Salvo sorpresa o giro de guion inesperado, seguirán a las órdenes de Ramis porque su precio es prohibitivo para posibles compradores.

Corredera vale ocho millones de euros, cifra que se duplica en caso de ascenso a Primera; en el caso de Shashoua, la tarifa es de cuatro 'kilos'.