Hacer visible lo invisible

Nace la compañía teatral Hojarasca, que en marzo estrena su primera propuesta, ‘Ardiendo como mariposas’, en Guía de Isora

Los integrantes de la nueva compañía teatral Hojarasca.

Los integrantes de la nueva compañía teatral Hojarasca. / MARIA PISACA

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

‘Ardiendo como mariposas’ es la propuesta escénica de la recién formada compañía Hojarasca. Juan Carlos Tacoronte, Jonatán Rodríguez, Oswaldo Bordón y José Antonio Ramos Arteaga están detrás de este proyecto que «trata de traer al presente a los personajes olvidados del pasado».

En la bodega de un navío rumbo a las Indias, un charlatán de feria y un morisco condenado a galeras al que han cortado la lengua sellan un acuerdo: unirse como pareja artística y amenizar a la tripulación a cambio de comida y baratijas. Pero el ensayo de su primera actuación desemboca en un intercambio de vivencias que muestran el precio de ser diferente y disidente en un mundo en el que la libertad escasea. Esta es la sinopsis de Ardiendo como mariposas, la fábula que propone la nueva compañía teatral canaria Hojarasca y que se estrena el 18 de marzo en el Auditorio de Guía de Isora con el objetivo de hacer reflexionar al público sobre temas tan ancestrales, y al mismo tiempo actuales, como los procesos inquisitoriales por sodomía, la persecución del librepensamiento en la Europa del XVII o la necesidad de la farsa para poder decir la verdad.

Hojarasca es la nueva compañía teatral conformada por el actor Juan Carlos Tacoronte y Jonatán Rodríguez, dos artistas con una dilatada trayectoria profesional en el ámbito de las artes escénicas y en el rescate del acervo cultural canario. A esta pareja se suman además José Antonio Ramos Arteaga —con una dramaturgia original e inédita— y la dirección escénica de Oswaldo Bordón, que se centra en la revisión de los arquetipos literarios y psicológicos presentados sobre el escenario.

Ardiendo como mariposas nace de un proceso de investigación sobre la persecución de las poblaciones disidentes sexuales en los siglos XVI y XVII. Para dar forma al texto, la compañía ha acudido a las últimas confesiones antes de su ejecución por sodomía de reos de la cárcel de Sevilla tomadas por el confesor de la prisión Fray Ponce de León y a los testimonios de castigos y ejecuciones en alta mar por sodomía en los navíos de la Carrera de Indias. Los creadores también han acudido a textos de teatro canario barroco recogidos en el volumen Primer tesoro del teatro en Canarias del Instituto de Estudios Canarios y el Seminario de Estudios Literarios de la Universidad de La Laguna. Asimismo, el texto presenta algunas influencias que están relacionadas con el destino de los descendientes de Petrus Gonzalvus, el conocido como Salvaje Gentilhombre de Tenerife. Se trata de un indígena canario que fue llevado a la corte francesa por la peculiaridad física de una enfermedad rara y que lo convirtió en objeto de curiosidad cortesana y científica junto con la parte de su familia que heredó la enfermedad.

Un año de trabajo

Es este el primer proyecto artístico de la nueva compañía teatral Hojarasca, creada y dirigida por Oswaldo Bordón y auspiciada por Laboratorio Escénico. Uno de los precursores de este proyecto fue el actor Juan Carlos Tacoronte, quien se puso en contacto con José Antonio Ramos Arteaga hace algo más de un año para poner en marcha una propuesta escénica a la que pronto se sumaron Oswaldo Bordón y Jonatán Rodríguez desde Laboratorio Escénico.

El objetivo ahora es que esta nueva compañía abarque propuestas interdisciplinares desde una ética y una poética vinculadas con la creación colectiva original, la introspección y los aspectos sociales, antropológicos e inclusivos presentes en la sociedad canaria, en continuo cambio. Ante todo, esta compañía pretende fomentar el encuentro intergeneracional de artistas a través de este laboratorio creativo con diversos lenguajes artísticos. En palabras de Arteaga, «Hojarasca es la comprensión del paso tiempo, la aceptación de la transformación como vía de crecimiento artístico, de evolución personal y del encuentro inevitable entre seres diversos», que busca un «vínculo directo con el público y las experiencias extrateatrales» y que se basa en la «investigación, la innovación y el empuje hacia los diversos campos de expresión».

Oswaldo Bordón explica que esta nueva compañía teatral cuenta con tres características principales: «Se trata de un proyecto intergeneracional y buscamos que sobre el escenario estén representadas diferentes edades del Archipiélago; fomentaremos la investigación de textos originales canarios, al mismo tiempo que crearemos nuevos; y por último queremos llegar directamente a las emociones del público». De este modo, la compañía afirma que «no queremos presentar una propuesta al uso pero creemos que en Canarias hay un hueco para lo que queremos hacer».  

La confección de Ardiendo como mariposas ha sido «un proceso largo porque lo hemos mimado mucho», afirma Arteaga, quien ha hecho posible que por primera vez Jonatán Rodríguez se suba al escenario con un papel protagonista, y no de músico. No obstante, no abandona del todo sus mañas y crea «un espacio sonoro que mi personaje, el lengua cortada al que interpreto, emplea para hacerse entender». Pero precisa que este espacio «no es musical, sino atmosférico, y sirve para enfatizar las emociones del personaje». De este modo, se emplean objetos que podían encontrarse en la bodega de un barco de hace siglos y que sirven para que los protagonistas «expresen lo que hay en su mundo interno».

«Hemos tratado de hacer visible lo invisible y de traer a los olvidados al presente», resume el director de escena Oswaldo Bordón. Juan Carlos Tacoronte añade entusiasmado que «hemos trabajado con mucha emoción y mucha verdad» y celebra que el encuentro entre los integrantes de esta nueva compañía teatral «ha sido luminoso».

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