Ibrahima Barry, un mediocentro juvenil de 18 años, fue la novedad en los dos entrenamientos que realizó el Tenerife ayer, los últimos antes del viaje del lunes a Murcia. El primero en El Mundialito y el segundo en el Heliodoro. Hoy hay jornada de descanso y mañana se llevará a cabo el viaje.

Ibra, de madre tinerfeña y padre de Guinea Conakry, ha sido uno de los pilares del equipo que dirige Cristo Marrero, como lo fue en los equipos inferiores de la cadena de filiales antes de llegar a la Liga Canaria. Es un jugador posicional que apunta muy buenas maneras en un puesto tan específico y cotizado.