Con 10-1 de balance y todos hablando maravillas de su Iberostar Tenerife, ¿le cabe a Txus Vidorreta la camisa en el pecho?

Sí, sí. Soy una persona bastante normal. En los momentos malos tengo carácter para salir adelante, y en los buenos, humildad para saber disfrutarlos sin excesos.

¿Pero llegó a imaginar un registro tan bueno a estas alturas?

Hace muchos años que ya casi ni miro el calendario, simplemente los dos o tres siguientes encuentros, básicamente para organizar los viajes. En mis primeros años como profesional sí me fijaba y me marcaba objetivos, pero en realidad es un error. Ahora vivo el momento y trabajo para ganar cada partido. De esa manera es como se puede conseguir un éxito como el que estamos viviendo hasta ahora.

¿Qué dejó más tocado al equipo, la lesión de Todorovic o quedar eliminado a las primeras de cambio en la Final 8 de Atenas?

La lesión de Dejan. Esa derrota contra el Zaragoza nos afectó pero también nos permitió reaccionar, mejorar y aprender mucho; y seguramente gracias a ese tropiezo hemos sido capaces luego de sacar muchos partidos en ACB. En cambio la lesión de Deki nos afectó profundamente y nos dejó muy tocados. Él estaba muy implicado e ilusionado, y se lesionó de nuevo en el mismo sitio y sin haber debutado. Ha sido el momento crítico de la temporada del que nos hemos sabido rearmar.

¿Hubiera sacrificado varias de estas victorias con tal de tener a Todorovic disponible?

Me hubiera encantado tenerlo. Ya tenía muy buenas referencias suyas, pero cuando lo conoces, lo amas. Es un tío positivo y es él el que ahora nos anima a nosotros. Está como loco por venir a Tenerife, pero le tenemos que frenar para que siga con su rehabilitación en Bilbao y en las manos de Aitz Landaida. Claro que cambiaría muchas cosas con tal de que Deki estuviera con nosotros este año.

En este basket sin público y en el que se percibe cada palabra de los protagonistas, ¿es Vidorreta uno de los técnicos más expuestos por su vehemencia?

Creo que expuestos estamos muchos. En las primeras cinco o seis jornadas hubo bastantes técnicos descalificados, y no fui yo de los primeros. Estamos en un proceso de aprendizaje en el que los árbitros quisieron marcar un poco el terreno y yo he entendido muy bien el mensaje. Por eso estoy tratando de ser mucho más constructivo de lo que soy cuando descargo esa vehemencia que tengo, a la vez que dejo que trabajen los árbitros, que este año lo están haciendo bien.

“La lesión de Todorovic ha sido el momento crítico de la temporada; pero el equipo se ha sabido rearmar”

O sea, que ha aprendido a morderse la lengua...

Claro. Al no haber público se oye todo. Estamos obligados a hacer ejercicios de contención; nosotros y seguramente también los árbitros. Así fluye mejor el trabajo de las dos partes.

Parece que está más relajado también con sus propios jugadores. ¿Únicamente es cuestión de los buenos resultados?

Tenemos muchos jugadores que conocen muy bien nuestro sistema y mi estilo. Los que ya estaban y los que han llegado este año. Tengo mucha confianza en ellos porque por lo general toman muy buenas decisiones. Y eso te lleva a no tener que corregir tantas veces y a la vez ser menos agresivo. Como con los árbitros, estamos en una situación en la que hay que dejar que las cosas fluyan... y eso estamos tratando de hacer.

Incluso ha sido usted el que ha intentado calmar a sus jugadores, en especial a Huertas...

Sí, es Marce el que ahora está un poco más vehemente... incluso cuando está jugando de lujo, como ocurrió el pasado domingo. Es un jugador con mucho carácter y como lo conozco bien sé que ahora necesita que yo le trasmita esa calma y tranquilidad. Es un ganador total y quiere que todo salga perfecto. En Champions está recibiendo un trato que desde luego no merece, y eso le pone un poco nervioso hasta el punto de que le afecta también a algún partido de ACB.

¿Le han cogido la matrícula a Marce los árbitros de la BCL?

Sé que la Champions piensa que él es una de las estrellas de la competición, pero parece que no así la dirección arbitral.

¿Y eso tiene arreglo?

Lógicamente estamos trabajando. Pero el problema lo tienen ellos, porque si lo que quieren es perder a una de las figuras de la competición, pues lo acabarán consiguiendo.

“Tengo gran confianza en los jugadores porque suelen tomar decisiones muy buenas; hay que dejar que todo fluya”

Salvo la semifinal de la Supercopa todos los partidos en el Santiago Martín se han saldado con victoria del Iberostar. ¿Echa de menos el apretar los puños a la grada tras los triunfos?

En ocasiones al menos aprieto los puños hacia el palco, pero a veces ni me miran, y hasta que llegas al vestuario no puedes celebrarlo. Sí, sí, echo mucho de menos el poder irme de la cancha chocando las manos con los chavales o levantando el puño con las peñas. Pero al menos me consta que el equipo está despertando mucha ilusión y admiración.

¿También añora los roces con algún que otro aficionado?

