¿Colaboró Manuel Chaves Nogales con el MI5?

Yolanda Morato no solo ha descubierto 500 artículos escritos en el exilio, sino aspectos de su posible colaboración con el espionaje británico

Manuel Chaves Nogales

Manuel Chaves Nogales / El Día

Francisco millet alcoba

En los últimos años venimos asistiendo a la recuperación de la figura humana y profesional del periodista Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897-Londres, 1944) y de su obra periodística, una de las mas prestigiosas, especialmente durante los años de la Segunda República, que sirvió para engrandecer el oficio gracias a su lúcida inteligencia y su indomable independencia profesional. Así, hemos conocido la gran biografía que firmó la profesora Isabel Cintas Guillén, El oficio de contar; más tarde, la publicación por Libros del Asteroide de su gigantesca Obra completa, que reúne en cinco volúmenes todos sus trabajos literarios y periodísticos conocidos hasta entonces, y una última publicación firmada por Francisco Cánovas, bajo el título Manuel Chaves Nogales. Barbarie y civilización en el siglo XX, donde se analiza su visión de los grandes acontecimientos acontecidos en el siglo pasado. Pero hasta ahora apenas sabíamos sobre su trabajo y su actividad periodística durante sus años de exilio, de 1940 a 1944, año en que murió de manera repentina en Londres. Esto queda subsanado con Manuel Chaves Nogales. Los años perdidos, de la profesora Yolanda Morató (Huelva, 1976), a cargo de la editorial Renacimiento.

Hay que decir de entrada que, sin ser exhaustivo, este es el libro más ilustrativo y descubridor en el seguimiento de los años del Chaves Nogales en Francia y el Reino Unido. Morató, en un trabajo investigador de primer orden, detalla paso a paso los años del periodista en París y, sobre todo en Londres, hasta su muerte. El principal mérito del volumen es el descubrimiento y la recopilación de más de 500 artículos publicados por Chaves Nogales y desconocidos en España hasta ahora; también ilumina aspectos poco claros de su actividad y corrige otros, como que su huida a Londres no fue en el barco y por la ruta que se ha venido escribiendo, sino por otra, que contó con la ayuda nada menos que del primer ministro británico Winston Churchill.

Una de las revelaciones más curiosas que destapa Morató es la relación de Chaves Nogales con el servicio de inteligencia y espionaje británico. Cuenta que el MI5 creó a inicios de la Segunda Guerra Mundial el Camp 020 para internar a los sospechosos que llegaban procedentes de Alemania, Austria e Italia. Allí fueron a parar también dos periodistas españoles sospechosos de colaborar y espiar para Alemania y su servicio secreto, el Abwehr. Eran Luis Calvo, que años después desarrolló una importante actividad como periodista en España, y Juan Puyol, el famoso agente doble Garbo. Calvo, a su vuelta a Londres en 1938, comenzó a realizar actividades «contrarias a Gran Bretaña», según constató el MI5, que puso bajo sus pasos a dos agentes encubiertos que se hicieron pasar por galeses que odiaban a Inglaterra. El nombre de Chaves Nogales no tardó en cruzarse con el de Calvo. En diciembre de 1941, hubo un primer encuentro entre ambos, según documentan los servicios de inteligencia. Cuatro meses más tarde, en marzo de 1942, Chaves Nogales volvió a aparecer en un informe del MI5. Según Morató, o bien lo seguían como sospechoso o más bien lo utilizaban como contacto para realizar otras operaciones. En este caso sería un colaborador.¿Qué papel jugó Chaves Nogales en la operación por la que Calvo fue detenido y apresado en febrero de 1942? ¿Lo utilizó el MI5 para obtener la información que el servicio no pudo obtener de Calvo? ¿Quizá para entretener a este mientras colocaban micrófonos en su apartamento? No queda claro, aunque sí, según los informes del MI5, que realizó algún tipo de colaboración para los servicios de inteligencia británicos.

Volviendo a la generalidad del libro, hay que decir que ningún investigador había emprendido hasta ahora la tarea de determinar con precisión y con registros contables cómo fue la vida de Chaves Nogales durante los cuatro años que pasó en Londres. Cuando dejó España es ya un prestigioso periodista internacional; además pertenecía a una red profesional de colaboradores. En Francia trabaja para la agencia Havas, entonces la mas importante del país.

El volumen enmienda además un dato hasta ahora recurrente: que cruzó el canal de la Mancha desde Calais a Dover a bordo del S.S. Madura. Morató demuestra que no fue así. Con la mediación de Churchill, Chaves Nogales viajó desde Burdeos con un grupo selecto de personas a bordo del Berkeley. Más tarde, en Le Verdon, pasaron al barco Navira, atravesaron el canal de Bristol y llegaron al puerto de Milford Haven, en Gales.

Además, hasta ahora tampoco se conocía gran parte de su actividad profesional en Londres, más alla de sus comienzos en el Evening Standard y en la BBC, de la actividad en la Atlantic Pacific Press Agency (APPA) y de una docena de artículos. Pero el libro nos descubre más de medio millar de textos sin recopilar publicados en más de 15 diarios brasileños, como parte de los planes del Ministerio de Información británico.

Su primer año se dividió entre dos agencias: la Havas reconvertida en AFI y Cooperation y la APPA. A partir de 1941 se cargó de trabajo, seguía con la APPA y con AFI. Su trabajo para AFI, canalizado por Reuters en territorio iberoamericano, llegaba muchas veces a los dos o tres artículos diarios. Un trabajo tan importante o más como el realizado en España.