¡Candela y ruido!

La cumbia de Omar

El cantante Omar Xerach regresa fuerte con nuevo estilo

Omar Xerach, en una imagen promocional.

Omar Xerach, en una imagen promocional. / El Día

Job Ledesma

La carrera de Omar Xerach es algo extraña: empezó como un cantante-compositor solvente un tanto underground, consiguió una cierta popularidad y de repente le pasó lo de La voz. Participar en el programa le hizo popular con todo el efecto que tiene la exposición televisiva. Podemos decir la simplada de que, tras eso, Omar Xerach se reinventa, y hay mucha verdad en el tópico. «Se hace complicado, nunca llevé muy bien la adulación o la notoriedad más superficial, me recluí en casa un tiempo para evitar esas situaciones, ahora creo que hubiera actuado diferente. Mis propios principios también me cerraron puertas que otras personas hubieran soñado. Mi regreso me lo debo a mí y a la gente que me ha apoyado de cualquier manera en estos años. Intuyo cosas muy bonitas en el horizonte».

Hace meses me lo crucé en un trabajo de esos alimenticios y le vi la cara de las personas que no son felices y que van tirando. Poco después lo vi de nuevo sobre el escenario de una de las jams de La Bowie; era un Omar pletórico, dominando la tarima, cantando de la manera sobrada que le caracteriza.

Precisamente en La Bowie brinda hoy sábado, 13 de abril, un concierto que marca su regreso serio a los escenarios tras muchos años. No se sube a su nombre a un escenario: «Desde la Noche en Blanco 2019. Después vino la pandemia y una época muy dura personal. En cuanto a lo de hoy en La Bowie, será una presentación con banda en directo, unos músicos de alto nivel. Sr. Coconut será el maestro de ceremonias y habrá invitados de la talla de Fernikhan, Ayo Lion, Louis Perozo, Óscar Oapé, Gremio Ayala entre otros». Suena potente. Otra cuestión llamativa es que al Omar compositor ahora le sale cumbia. ¿Por qué? «Tengo una conexión familiar con Argentina, de ahí me interesé mucho en la música argentina. La cumbia es uno de los movimientos que más me han llamado la atención de allí, siempre. Me di cuenta de que es un género disfrutable y que, lo más importante, me hace disfrutar y me permite cantar en el sentido de que es un género donde entran melodías pop, reggae, salsa [este periodista tiene la teoría de que se puede hacer versión en cumbia de cualquier canción del mundo]. Quiero que mi cumbia sea única y canaria pero, ciertamente, tiene una impronta argentina bastante importante».

Menuda vuelta. Mientras, está facturando el producto viral OX Sessions. De nuevo tira de referencia argentina. «Se me ocurrió hacer unas session para las redes sociales a modo Bizarrap pero sin encasillar el género. Por ahora han funcionado muy bien, también así puedo ser creativo y diversificar canciones e ideas para otros artistas que admiro y que quieran colaborar».

Quiebro en la carrera del incansable Resonance. Aprovecha el respaldo de Keroxen para elaborar una obra que reproduce la atmósfera, acústica y ambiental, del mítico tanque del festival de origen. Javi Resonance tiene una facilidad natural para hacer orgánica la electrónica. Valediction es capacidades analógicas, mucha reverberación, momentos pausados sin despreciar la carga rítmica. En cortes no demasiado extensos crea un viaje enigmático y envolvente. Su eterna cara de niño hace difícil hablar de que es una obra que abre la puerta de una apabullante madurez, pero todo eso es este disco.

El movimiento de hartazgo colectivo en Canarias tiene reflejo en la música. Es cierto que muchos cantaron sobre la particularidad de las Islas, ese paraíso mentiroso donde el clima benigno y (una parte de) el paisaje ocultan una situación social y económica al borde del tercermundismo. El cuarteto de rock potente de Tenerife, The Sunders, lanza un nuevo single con un título lo dice todo: Isla de asfalto, donde estrenan además vocalista. El mensaje puede perderse algo al emplear el inglés, pero el talento de la nueva cantante y la solvencia de toda la banda consiguen la pegada necesaria.

‘Hazte diyei’

Exceso de repertorio

Los DJ nos cansamos de la música y de nosotros más rápido

Otro de los temas de debate recurrente en el mundo pinchadiscos. Junto con lo mucho que nos quejamos de los otros DJ y las peticiones del público (temas ya tratados en esta columna) está la necesidad de cambiar el repertorio a cada rato, de que si de semana en semana no te cargas en el pen como cincuenta temazos de estreno, no te sientes DJ.

¿Cuántos temas nuevos necesitamos? En la era de Soundcloud y las DJ Pools, la cantidad de novedades es alocada. Un matiz: no todo son cortes de estreno, tengo calculado que entre el 60 y el 75% de las novedades son revisiones (edits, remixes, mashups, etc) de canciones previas, algunas del momento, otras de toda la vida. Hay algo que tenemos claro los DJ: cada temporada tiene su puñadito de éxitos que marcan el momento. Al igual que a veces se pone de moda un clásico en múltiples versiones (¿qué pasa ahora con Pereza, La Oreja de Van Gogh y Enanitos Verdes?).

A pesar del síndrome TikTok y de la emergencia de estos tiempos, el flujo de nuevos temas al top está limitado. Aquí los DJ de underground lo tienen más fácil porque lo que marca la pauta es el estilo y no la popularidad. Aún así. ¿Necesitamos tanto material nuevo todo el rato?

Yo digo no. Yo digo repite. Yo digo afianza lo que haces bien. Yo digo que tú eres el único que se escucha. Si pinchas dos, tres o más veces por semana es fácil que te aburras de repetir trucos y temas. Si pinchas menos pero te manejas en lo alternativo, es fácil que desees cambiar el repertorio en cada nueva sesión. Creo que es un error.

La virtud del DJ está en lo que pone pero también en cómo lo pone. La creatividad es nuestra principal herramienta para distinguirnos de una playlist cualquiera. Me encanta el concepto de minisesión. Coge una pieza que te guste muchísimo e inventa a su alrededor, mezcla en armonía con otro corte super sugerente, haz trucos con la letra, desarrolla una transición de BPM loca, y si funciona, repitela. ¿Te cansaste ya de ella? Repítela. ¿Te dice un día un colega que vale ya de ese truco? Entonces deja de hacerlo, pero rescátalo de vez en cuando.

Nosotros nos escuchamos cada noche pero el público te baila de vez en cuando. Hasta como residente fijo de un local la asistencia fluctúa, es raro que alguien te vea varias veces a lo largo de un mes, alguien que no sea camarero de un garito, claro.

No dudes en asentar lo que sabes. La renovación constante no está mal, pero impide otro apartado importante de nuestra creatividad: el desarrollo y el trabajar bien las buenas ideas.