El mundo del deporte parece haber cerrado por completo el capítulo de suspensiones, para abrir la de las obras solidarias con los damnificados por el virus. A nivel corporativo, destaca el Consejo de la FIFA, que, reunido ayer, aprobó varias medidas como la donación de 10 millones de dólares (9,2 millones de euros) a la Organización Mundial de la Salud o la creación de un grupo de trabajo con las distintas Confederaciones continentales para coordinar la respuesta global a la pandemia.

Otras figuras del fútbol han dado un paso adelante. El jugador sueco del AC Milan Zlatan Ibrahimovic ha iniciado una campaña para recaudar fondos para ayudar a los hospitales de Italia.

Distinta muestra de solidaridad es la que protagonizan Real Valladolid, Éibar y Osasuna, que han rechazado el ofrecimiento para hacer test del coronavirus a sus empleados, porque "hay colectivos menos beneficiados, con más necesidades y problemas, que tienen que tener más acceso a esa prueba". Mientras, el Espanyol ha donado 6.000 mascarillas a diferentes centros médicos y hospitalarios. En Londres, el Chelsea ha ofrecido su hotel, situado en las cercanías de Stamford Bridge, para que lo use el personal sanitario de los hospitales. Por otra parte, los jugadores de la selección alemana de fútbol han donado 2,5 millones de euros para ayudar a combatir la pandemia del coronavirus.

Otra manifestación de solidaridad es la de la futbolista del Pescados Rubén Burela FS, Cristina Pérez, que se ha ofrecido como enfermera en el País Vasco para prestar servicio.