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El futuro de las bibliotecas canarias: biblioguaguas y papel dinamizador

La Viceconsejería de Cultura adelanta la confección del Mapa de Bibliotecas,

el Plan de Fomento y el Pacto Social como implementación de la ley de 2019

Panorámica de la sala de estudio de la biblioteca de Tenerife Espacio de las Artes TEA. | | E.D.

El Archipiélago era la única comunidad autónoma sin ninguna ley sobre bibliotecas en el territorio español hasta que en el año 2019 se promulgó la Ley 7/2019 de la Lectura y de las Bibliotecas de Canarias. La tan ansiada normativa se hizo de rogar, pero su puesta en marcha en la última década le ha dado la oportunidad de incorporar una visión en la que estas infraestructuras no sean meros espacios de intercambio de libros y de concentración en época de exámenes, sino que garanticen el acceso al conocimiento y, también, a la transformación social. Esta es una de las primeras conclusiones del informe Estudio de la situación de las bibliotecas y la lectura en las Islas Canarias, de la consultora y bibliotecaria Alicia Sellés Carot, a cargo de la Viceconsejería de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias. 

«Hay un sabor agridulce en la foto que compone este estudio. No obstante, hay que destacar que recoge la percepción de la ciudadanía y uso e impacto de los usuarios, por lo es una estrategia pionera que ya ha interesado a otras comunidades, como la Valenciana», declara la autora. Las cifras son esclarecedoras: la ratio documento/habitante es de 1,5 mientras que la ratio documento/habitante desciende al 0,5. Para hacerse una idea, de los más de 2 millones de personas que habitan las Islas, solo 66.448 personas tienen el carnet activo, de cuyo total se desprende que el 3,6% es en la provincia de Las Palmas y el 2,8% de la provincia de Santa Cruz de Tenerife -sorprende que, en el caso concreto de El Hierro, sea cero-.  

Datos desalentadores

Con un total de 173, el número de bibliotecas por islas -atendiendo a la titularidad pública y consultables en el directorio de la página web Biblioteca de Canarias- es la siguiente: en la vertiente occidental, La Palma tiene 22, mientras que La Gomera posee 3 y El Hierro solo 2 y Tenerife adelante con 68; en cuanto a la vertiente oriental, La Graciosa no tiene ninguna, Lanzarote asciende a 10, Fuerteventura suma 12 y, por último, Gran Canaria tiene 56. «Esta diferencia entre capitalinas y no capitalinas se fundamenta en dos cuestiones: la propia distribución sociodemográfica, ya que, al haber más territorio, hay más municipios y también hay más tejido del que participan las universidades y, por otra parte, las políticas de los cabildos en esta materia», razona Sellés.

Al estudiar las características de las colecciones, solo el 10% alberga colecciones locales, en cambio, la implementación de videojuegos o juegos no llegan al 1% y, sobre los fondos reservados a colectivos con necesidades especiales, queda en el 0,10%. Acerca de la población que utiliza estos recursos, es mayoritariamente adulta alcanzando el 77%, mientras que el público juvenil es del 11% y el infantil del 12%. El estudio refleja que las mujeres suponen el 66% y los hombres el 37% del total

«Estamos en un proceso de transición entre la nada normativa y la falta de coordinación hacia un modelo más moderno, transformador, accesible y coordinado entre todas las administraciones», apunta Juan Márquez, viceconsejero de Cultura y Patrimonio Cultural. El primer objetivo de este plan es confeccionar el Mapa de Bibliotecas de Canarias, una amplia visión que refleje las deficiencias y fortalezas de cada barrio isleño. «A falta de los mapas de La Palma, El Hierro y La Gomera, esperamos que esta propuesta esté lista a finales de verano para así construir el mapa autonómico, que nos indicará el camino a seguir», manifiesta. 

Camino a innovar: la Biblioguagua

Las competencias de la ley de Bibliotecas tienen tres estadios institucionales: el Gobierno canario, los cabildos insulares y los ayuntamientos. El viceconsejero recuerda la necesidad de repartir las responsabilidades y actuaciones, aunque su área ha tomado la delantera al proponer ayer, en la Comisión parlamentaria, la creación de un Plan de Fomento de la Lectura de Canarias 2030 con el fin de incentivar la lectura. En paralelo a la iniciativa, se trabaja en diferentes líneas: el establecimiento del Pacto Social para la Lectura, el aumento presupuestario de las partidas a servicios bibliotecarios, un plan de formación continuado a los trabajadores que incluya la dinamización en redes sociales y, también, la inclusión de un transporte inusual en las rutas acostumbradas: la Biblioguagua

«Esperamos tener en verano buenas noticias», explica Márquez, «las biblioguaguas recorrerán las zonas con un déficit y, además de llevar las obras del catálogo de la red BICA, organizarán actividades culturales para dinamizar estos lugares». La movilidad podrá acercar a los vecindarios más lejanos la posibilidad de impregnarse de cultura. «Queremos que las bibliotecas sean espacios culturales y la ciudadanía las reconozca no solo como algo imprescindible sino como algo cotidiano». En este sentido, los espacios Makers harán la diferencia: «La mayor parte de los usuarios toman a las bibliotecas como un mero servicio para transaccionar libros y préstamos, y pierden la ocasión de transformarlo en un espacio de participación cívica. Hay algunas bibliotecas que tienen talleres, impresoras 3D o similares, pero no hay un concepto conjunto de laboratorio de creación», apunta Alicia Sellés. 

La directriz es involucrar a la sociedad en el futuro modelo de las bibliotecas canarias para lograr que contribuya a su desarrollo, como aliada en el Pacto social de la lectura. «Los derechos culturales son fundamentales en la construcción de la democracia, la libertades, la dignidad y el desarrollo individual y colectivo, así que esta es una legislatura de la consolidación», se compromete el viceconsejero Juan Márquez.

La digitalización del espacio

Biblioteca de Canarias es una de las apuestas del organismo público. Incluye el registro de los fondos y programas al estilo de Escritores desvelados, Deletreando Canarias o el podcast Nada como un libro, aparte del Directorio Bibliotecas de Canarias. Su labor ha sido reconocida con la Distinción Sello Consejo de Cooperación Bibliotecaria 2021 del Ministerio de Cultura. El estudio intuye que la renovación del sistema será un aliado para la Agenda Digital Canaria. Además, las narrativas digitales son un punto de inflexión, dice Sellés: «El concepto de recursos de información en el siglo XXI es un espectro muy grande. Por ejemplo, la ficción digital, que muchas veces pasa por el videojuego, es una fuente de información y de narración que hay que seleccionar, ofrecer y difundir, como hacemos con los libros». | C.R.

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