Óscar Lorenzo muestra ‘La vieja escuela’ en Chicharro Tattoo Gallery

La exposición, que incluye una docena de piezas, permanecerá abierta durante un mes

Almudena Cruz

Almudena Cruz

Chicharro Tattoo Gallery retoma, después de cambiarse de sede, la actividad expositiva con la que nació hace ya 14 años. Las instalaciones situadas en la céntrica calle Doctor Allart, número 50, inauguraron el viernes la exposición que su creador, Óscar Lorenzo, ha bautizado con el lema La vieja escuela. Estará abierta durante un mes, aproximadamente, y los que quieran disfrutar de una docena de creaciones de este artista tinerfeño pueden acudir de lunes a viernes en horario de 11:00 a 14:00 horas y de 16:30 a 19:30 horas. La galería también permanecerá abierta los sábados en horario de mañana, concretamente entre las 11:00 y las 14:00 horas.

Óscar Lorenzo muestra ‘La vieja escuela’ en Chicharro Tattoo Gallery

Dueño de Chicharro Tattoo Gallery, Diego Mena. / Carste W. Lauritsen

La muestra nace también, y en cierto sentido, de la amistad entre el gestor de la sala, Diego Mena, y el propio Lorenzo. Fraguada hace años en la Escuela de Arte Fernando Estévez, se ha ido consolidando y la creatividad es parte esencial en ella. «Al mudarme a este nuevo local, quise retomar la parte de galería porque de ahí viene su nombre: Chicharro Tattoo Gallery», explicó Mena. «Pensé en Óscar porque es un gran amigo. Empezamos juntos en la escuela de arte con esos primeros bocetos en aquellas libretas. Compartíamos la pasión y el gusto por el dibujo. Pero, sobre todo, pensé en él porque recientemente está haciendo cosas muy interesantes y muy potentes. Creía que era el mejor para arrancar con las exposiciones en este espacio», añadió.

Óscar Lorenzo muestra ‘La vieja escuela’ en Chicharro Tattoo Gallery

Artista Óscar Lorenzo. / Carsten W. Lauritsen

Las piezas que desde el viernes cuelgan de las paredes del local chicharrero son, en parte, un recorrido por los últimos trabajos del también director de arte en la agencia 22Grados. «Cuando Diego me propuso hacer la exposición, me emocioné bastante. Hay dos piezas que hice con la intención de que fuera aquí donde se vieran físicamente por primera vez pero, de resto, son obras que he ido sacando poco a poco», explicó Lorenzo. El autor no oculta su predilección por los grandes formatos. «Será, supongo, por el impacto. Solo hay veces que trabajo más pequeño porque tengo un trozo de tela o de papel que quiero aprovechar», reflexiona.

Colores

La elección y el tratamiento de los colores también forman parte de su sello personal. «Los colores flúor son por mi generación, soy un pedazo de boomer. El movimiento pop pegó muy duro y yo todavía rasco de eso. Esos colores cantosos, chillones, me gustan pero siempre intento que haya equilibrio. Busco una cierta sobriedad dentro de una paleta a lo mejor no muy amplia. El flúor o los colores me atraen mucho», detalló.

Los primeros pasos de Lorenzo fueron de la mano de un lápiz y un papel. En el dibujo, explicó, están sus orígenes. «Pero siempre me atrajo la pintura», continuó. «Luego empecé a combinar carboncillo, acuarelas, pinturas acrílicas sobre papel, rotuladores, etc. He ido mezclando cosas pero últimamente me dedico más a la pintura. Pinto, por ahora, con acrílico».

Poco a poco, está encontrando un espacio personal en este terreno y eso, además de muy cómodo, le hace sentirse feliz. «Me he dado cuenta de que es la técnica donde yo me quiero mover, aunque haya veces que me apetezca volver a dibujar. Tengo claro que si lo que quiero es ir avanzando debo probar cosas nuevas y me gusta la pintura».

Un autorretrato basado en una instantánea captada por el fotógrafo tinerfeño Esteban González (Encarneviva) y una pieza inspirada en una instantánea del abuelo de Lorenzo son las dos obras más recientes de esta exposición individual de en la capital.

«Este es un proyecto personal, aquí es donde encuentro mi libertad de expresión. Me dejo llevar y disfruto, necesito de este espacio», concluyó el artista.

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