Un gol de Rodrigo en la primera parte y un trabajo defensivo espectacular de todo el equipo dieron al Valencia el pase a octavos en un partido espectacular, y apeó a un Ajax que le faltó la efectividad como todo el campeonato.

Fue un encuentro vibrante, tenso, eléctrico y largo, muy largo. El trabajo colectivo atrás y un latigazo en el momento correcto dieron la victoria al Valencia, que pasa como primero de grupo.

El guion del partido en la primera parte fue cómo se esperaba. Un disparo de Van de Beek que Doménech mandó a córner y otro de Tadic que dio en el exterior de la red hizo vibrar a la grada. El Valencia sufría para mantener la portería a cero, pero las tornas cambiaron poco a poco.

El gol del Valencia llegó en el 24 gracias a una internada de Ferran Torres. Al extremo derecho le dejaron espacio para pensárselo y, en lugar de disparar, le dio un excelente pase a Rodrigo que el delantero no desaprovechó, batiendo a Onana por arriba.

Los últimos minutos de la primera parte fueron un ir y venir. Un ángel de la guarda llamado Gayà apareció por la portería de Doménech y sacó, en la línea, una pelota que peinó Van de Beek y que la grada ya cantaba como gol.

En la segunda parte se dio una alteración del factor tiempo-espacio digna de un estudio científico. Para los de Celades, las manijas del reloj se ralentizaron, los minutos parecieron horas y tocó sufrir. Para los de Ten Hag, el cronómetro voló como un rayo. Fue un asedio, pero el Valencia resistió.