tercera rfef | 11ª jornada

Reparto de puntos en un entretenido derbi aronero

Marino e Ibarra empatan en un choque vivo en el que destacan los goleadores Víctor y Arturo, y los porteros Kikvidze y Galván

Los capitanes, Valiente y Moreno, con el trío arbitral. | | CD MARINO

Los capitanes, Valiente y Moreno, con el trío arbitral. | | CD MARINO / Acan

Acan

El derbi aronero de Tercera terminó en tablas. Durante los primeros 45 minutos se pudo ver a un Marino más dominador, que llevó el peso del juego frente a una escuadra de Quico de Diego bien posicionada y que esperaba su oportunidad a la contra. A los ocho minutos, los de Constantino Tirado disfrutaron de su primera aproximación con una falta lanzada por Joel que cabeceó Yeray. Galván la desvió con una salvadora parada.

Acto seguido, el Marino acarició su primer tanto con un remate de Balaid, pero Galván volvió a mostrarse providencial. Antes del cuarto de hora, fue Gibril quien tuvo en sus botas el 1-0 en el área pequeña, pero Kike se cruzó a tiempo para mandar a córner el balón.

En el 22’ se produjo la réplica del Ibarra con una contra en la que Arturo cedió sobre Denzel para que ejecutara un disparo, solo ante David Kikvidze, que rechazó el cancerbero. A la media hora, el equipo de Constantino Tirado encontró el premio por medio de Víctor Rodríguez, quien superó a Ángel Galván con un toque sutil.

En el 36’, el Marino pudo ampliar las diferencias con un contraataque en el que Valiente asistió sobre Sergio Merkulov, quien conectó un disparo que sacó Fede Olivera bajo línea de meta.

Tras la reanudación, el Ibarra sorprendió restableciendo la igualada con un cabezazo de Arturo, libre de marca, tras una falta ejecutada por Brian Torres.

En el 66’, un testarazo de Víctor Rodríguez se fue alto. Ya en el 73’, una recuperación de los marinistas le llegó a Balaid para que se sacara un tiro que se encontró con la soberbia intervención de Galván.

Ya en las postrimerías, el Ibarra estuvo cerca de vencer, al recoger Marcos un rechace en un córner para lanzar un tiro que desvió David Kikvidze, salvando de esta manera a su equipo de la derrota.