El Lenovo Tenerife somete al Palencia con un gran inicio y lluvia de triples

Una gran puesta en escena (30-16 en el primer cuarto) y una notable actividad en el tiro de tres (10/13 al descanso y 14/24 al final) le han permitido al Lenovo Tenerife sumar su quinta victoria del curso, volver a equilibrar su balance global (5-5) y mantener intactas sus opciones de meterse en la Copa del Rey. Más aún cuando le ha dado un gran mordisco a su average general negativo, que ahora pasa a estar totalmente nivelado.

Ese arranque más que eficiente permitió luego a la escuadra aurinegra jugar en todo momento dentro de una gran comodidad, solventando sin el mayor de los apuros los escasos momentos de intermitencia por los que pasó. Con una destacada producción desde el perímetro, en especial hasta el descanso, la aportación de los dos bases (ante la baja de Jaime Fernández) resultó desequilibrante. Así, entre Huertas (20+9) y Fitipaldo (20+7) sumaron 40 puntos y 16 asistencias para 54 de valoración.

Alejado de cualquier estado parecido a la relajación, la puesta en escena canarista fue más que notable pese al triple tras rebote ofensivo de Van der Vuurst (2-3). Huertas ejerció de canalizador con tres asistencias de lo más variadas: corte hacia dentro de Sastre, continuación de Shermadini y triple de Doornekamp. El brasileño se atrevió también a mirar aro para acabar un 2x2, a lo que se unió, ya con las primeras rotaciones en pista, una paciente circulación de balón. Con un triple de Fitipaldo, a Marco Justo no le quedó otra que pararlo (15-6) sin que se hubieran consumido los cuatro primeros minutos.

Ante la manifiesta inferioridad en juego posicional, el Palencia trató de agitar el partido corriendo o, en su defecto, buscando dentro a un Pasecniks más móvil que Shermadini. Pero esa apuesta visitante solo le dio para meter el duelo en un intercambio de canastas (21-12) antes de que el Lenovo alargara su idilio inicial con el triple gracias a un acierto de Vicedo (4/4 para el 24-12).

Con el encuentro en el sitio en el que hubiera firmado, el cuadro canarista mantuvo su intensidad defensiva, la paciencia delante, y le puso la guinda a esos diez primeros minutos con una asistencia de Huertas (la sexta del cuarto) para que Salin anotara otro triple (5/6) con el que el equipo local alcanzaba su máxima renta (30-16).

Llegó a ser la ventaja aurinegra de 15 gracias a un triple del propio Huertas (33-18), si bien el Canarias dejó de lado toda la cordura mostrada en los compases iniciales, empezó a cometer más imprecisiones de las habituales, y a la vez que sintió cierto canguelo por tener delante los 2,21 de Haarms. Todo, dentro de un partido por momentos muy acelerado y que saldó sus primeros tres minutos y medio del segundo periodo con un raquítico parcial de 3-4 (33-20).

De ese ida y vuelta sin apenas tino trató de escapar el Palencia gracias a su acierto exterior (triples de Van der Vuurst y Whittington), teniendo incluso tiro para ponerse a seis (36-28) en una situación abortada, con un tapón, por Doornekamp. Esa chispa provocada por el canadiense fue la necesaria para que el Lenovo despertara y volviera a producir desde el arco (Fitipaldo dos veces y Huertas otra más) y tuviera, por extensión, más equilibrio en su juego (47-33).

Sin demasiada presencia interior, pero en la reedición de su mejor versión desde el 6,75, el Canarias cerró la primera parte con un sobresaliente 10/13 desde el arco para una renta de 14 (49-35). Colchón en el que Huertas, autor de 10 puntos y siete asistencias, fue el faro principal para someter a un colista al que algunos buenos destellos no le eran suficientes.

Volvió a titubear en demasía el Canarias a la vuelta de vestuarios, dejándose por el camino dos posesiones y errando cuatro de sus cinco primeros tiros. Una deficiente puesta en escena que le dio al Palencia para acercarse a la decena (51-40). Intentona, la visitante infructuosa, porque, a falta de aportación desde el perímetro (1/5 en el tercer acto), Shermadini se puso, por fin, el traje de faena y busco en pintura ese contacto con el defensor que le venía demandando su técnico. Fabricó así el georgiano seis puntos seguidos para establecer una nueva máxima (57-40, 25').

Los bases se gustan

Con un par de acciones más de sus bases llegó a rozar el Canarias la veintena de colchón (63-44), pero entre varios triples y la actividad de Ubal, el Palencia no claudicó y alargó sus escapas opciones de salir airoso (65-52, 29').

Ya en el cuarto periodo el partido se metió en un intercambio de golpes calcados (73-58), pero de nuevo la impronta de Marce Huertas (dos canastas marca de la casa) primero y Fitipaldo después (robo y asistencia para el triple de Sastre) dispararon a los canaristas hasta el 80-61 (34'). Ambos no pararon su particular fiesta y en los minutos finales se siguieron gustando para rubricar una amplia victoria que sirve para sumar y, de paso, para reforzar anímicamente al plantel antes del derbi contra el Gran Canaria.

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