[Risas] Eso no se echa de menos nunca. Prefiero no tenerlos. Los dos casos que hubo el año pasado se solucionaron muy fácilmente con las disculpas tanto de los aficionados como mías. Ellos a veces se exceden y yo debo tener más templanza. Lo bueno es reaccionar y pedir disculpas, y estoy seguro que no se volverán a repetir.

Con el equipo en racha, ¿le viene bien este parón, o físicamente ya lo necesitaban?

A mí me hubiera gustado jugar otro partido esta pasada semana, eso está claro. Pero sí es cierto que es muy positivo tener un cierto descanso, sobre todo para los jugadores de más de 30 años. Y además, este paréntesis nos viene de lujo para empezar a integrar a Santi [Yusta] en el trabajo diario.

En pretemporada afirmaba que, este año sí, tenía un equipo cuyo objetivo debía ser dejar a los rivales en menos de 75 puntos, pero en cambio lo que ha hecho es convertirse en una máquina de hacer puntos...

Tengo claro que poseo un equipo con mucho talento ofensivo, y por eso les trato de buscar objetivos donde podemos tener debilidad. Marce y Gio, por ejemplo, sufren más detrás que delante; y por ahora el primero está haciendo un trabajo correcto en defensa, pero es que Gio está extraordinario, sobre todo en el bloqueo directo, y eso nos abre muchas opciones y nos ayuda a crecer. Solo hace falta ver el +/-, donde aparece un Doornekamp, una garantía en cualquier equipo, pero es que Shermadini también está en el top ten. Y eso, cuando apenas has ganado partidos por más de ocho puntos, significa que defensivamente hemos dado un paso al frente.

¿Pero y a nivel ofensivo?

Pues Marce, Gio y Aaron han empezado muy bien, al igual que Sasu salvo los primeros partidos y el último. Pero sobre todo la irrupción de Fitipaldo nos ha dado muchísimo. Esos puntos de Bruno, llegando además en momentos importantes y dándonos algo que no teníamos, que es el tiro de tres desde el bote, nos permite estar en unos registros anotadores que son los mejores de nuestra historia reciente.

En los últimos cuatro partidos su equipo promedia más de 20 asistencias y un 51,5 por ciento de acierto en triples. Números soñados por cualquiera...

Sí. Eso tiene mucho que ver con la confianza que hemos ido adquiriendo en base a las victorias y las remontadas. Cuando el juego fluye es difícil ver a un equipo con mejor circulación de balón y tanto acierto. Pero no solo somos capaces de anotar de tres, sino también en pintura y con buenos porcentajes en tiros libres. Creo que la idea está muy asimilada por los jugadores y eso es muy importante.

¿Y que le queda por mejorar?

Bueno, tenemos una cierta laguna en el rebote, aunque no nos suelen penalizar con muchos puntos. Pero es cierto que si cerráramos algo mejor esa faceta podríamos correr más, tal y como se vio en el último cuarto de Valencia.

¿Es este año, con tantos aplazamientos de por medio, el más propicio para que un equipo de nivel medio como el Canarias haga saltar la banca a poco que tenga algo de suerte?

Lo único en lo que tenemos que pensar en el Canarias es en el partido del Obradoiro. Es cierto que la Champions acertó mucho reduciendo el número de partidos, ya que eso nos ha venido muy bien en lo físico porque estamos más descansados, y en lo mental, al no existir esa presión de viajar por Europa. Ganamos mucha tranquilidad de cara a lo más importante ahora, que es nuestra salud.

“El de Cerdeña ha sido uno de los peores días de mi vida”

¿Cómo lleva Txus Vidorreta eso de que la Covid condicione su día a día?

Lo llevo con preocupación, sobre todo por las cifras de contagios y fallecimientos, aunque ya exista un poco más de control sobre lo que debemos y podemos hacer. En marzo era todo una locura y ahora parece que se ve ya la luz al final del túnel. Como profesionales hacemos burbuja de equipo y burbuja familiar. Me relaciono con muy poca gente y trato de que sea en entornos abiertos. Mantenemos todas las prevenciones, aunque sabemos que aún así puede ocurrir algo, sobre todo porque tenemos familias e hijos, aunque en los colegios se están haciendo bien las cosas. Con la llegada de la vacuna seguro que en menos de un año estaremos en una situación mucho mejor.

Al margen de la derrota contra el Dinamo Sassari, dio la sensación de que el Vidorreta que se vio por televisión ese día no era usted...

Nos encontrábamos incómodos. En Cerdeña las cosas estaban mal y, por ejemplo, en el hotel había mucha gente sin mascarilla. Estábamos mal, mal, mal. Ha sido uno de los peores días de mi vida. Y eso al final se notó en el equipo. Íbamos ganando y cuando nos dimos cuenta nos habíamos salido del partido. Muy pocas veces he visto al equipo así de fuera del partido. Y seguramente yo también lo estaba. No me gustó cómo se llevaron los protocolos desde la Champions en el tema del Covid, algo que Galatasaray sí hizo muy bien. En Sassari no supimos nada de la realidad hasta la misma tarde del partido, con dos jugadores contagiados y un entrenador que no había dirigido el partido anterior... Al menos hemos entendido que hay cosas mucho más importantes que simplemente un partido.