Txabi Franquesa llega a Puerto de la Cruz con su última propuesta, ‘Escocía’

El humorista catalán actúa el miércoles 6 de diciembre, a las 20:00 horas, en el Espacio Cultural Ábaco

Txabi Franquesa

Txabi Franquesa / El Día

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

El humorista Txabi Franquesa regresa a Tenerife con su último espectáculo, Escocía, una propuesta que se podrá ver el miércoles 6 de diciembre, a partir de las 20:00 horas, en el Espacio Cultural Ábaco de Puerto de la Cruz. Conocido por sus intervenciones en diferentes programas de televisión y en películas llega con esta nueva función, considerada su propuesta más madura y que surge del «escozor generacional, de la lucha de un hombre ya en los 40, a caballo entre la juventud y la vejez», afirma él mismo. Las entradas se podrán comprar a través de internet y en el propio espacio antes del espectáculo.

Esta nueva propuesta del cómico barcelonés es una batalla contra la dicotomía de quien se siente joven pero que, en realidad, «está más cerca del Imserso que del movimiento universitario», reconoce entre risas. Y, por eso, esta condición le genera un constante debate entre el optimismo y el pesimismo sobre el escenario. Escocía es una propuesta familiar, que está indicada tanto para nostálgicos como para jóvenes futuristas.

Txabi Franquesa afirma que se trata del espectáculo «con más sentido que he hecho hasta ahora» ya que es una idea que nació de la propia «necesidad vital y terapéutica» del humorista y, aunque reconoce que «el humor costumbrista no siempre requiere de necesidad terapéutica», en este caso «sirve para validar a varias generaciones y consolarnos ante lo que se nos viene encima, a base de carcajadas continuas».

Esta nueva propuesta es fiel al estilo del cómico catalán, una forma de hacer reír que lo ha convertido en uno de los humoristas más reconocidos del país. Abanderado de la «furia inofensiva», afirma que, inevitablemente, el último espectáculo «será siempre el más maduro». El humorista barcelonés se define como «poco nostálgico» y por eso siempre piensa que «lo mejor está por venir». Con esta nueva propuesta el cómico considera que «ha habido un cambio de ciclo humorístico» porque, «afortunadamente, nuestro humor evoluciona con nosotros y creo que eso es buen síntoma».

A lo largo de su carrera se ha enfrentado a diferentes formatos y aunque no podría elegir uno por encima del otro, sí es capaz de establecer grandes diferencias: «Digamos que el plató de televisión sería el sexo con preservativo y el teatro, el sexo salvaje». Así, Franquesa considera el humor toda una terapia: «Cuando te atreves a hacer humor sobre lo que más te duele, acortas plazos de duelo y te liberas automáticamente. Yo soy mi único censor. Aunque sí es cierto que llego a medir al público para saber cuándo y cuánto puedo apretar».

A la hora de enfrentarse a este espectáculo, Franquesa reflexiona sobre la situación actual de la libertad de expresión, pero no solo en el plano del humor ya que «en los últimos tiempos hemos vivido una regresión global tremenda en muchísimos aspectos. El humor todavía resiste porque se ha convertido en la canción protesta de antes que, por cierto, ha dejado de existir». Así, más allá de este espectáculo, Txabi Franquesa reflexiona sobre el género del humor en España, del que dice que, «por salud mental, vivo absolutamente alejado del gremio y de la profesión»: «Mi vida no viene marcada por mi profesión, y no necesito que todo gire en torno a lo que hago para ganarme la vida. La distancia es una herramienta muy poderosa, casi tanto como el humor».