Algo ha cambiado en el mundo de las artes marciales, especialmente en lo referido al kickboxing, y es que durante los últimos años se ha convertido en uno de los deportes de moda en los centros deportivos y gimnasios en los que se le da una visión muy alejada a la agresividad a la que siempre se le ha asociado. De hecho, en estos momentos esta actividad está articulada como un deporte para ponerse en forma; para hacer defensa personal, como en otras muchas; o para competir, como sucede con otro tipo de prácticas como el kárate, judo y demás.

Muy alejado de los estereotipos de antaño, «el kickboxing es un deporte de entrenamiento muy dinámico y que se puede practicar simplemente para ponerse en forma, como herramienta de defensa personal y, el que quiera un nivel más, en un espacio competitivo. Es como sucede con el boxeo y otros variados», explicó el presidente de la Federación Tinerfeña de Kickboxing y Muay Thai, Manuel Requejo.

Tal es el desarrollo de la actividad que desde hace años se le ha dado un impulso a todos los estamentos federativos, «especialmente al de la formación a usuarios y a los propios entrenadores, lo que ha permitido cambiar malas prácticas y costumbres que, como en todos los deportes, existían en el kickboxing».

La Insular ha logrado estabilizar los estamentos para permitir la formación desde la base

Requejo pone en valor que durante los últimos años se desarrollan competiciones entre clubes y gimnasios de forma reglada, «y de todas las edades, niños, jóvenes, y adultos sin distinguir clases sociales. Importante es la labor de cantera y la formación de los propios técnicos», pero especialmente está orgulloso de la participación de «las mujeres, que le están dando fuerte a la actividad. Además, también el inclusivo y ahí tenemos un brillante campeón, Víctor Larreira», añadió.

Metódicamente, los más pequeños aprenden a distintos niveles «como en otras artes marciales», siendo muy precisos en los aprendizajes y grados «como son los de point fight, semi contac, light contact, kick contact, low kick o el más competitivo K-1», añadió.

Hasta tal punto ha sido el crecimiento que Manuel, que también es vicepresidente de la Federación Canaria que preside Néstor Navarro (del que puso en valor su gran trabajo y ayuda), recordó que en la actualidad existen solo en la provincia unas 750 licencias, «lo que indica la importancia de este deporte en la actualidad», expuso con optimismo.

En el último Nacional, Canarias consiguió 40 medallas, de las que los tinerfeños sumaron 31

Ese entusiasmo se ha visto reflejado durante el pasado Campeonato de España de Kickboxing por selecciones celebrado en Córdoba y en donde la expedición canaria logró 12 oros, 17 platas, y 21 bronces, de los que los tinerfeños lograron 7 primeros, 10 segundos y 14 bronces. «Es un auténtico éxito en todos los sentidos y eso que bajo mi punto de vista nos merecimos mucho más premio a nivel general por distintos motivos».

Manuel Requejo explicó que este crecimiento tampoco ha venido solo, sino que «ha coincidido con la salida de la Federación de la anterior junta directiva, que dejó una deuda de 130.000 euros. Ha sido muy duro durante estos casi cuatro años de esfuerzo para lograr sanear la Tinerfeña».

«Estuve durante 15 años al frente de ella y la dejamos sin deuda cuando nos fuimos. Años después hemos regresado y nos encontramos la sorpresa, algo esperada, por cierto. Con trabajo y mucho apoyo hemos podido disminuirla hasta casi dejarla a ‘0’ y además, hemos crecido», dijo con mucho orgullo el presidente de la Federación insular.

¿Retos? Pues Requejo lo tiene muy claro: «Seguir creciendo con orden y dejar de lado los prejuicios sobre un deporte que es noble y dignifica a las personas. En todos los sitios hay ovejas negras y nosotros estamos cambiando esto con orden, entusiasmo y mucha formación», aseguró para concluir.