Desde su retorno a Segunda en 2013, siempre han llegado al conjunto blanquiazul refuerzos que han garantizado una mejoría ostensible en el nivel general y, sobre todo, en puestos relevantes. Real, Lara, Shibasaki, Milla o Lasso aterrizaron en enero.

El Tenerife afronta su mercado de invierno más difícil desde el retorno a Segunda División en el verano de 2013. Sin apenas margen de maniobra, Juan Carlos Cordero lucha por propiciar alguna salida que le permita incrementar antes del lunes la lista de refuerzos que, de momento, se reduce a uno: Sergio González. La intención de Luis Miguel Ramis y el director deportivo era la de mejorar “todas las líneas”. Así lo reconoció el técnico en una rueda de prensa. La realidad, un mercado bloqueado por la crisis del COVID-19, se ha impuesto a esas intenciones.

En esta tesitura, el de este 2021 podría ser la ventana de fichajes con menos actividad de los últimos siete años. En 2014, Quique Medina incorporó a Diego Rivas, Ayoze Díaz, Édgar Méndez y Juanjo Expósito. El portero apenas jugó, pero sus tres compañeros aportaron competencia y minutos de calidad. Una temporada después, en enero de 2015, Alfonso Serrano sumó a Dani Hernández, Juan Carlos Real y Abdón Prats. El dinero no dio para más, pero los dos primeros fueron titulares casi indiscutibles. El delantero balear, ahora de moda, no aportó un solo gol y jugó tirando a poco.

Serrano repitió novedades en 2016, año en el que madrugó para firmar a Saúl García, logró luego la cesión de Moutinho y, al cierre, fichó a Javi Lara. Todos ellos tuvieron minutos y ayudaron al Tenerife dirigido ya por José Luis Martí a soñar incluso con engancharse a la lucha por el playoff.

No fue posible esa temporada, pero sí la siguiente. El equipo blanquiazul, que ya rondaba las seis primera s plazas, realizó tres fichajes invernales. Tyronne del Pino y Rachid Ait-Atmane tuvieron una aportación más irregular, pero el bombazo del mercado llegó con Gaku Shibasaki. Aunque su debut fue tardío, el japonés permitió al Tenerife dar un salto de calidad que le hizo rozar el ascenso en el mes de junio de 2017. De hecho, Shibasaki anotó el gol de la clasificación para la segunda eliminatoria contra el Cádiz; y asistió en los dos tantos tinerfeños ante el Getafe.

El no ascenso metió presión al club insular y a su director deportivo Alfonso Serrano, pero el gran nivel de la plantilla 17/18 le permitió buscar solo retoques en el mes de enero. Llegaron Álex Mula, cedido por el Málaga y Luis Milla. Por este se pagaron 500.000 euros al Fuenlabrada, entonces equipo de Segunda B. El mediocentro madrileño jugó desde que aterrizó en la Isla y fue vendido dos temporadas y media después consu valor multiplicado por diez.

En el curso 18/19 se produjo la salida de Serrano. Llegó Víctor Moreno que, con un millón para gastar, sumó a Mauro dos Santos, Isma López, Borja Lasso, Racic y Coniglio. Ninguno de ellos resultó decisivo en la permanencia. Ya con la soga al cuello, el director deportivo conquense firmó en enero de 2020 a Lluís López, Javi Muñoz, Dani Lasure y Joselu. Todos llegaron cedidos, pero este último con la obligación de asumir tres años de un caro contrato luego.

Luis Milla (2018), Gaku Shibasaki (2017) y Borja Lasso (2019) han sido los refuerzos invernales más llamativos desde el retorno del Tenerife a Segunda.

Horas clave para tomar decisiones

Juan Carlos Cordero sigue fuera de la Isla y realiza numerosas gestiones para culminar alguna salida que le permita fichar lo que tiene ya comprometido, pero a la espera de contar con el margen salarial suficiente para hacerlo realidad. Con el puesto de extremo como prioridad, el segundo delantero y la portería como alternativas, el director deportivo blanquiazul ha sondeado la salida de hasta seis jugadores de la actual plantilla. Con un mercado absolutamente parado en Segunda, solo el FC Cartagena ha podido afrontar una gran reforma (lleva cinco incorporaciones y espera realizar alguna más antes del lunes). Entre los blanquiazules, Valentín Vada es el nombre que atormenta a Cordero en estas horas decisivas. El argentino tiene mercado para salir, pero debe dar el sí definitivo y que la operación cuente con el beneplácito de un tercero: la UD Almería. La situación física de Jacobo o la negativa de otros como Ortolá, Alberto y Joselu dificultan otras vías. Mientras, los jugadores contactados por Cordero esperan pacientemente. Si el sábado no hay novedades, se activará la vía austera y el mercado será fallido.