El Clarinos gana el derbi y acaba con su mala racha

El Tenerife Clarinos vuelve a sonreír 11 jornadas después. Las moradas no ganaban desde el 12 de octubre, pero ayer pusieron fin a su desastrosa racha al vencer al Spar Gran Canaria en un derbi canario muy reñido y en el que las pupilas de Raquel Álvarez –que dispuso de ocho jugadoras profesionales– supieron sufrir. Las laguneras se vieron siete abajo (53-46) al inicio del cuarto final, pero un parcial de 6-22 permitió a las tinerfeñas asaltar el Gran Canaria Arena. Kai James, autora de 16 puntos (la mitad en el tramo final) y otros tantos rebotes, resultó clave.

Raksanyi inauguró el marcador, mientras que las grancanarias respondieron con sendas canastas de Blasigh y Lashawn. Iho López replicaba en las filas tinerfeñas (8-7), y aunque Petra Holesinska ponía el 13-7, Raksanyi y Sheppard obraban la remontada (13-14) antes de un 8-0, que dejó algo tocado al Clarinos (21-14). El cuadro tinerfeño redujo distancias al inicio del segundo acto (21-18) para que el partido se metiera en un intercambio de canastas (35-32). Nesbitt, con un libre, dio una ventaja de cuatro puntos a las amarillas coincidiendo con el descanso (38-34).

Tras el intermedio la igualdad se mantuvo, con dos equipos atascados en ataque. Fruto de ello, el encuentro llegó al ecuador de este tercer período con un ajustado marcador, merced a una canasta de Conchi Satorre (40-39). A continuación Aisha Sheppard puso por delante en el electrónico al Tenerife, lo que derivó en un tiempo muerto de José Carlos Ramos (40-41). El técnico amarillo pareció acabar con la pasividad de sus jugadoras, merced a las canastas de Nesbitt y Koné, quien llegó hasta los 16 puntos. En la recta final de este tercer acto, Montenegro, muy efectiva desde el triple, y Satorre no dejarían escapar a las grancanarias (46-46), si bien sendas canastas de Nesbitt y Fall pusieron el (50-46).

La propia Nesbitt, desde el triple, siguió incrementando las diferencias hasta el 53-46. El partido amagaba con romperse. Sin embargo, Satorre y Sheppard obligaron al tiempo muerto local (53-51). Tras la interrupción, las grancanarias despertaron frente a un Clarinos, que nunca permitió que las amarillas rompieran el partido (57-55).

Montenegro volteó la balanza y James dio el mando del partido a las tinerfeñas. El Clarinos, en un momento clave, se sintió muy cómodo sobre el parqué de la cancha de Siete Palmas, e Iho López, muy inspirada, obligó a José Carlos Ramos a detener de nuevo el encuentro (57-64). Con el Spar a la desesperada, Aisha Sheppard puso la sentencia (59-68) en favor de las moradas.