Aunque técnicamente no es tal, María Estella podría considerarse un refuerzo más para David Amaral -al margen de los de Jujuba y Allegra Poljak- en su estreno con el Granadilla Tenerife Egatesa. La lateral catalana sufrió, el pasado 21 de enero (en un amistoso de su selección autonómica contra Chile) una rotura parcial del ligamento interno, así como una microfractura trabecular de la meseta tibial externa, percance físico fortuito (una rival impactó contra ella) que si bien no le obligó a pasar por el quirófano, sí la ha tenido fuera de combate "más de seis meses" en la que ha sido su lesión "más grave en ocho años como profesional". "Para mí resultó un revés anímico enorme ya que me encontraba en un momento muy bueno, ayudando al equipo con tres goles y varias asistencias", admite, ya con perspectiva, la jugadora.

La gerundense se puso en manos del prestigioso traumatólogo Ramón Cugat en "un primer mes y medio en el que fue vital no pisar el suelo". "El tratamiento consistió en magnetoterapia, presoterapia y también ejercicios isométricos, estos últimos para no perder del todo la musculatura de la pierna", explica la defensa, que ya luego pudo volver a la Isla y continuar con el proceso de recuperación en manos de la fisio de la UD Granadilla, Alba Mena. "Hizo un trabajo excepcional desde el minuto uno, trabajándome aspectos como la movilidad de la pierna y la mecánica para volver caminar", explica María, que comenzó a recoger los frutos de una correcta planificación en el tratamiento. "Empecé a cargar peso de manera progresiva, con trabajos de extensión de cadera y rodilla, y en ningún caso cojeé ni se hinchó la rodilla", relata la catalana.

En la recta final de la recuperación entró en escena Laura Díaz, preparadora física del club sureño, que incidió en "una rutina de readaptación funcional para llegar a tener el mismo tono muscular y estado físico anteriores a la lesión". Fue el penúltimo paso de "un proceso muy duro", que ha venido de la mano del "alta médica" el día 18. Ahora, seis meses después del inesperado contratiempo Estella se siente casi como una más. Vuelta a la normalidad en la que mucho ha tenido que ver su empeño diario y plan milimétrico, pero también el apoyo "de directivos, técnicos y jugadoras". Eso sí, la catalana destaca por encima del resto a las citadas "Alba Mena y Laura Díaz" por su "profesionalidad", y a sus compañeras "Ana González y Eva Llamas" en su labor de "su apoyo incondicional". Ahora María tiene la ocasión de devolver el respaldo como mejor sabe: en el terreno de juego.

Lo pondrá todo para hacer su "mejor temporada"

Apta ya para volver a trabajar y ser una más en la UD Granadilla Tenerife Egatesa, la defensa admite afrontar la pretemporada "con sensaciones especiales". "No he tenido vacaciones para poder estar lista y tratar de hacer la que espero que sea mi mejor temporada hasta el momento", destaca la gerundense, que aún así quiere tomarse este retorno con calma. "Supongo que poco a poco entraré con el grupo y que a final de la preparación ya estaré totalmente lista a disposición del míster", significó al respecto. En lo colectivo Estella intentará poner su granito de arena para que el conjunto sureño esquive un mal comienzo, su mayor debe de estos últimos cursos. "Aunque si arrancamos de esta forma y acabamos bien, pues bienvenidos sean esos puntos que se pierden de entrada", dijo con una sonrisa. Al contrario que su presidente Sergio Batista, la lateral considera que "los objetivos deben ser los mismos de los últimos años", algo que ella cifra en "estar entre las seis primeros", si bien no niega que "la Primera cada vez está más fuerte". En este aumento de nivel María espera que su equipo también suba de escalón con "dos fichajes muy fuertes", que también tendrán la misión de hacer olvidar a "Sara Tui, cuya baja seguro se va a notar".