Aitor Sanz seguirá en el CD Tenerife hasta junio de 2022, una vez alcanzado el número de partidos recogido en la cláusula de renovación automática incluida en el contrato que rubricó la pasada campaña. Entonces, el jugador desbloqueó la negociación para su continuidad en el club insular aceptando un 1+1 que contó con la bendición del director deportivo Juan Carlos Cordero.
Las conversaciones se iniciaron entonces con una idea por parte de la entidad blanquiazul: igualar a los cuatro capitanes. La intención era que Dani Hernández, Carlos Ruiz, Suso Santana y Aitor Sanz firmara solo por una campaña y se fueran ganando ampliaciones sobre el terreno de juego. El entorno del madrileño consideró entonces que su caso era distinto, puesto que se trataba del único de los cuatro que era fijo en las alineaciones titulares. Miguel Concepción, que se había comprometido con los cuatro en el interregno entre Víctor Moreno y Cordero, aceptó abrir algo más la mano con el 16. Se trataba de llegar aun punto intermedio ofreciéndole esa renovación automática.
Como quiera que Aitor se consideraba pieza clave en el centro del campo, la propuesta se basó en elegir una cifra relativamente asequible de partidos. El representante del jugador, Iñaki Espizua, no quería que fuera más allá de la decena. Pero la entidad blanquiazul quiso fijarla en 15 con más de 45 minutos por encuentro para que pudiera tenerse en cuenta, algo habitual en estos casos.
Sanz ha disputado 16 partidos en la presente temporada, 14 de ellos con esa cifra mínima de minutos. Llegará a 15 este domingo contra el CD Castellón. Su continuidad en el Tenerife es, por tanto, un hecho. Contra el Zaragoza y Las Palmas, en las jornadas 11 y 12, fue suplente en una decisión de Fran Fernández incomprensible. Luego, recuperó el protagonismo de siempre.
En sus ocho temporadas como blanquiazul, sus presencias han oscilado entre 34 y 39 choques con la excepción de la 17/18, en la que se lesionó cuando ya totalizaba 28. Tampoco en la siguiente, que la pasó en blanco. Contra pronóstico, su retorno ha sido al máximo nivel. Nadie duda en estos momentos sobre el segundo capitán del Tenerife. Es un fijo.
