Borja Lasso volvió a pasar por el quirófano el pasado viernes, según informó el Tenerife en su página web, para proceder a “eliminar el tejido no funcional” que se ha formado en la articulación, “como consecuencia de un período de rehabilitación lento”, provocado por los meses de confinamiento. La nota del club informa de que Borja Lasso presentaba además “secuelas, con dificultad para la flexión dorsal del pie y deformidad en garra del primer dedo del pie izquierdo”.

Lasso ya fue intervenido en su día por la fractura en el tobillo izquierdo tipo C, con afectación de la sindesmosis, y se le realizó una intervención inicial de urgencia en diciembre del 2019, mediante placa peronea, reducción abierta, osteosíntesis y dispositivo de reparación suprasindesmal. El parte que hace público la página oficial de la entidad blanquiazul, señala que la articulación del centrocampista andaluz presenta buen aspecto desde el punto de vista radiológico, “sin signos de artrosis, con osteosíntesis estable, placa en peroné en buen estado y fractura consolidada”. Además, se añade que “el estudio ecográfico estático-dinámico pone de manifiesto un compromiso a nivel retromaleolar de musculatura flexora, con gran acumulación de tejido no funcional y trastornos en la movilidad tendinosa. Estas secuelas necesitaban, de acuerdo a juicio de especialistas, el tratamiento quirúrgico al que fue sometido en la tarde de este viernes, día 18 de diciembre”.

Lejos de los términos técnicos, el médico del club, Dámaso Moreno, detalla en un vídeo publicado en los canales oficiales, el proceso que ha seguido la lesión del centrocampista desde que sufrió el percance, hace ya más de un año, y que ha derivado en una nueva intervención quirúrgica, en Sevilla, a solicitud del propio jugador.

El doctor Moreno recuerda que “el primer acto quirúrgico fue satisfactorio”, pero explica que luego han ocurrido “una serie de hechos. Tuvo un proceso infeccioso que retrasó el inicio de la recuperación”, y añade que “en estos casos una rehabilitación temprana puede ayudar mucho a la reincorporación del jugador. Luego llegó el periodo de confinamiento, y eso lo alejó de la rehabilitación formal”. El doctor blanquiazul, valora que Borja “es un excelente profesional y ha puesto todo su empeño en no retrasarse, pero el confinamiento originó una serie de consecuencias, la principal los trastornos en la movilidad y una secuela del primer dedo del pie en garra. Esto lo limitaba para la práctica del fútbol”. Moreno recuerda que el futbolista volvió a Sevilla, donde “le retiraron la estabilización de la sindesmosis, pero a pesar de que se hizo de forma satisfactoria no mejoró mucho la movilidad”. Borja ha “seguido con trastornos” y por ello se le hicieron análisis que desvelan, que “aunque la fractura está consolidada y la placa en buen estado, hay mucha limitación por la aparición de tejido no funcional, como consecuencia de esa rehabilitación lenta”. Esto ha motivado esta tercera intervención en el tobillo del futbolista, con la que se espera mejorar la funcionalidad y también “la situación del primer dedo en garra”. El doctor Moreno termina valorando que el futbolista está “en mejores condiciones y esperamos los siguientes días para el inicio de su rehabilitación”, concluyó el médico.