Otro triunfo en el alambre, pero con la Final Four en el horizonte. Un inicio incontestable (30-15) y un segundo arreón mediado el tercer periodo (63-45) no le sirvieron al Lenovo Tenerife para lograr lo que apuntaba a plácida victoria sobre e Tofas Bursa. Y es que negado en el triple y concediendo demasiadas segundas opciones a su rival, el cuadro lagunero se complicó la vida más de la cuenta hasta el punto quedarse a un suspiro de la derrota (78-77).
Más de seis minutos estuvieron sin anotar en juego los canaristas en el cuarto periodo y solo algunas acciones individuales de calidad le sacaron del atolladero frente a un Tofas Bursa que poco a poco fue creyendo en el milagro. Así, un triple de Pako Cruz igualó el marcador a 77 y solo un libre final de Huertas permite a los isleños ponerse a un solo paso de la Final Four. Sasu Salin, autor de 27 puntos (8/12 en triples) y Gio Shermadini (autor de 17 tantos y nueve rebotes) fueron los más destacados del cuadro lagunero, que volvió a tener en el rebote (16 capturas ofensivas de su rival) a su mayor debe.
Como si quisiera darle continuidad al estado de gracia con el que acabó el partido del domingo contra el Real Madrid, la salida canarista fue en tromba. Cerrado su propio rebote, en ataque el cuadro isleño movió bien el balón para tratar de buscar situaciones interiores, pero especialmente para encontrar tiros liberados en el perímetro, bien en las esquinas o a Salin saliendo de los bloqueos (8-2). Una producción (anotó sus cinco primeros tiros) que, sin embargo, no llevó el cuadro tinerfeño, en forma de solidez absoluta, al otro lado de la pista. Grieta que el Tofas aprovechó -sin noticia de segundas ayudas- con fáciles canastas debajo del aro, tanto de sus grandes como de sus pequeños cortando por línea de fondo (15-10).
Pero la pegada canarista aumentó de potencia con la inspiración de Salin. El finés, tocado por una varita, anotó todo lo que le llegó a sus manos, básicamente desde el perímetro, ya fuera aprovechando bloqueos, con tiros liberados o buscándose sus propios lanzamientos tras bote. Así, Sasu se fue hasta los 17 puntos en apenas ocho minutos con un inmaculado 1/1 en tiros de dos y 5/5 en triples. Máximo exponente de un equipo, el lagunero, que había puesto tierra de por medio (30-15) gracias a su excelente hoja de servicio de cara al aro turco: 4/4 en tiros de dos, 6/8 en triples y 4/4 en libres.
Primera impresión de insultante sencillez en la que tal vez se regodeó el Canarias, que desde la culminación de ese nuevo y espectacular arreón empezó a perder toda su puntería y fluidez ofensiva (31-17, 10'). Así, y pese a su buena circulación, un paciente dentro-fuera y su insistencia en el rebote ofensivo, los de Vidorreta gastaron casi tres minutos del segundo cuarto antes de anotar su primera canasta de campo (triple de Todorovic para el 34-19).
Trabado en ataque, el Canarias se dejó varios balones por el camino, lo que aprovechó el Tofas para correr y hacer daño a campo abierto para un parcial de 5-12 (35-27). Bache ya algo preocupante no por la renta previa que todavía servía de colchón, sino por el colapso ofensivo que llevó a los de Vidorreta a estar otros tres minutos más sumando solo desde el tiro libre: 6/8 en el segundo acto. Ahí, la entrada en cancha de Guerra sirvió como faro interior para los locales, que si bien siguieron sin estar nada atinados desde el arco (2/8 en ese periodo), sí supieron tener calma para encontrar al grancanario y mantener a buen recaudo su ventaja (41-27).
Pese a alguna pérdida tonta de más (10 al descanso) y no saber digerir por momentos la zona 2-3 planteada en algunas acciones por los otomanos, al Canarias le bastaron unas cuantas buenas defensas y otro triple de Salin -el sexto para alcanzar los 20 puntos- para llegar al intermedio con una notable ventaja de 14 puntos (47-33), la misma que había ya logrado al término del acto inicial. Todo presidido por una casi siempre fluida e inteligente circulación que llevó a los isleños a repartir 15 asistencias en los 20 primeros minutos.
También se sostuvo el Lenovo, en el arranque del tercer acto, desde el 4,60 -más alguna canasta de Shermadini- para contener la impronta de Cook, tan vertical en el 1x1 como incisivo en el rebote ofensivo (52-40). Una espesura que rompieron, de cuajo, Shermadini con un gancho y, quién si no, Salin con otros dos triples para el 63-45 (26'). Fiesta desde el arco a la que se sumó Sulejmanovic (66-50).
Pero lejos de venirse abajo, el Tofas insistió y trató de sacar partido del 1x1 ante una defensa canaristas algo blanda por momentos. Con Cook desbordando a Rodríguez y Cruz trayendo por la calle de la amargura a Sastre, el conjunto otomano llegó a situarse por debajo de la decena (66-57, 29'). Incluso dispusieron los visitantes de dos triples para meter el miedo en el cuerpo a los isleños antes del acto final.
Situación y sensaciones ya preocupantes, toda vez que el Lenovo no fue capaz de recuperar sus mejores prestaciones ofensivas (vivió de una canasta en juego durante más de seis minutos) y porque se empeñó en darle vida a su rival, desacertado desde perímetro, pero sí muy productivo en el rebote ofensivo y yendo hacia dentro. De esta forma el Canarias vio como poco a poco la cosecha de su inicio arrollador y de su también notable puesta en escena del tercer acto (+18) se le iba por el sumidero.
Mientras el Canarias se desangraba en el lanzamiento exterior y en situaciones muy forzadas de tiro, el Tofas logró ponerse a dos puntos (70-68, 36'). Respondieron Huertas y Wiltjer (74-70), pero los turcos se reconciliaron con el arco (74-73) justo antes de que Shermadini eligiera un mal momento para fallar otro libre (75-73 a 1'55). Una buena defensa y una canasta de Huertas ahuyentaron un miedo canarista que ya era más que palpable (77-73, 1'12”).
Insuficiente para terminar de enderezar el rumbo, y es que pese a que Cook solo aprovechó un libre (77-74), en el siguiente ataque Wiltjer erró desde una esquina. Bola extra que el Tofas , y tras el enésimo rebote ofensivo de la segunda parte (sumó 16), no desaprovechó con un triple de Cruz (77-77) con poco más de 17 segundos por jugarse. Huertas amasó el balón hasta el límite, y sin opciones de encontrar a Shermadini bajo el aro, se fue hacia dentro. Su tiró se quedó cortó, pero el brasileño supo forzar la personal de Ugurlu a dos segundos del final. El brasileño anotó el primero, lanzó a fallar el segundo, y ahí, con mucho más sufrimiento del esperado, se acabó el choque. El próximo martes, en Turquía, los de Vidorreta no pueden permitirse otro bache como el de este primer duelo de la eliminatoria.
