El Tenerife buscará esta tarde ponerse la etiqueta de mejor equipo de las últimas cinco jornadas en Segunda con una victoria ante el Rayo Vallecano sobre la que seguir argumentando que su escalada en la clasificación es posible. La euforia no se ha disparado en la Isla, pero la buena trayectoria del mes de enero y la reciente victoria ante el Extremadura a domicilio pueden disparar las miradas hacia arriba en la clasificación. De ello trata de escapar Rubén Baraja, quien recordó el pasado viernes que a su equipo solo le distancian tres puntos del abismo.

Partido a partido, con la agresividad y el compromiso de este 2020. Así quiere el preparador pucelano a sus jugadores, cuya confianza ha crecido hasta el punto de controlar grandes tramos de los encuentros. Nada que ver con aquel equipo timorato y que dudaba de sí mismo que visitó Vallecas en el mes de octubre. Con la identidad más definida, es ahora el cuadro franjirrojo el que llega metido en problemas. Y estos son tanto de índole extradeportivo (la volcánica relación de Paco Jémez con la cúpula del club) como deportivo, después de cuatro empates consecutivos y con el tren del ascenso escapándose semana a semana. La grave lesión de Leo Ulloa completa el cuadro de un equipo que, pese a contar con el segundo tope salarial más alto de la categoría, no acaba de mostrar la regularidad deseada.

Así las cosas, el Tenerife deberá modificar menos. Puede que Suso Santana recupere su plaza en la banda derecha del centro del campo en detrimento de Shaq Moore, uno de los goleadores en el Francisco de la Hera. Pero el resto de integrantes del once podría repetir, salvo que las molestias que arrastra Aitor Sanz le aconsejen parar. No hay motivos para retocar lo que viene funcionando estas últimas semanas.

En cambio, el Rayo deberá lucir su fondo de armario en el Heliodoro para presentar un once competitivo. Cuatro jugadores más ofensivos son baja, ya sea por sanción (Oscar Trejo), enfermedad (Andrés Martín) o lesión (José Ángel Pozo y Leo Ulloa). Yacine Qasmi, llegado del Elche en las postrimerías del mercado de invierno, apunta a nueve titular. De Frutos y Jony Montiel entrarían en la segunda línea, que completaría otro refuerzo invernal, Isi Palazón.

Entre los logros que puede desbloquear la escuadra blanquiazul esta tarde están los de sumar tres triunfos consecutivos por primera vez desde la temporada 17/18 o acumular cuatro victorias consecutivas en casa (ya ha ganado a Albacete, Girona y Sporting en los tres últimos), también por primera vez desde hace dos años. Si lo consigue, la jornada puede depararle algo más de aire en su relación con las cuatro últimas plazas de la tabla.

Históricamente, no es el Rayo un equipo al que se le dé especialmente bien visitar la Isla. Solo ha ganado en una oportunidad (1-2 en el curso 1996/1997) y ha perdido en cinco de sus últimas seis visitas. Los de Jémez, como es lógico, pensarán que las estadísticas están para romperlas. El Tenerife, en cambio, se aferrará a ellas para mantener la recuperada imagen de fortín que ha dado el Heliodoro después del parón navideño.

Para Baraja, el duelo tiene algo de especial. Dirigió a los franjirrojos en el curso 16/17, aunque los malos resultados provocaron su destitución después de 13 jornadas al frente del que entonces era, como ahora, un recién descendido con demasiadas prisas.