Voleibol/ CEV Champions League

Un Tenerife Libby’s inferior en Turquía

Las de Juan Diego García se encontraron enfrente a un Fernerbahce Opet intratable y aún así provocaron que se mostraran sus debilidades, sobre todo en el segundo juego

Meg Wolowizc y Julie Lengweiler logran bloquear un ataque de Meliha Diken en un instante del encuentro.

Meg Wolowizc y Julie Lengweiler logran bloquear un ataque de Meliha Diken en un instante del encuentro. / CEV CL

El Tenerife Libby’s no pudo traerse nada positivo de su visita a Estambul (Turquía) ante el todopoderoso Fenerbahce Opet, en lo que significó su debut en la fase de grupos de la CEVChampions League. En este caso, el contundente de 3-0 fue el resultado de las diferencias entre uno y otro equipo, el turco completamente consolidado en «su liga», y el tinerfeño, que se enfrentaba como novato a uno de los mejores conjuntos de Europa en la mejor liga del mundo.

Falló el saque, el bloqueo funcionó de forma intermitente y el ataque no pudo superar a los grandes bastiones locales que actuaban en la red. Un auténtico equipazo con piezas muy valiosas, el caso de Arina Fedorovtseva (MVP del partido) o Anna Lazareva, que incordiaron en todo momento a la defensa lagunera.

No obstante, a pesar de las diferencias entre uno y otro conjunto, las jugadoras de Juan Diego García mostraron una buena imagen en su papel de visitante y ante una bulliciosa afición que no dejó de animar a las suyas en ningún momento.

Principalmente llamó la atención la lucidez mostrada por el Tenerife Libby’s a lo largo del segundo cuarto que se resolvió en un set–point y que puso en evidencia que el Fenerbahce tiene debilidades y que si las laguneras pueden explotarlas en la vuelta pueden pasar algunas cosas positivas, al igual que sucedió ante el Calcit Kammik esloveno hace dos semanas en los cruces de acceso.

Al margen de lo deportivo, especial preocupación por la lesión de Patricia Aranda tras empatar en ese segundo set a 16. Las dudas invadían al grupo. Parecía que iba suponer un gran golpe a la moral y al corazón de las blanquiazules. Pero no, ni mucho menos. Las jugadoras mantuvieron un nivel excelente que llegó a meter el miedo en el cuerpo a las mujeres de Zoran Terzíc.

Por lo demás superioridad clara del Fenerbahce, muchos asuntos que corregir por parte de Juan Diego García para darle equilibrio a un equipo que a pesar de todo está entero y mantiene su competitividad en cualquiera de las situaciones que se creen en la cancha.

Igualdad en los inicios

En los inicios del primer cuarto la igualdad se adueñó del parquet con Julie Lengweiler y Avie Niece contrarrestado en buena medida los ataques turcos, que no estaban muy centradas desde el servicio. Eso provocó un toma y daca muy vistoso hasta el empate a 10 obra de Avie y a placer desde la red.

A partir de este punto llegó la inestabilidad y con ella las dudas. Asli Kalaç desde el zaguero y un bloqueo en la red a Julie provocaron el inicio de un parcial de 6-0 (16-10) que cambió el partido a favor de las locales y ni un tiempo muerto pedido por Juan Diego García para parar el encuentro pudo variar la dinámica.

Entonces, las ventajas del Fenerbahce fueron creciendo poco a poco y ya la nave tinerfeña empezó a zozobrar sin remedio hasta el contundente 25-17 (1-0).

Pero en el segundo set, cuando todo parecía que no iban a cambiar las cosas, y mucho más tras recibir un 3-0 de inicio, aparecieron Lisbet Arredondo y Meg Wolowicz (hasta entonces desapercibidas) y el equipo ganó en consistencia e incluso se puso por delante (7-8). Otro parcial de 4-0 hizo temer lo peor, pero empezó a funcionar el bloqueo, las diagonales entraban y la defensa dio un paso más adelante igualando el partido hasta en cuatro ocasiones (11-11, 13-13, 15-15 y 16-16), hasta que llegó el momento en que Patricia Aranda cayó lesionada.

Tras su retirada de la pista, el Fenerbahce siguió en lo suyo machaconamente hasta que un parcial de 0-3 (19-20) volvía a enganchar al Tenerife Libby’s al partido ante la desesperación de Terzíc, que se vio obligado a pedir tiempo muerto. La igualdad era absoluta y se llegó al set point hasta en dos ocasiones con las tinerfeñas cargando el ataque sobre la líbero Gizem Örge, pero al final el juego cayó del lado turco tras un engaño, como no, de Arina Fedorovtseva (27-25, 2-0).

En el tercero, en los momentos iniciales se mantuvo la igualdad con diferencias de entre 1 y 2 tantos siempre a favor de la conexión turca, pero cuando empezó a crecer (11-7) el técnico andaluz pidió tiempo muerto para intentar dar soluciones a un equipo que estaba a la baja y que empezaba a notar en falta la inteligencia y el criterio de Patricia Aranda.

Y no encontró con la tecla adecuada, lo que permitió al conjunto asiático jugar a placer e imponiéndose en la red con solvencia hasta el final del partido (25-15, 3-0).

La próxima cita europea será el día 20 ante el LKS Lodz polaco. En la Superliga Iberdrola, este sábado (17:00) ante el Kielce Socuéllamos en el pabellón Santiago Martín.

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