La tinerfeña Elena Domínguez ha decidido colgar el gorro después de estar tres años defendiendo los colores del CN Echeyde, sus Guayotas, una decisión que viene determinada por una lesión en un hombro derecho que le ha generado mucho dolor desde principios de año. Entre esa situación, que requeriría de una operación para subsanarla y su posterior recuperación, y el avance en sus estudios de Fisioterapia, han provocado que la realejera haya decidido dar carpetazo a su etapa en el waterpolo.
Relacionadas
La lateral-extremo de 19 años ha sido una de las referencias del vestuario chicharrero durante los últimos tres años (llegó procedente del CN Reales en la temporada 20/21), siendo partícipe de los mayores logros de las Guayotas en la última etapa, justamente la de mayor éxito.
Con ella, el club logró un ascenso meteórico en el plano deportivo, consiguiendo alcanzar la División de Honor femenina en dos años, tras la escalada desde la Segunda Nacional a la Primera División y de ahí a esa máxima categoría, en donde las chicharreras lograron el séptimo puesto este ejercicio en la liga.
"La lesión en el hombro ha sido una de las causas, pero también los estudios. Esa situación no la veo compatible. Es una gran carga. Ha sido una decisión que ya estaba analizando desde mediados de la temporada, pero el hombro ya me empezaba a fastidiar con dolor y hasta aquí", resumen Elena, que fue internacional y campeona de Europa con la selección española Sub-15.
La jugadora recordó que de seguir jugando la operación era inevitable, "y es eso lo que no quiero. A lo mejor sería la mejor opción, pero considero que mi carrera deportiva ya la tengo amortizada y en mi profesión necesito mis brazos".
Elena Domínguez mostró "pena por dejarlo porque son muchos años. Tengo sentimientos encontrados por eso de dejarlo o no, la parte deportiva contra el formarme para la vida profesional. A mis compañeras solo les puedo agradecer el haber estado en los buenos y malos momentos y, por supuesto, las echaré muchísimo de menos”.