El Tenerife de la primera vuelta, el que tocó fondo con la derrota en Riazor ante el Deportivo de La Coruña, no era un equipo que compitiera con garantías. Muy al contrario, era candidato al descenso de categoría. Por eso, el paso adelante que se vio el pasado sábado contra el Albacete supone el principio del camino para recuperar el nivel mínimo deseable. "Nos faltaba equilibrio", aseguró ayer Álex Muñoz quien consideró que ahora sí han encontrado la manera de "ser competitivos".

A su juicio, la mejoría pasa por una mayor intensidad en entrenamientos y partidos, que les debe permitir "salir de abajo". Con Rubén Baraja, el conjunto blanquiazul es ahora "más agresivo en defensa", lo que le permite "ganar más duelos individuales", algo que puede "definir partidos" en Segunda. Además, el técnico les pide ser "agresivos e intensos", también en ataque, para generar "ocasiones de gol. El otro día entraron y esperamos seguir en esa dinámica".

Para Muñoz, cualquier cambio "lleva su proceso de adaptación" y la filosofía de Rubén Baraja empieza a dar sus frutos. "Creo que estamos encontrando el camino para ser competitivos, con una intensidad determinada y con concentración. Poco a poco lo estamos encontrando. Hay que ser muy agresivos y en ataque ser más verticales", explicaba el ahora lateral izquierdo de la escuadra insular. En ese puesto se está sintiendo "más cómodo" con el paso de los partidos, aunque sea "central".