El Tenerife no pasó del empate ante el líder Espanyol, que fue mejor en el juego durante casi todo el tiempo. Los locales, notablemente inferiores en el medio del campo, tuvieron que dedicar sus esfuerzos a contener el ataque catalán con un repliegue desde el que salieron al ataque muy pocas veces. El mejor tramo de juego de los de Fran Fernández fue el primer cuarto de hora, de la mano de la explosividad de Nono, que puso dos centros de calidad desde la izquierda. El primero de ellos, a los 2 minutos, rematado por Aitor Sanz, obligó al meta Diego López a realizar su mejor intervención de la tarde. Los escarceos de Shashoua cerca del área, en su nueva posición de enganche, fueron diluyéndose.

Con el paso de los minutos, el Espanyol se adueñó de la posesión, defendió cara a cara en todo el campo, recuperó muy rápido el balón, ensanchó el campo de ataque, y generó situaciones centrando desde los costados, aunque nunca disfrutó de ventajas en el área. Una volea en carrera de Raúl de Tomás (6') y un disparo franco, alto, de Puado tras el rechace de un córner, fueron sus mejores opciones, a pesar de disfrutar de cinco saques de esquina y de someter al Tenerife en su mitad de campo.

Los locales fueron interpretando de manera distinta el juego. Trataron de ser más directos para sacudirse la presión del rival, entró Vada para unir más las líneas con la pelota, pero el Espanyol siguió estando por encima en la primera media hora de la segunda parte. Puado y Fran Mérida, sin mucha claridad, culminaron con disparos el dominio 'perico', que generó otra media docena de saques de esquina. Con el paso de los minutos, el mando visitante fue decreciendo y el Tenerife se atrevió, con Apeh en lugar de Fran Sol, a acercarse al área visitante, pero sin opciones para generar ninguna ocasión. El empate final premia la tarea defensiva local y castiga la falta de claridad del Espanyol, pero no deja del todo contentos a ninguno de los dos equipos.