La Galería Artizar inauguró este viernes en La Laguna su propuesta cultural para el próximo mes de julio. La artista escogida ha sido Romina Rivero (Santa Cruz de Tenerife, 1982). Su exposición es una reflexión sobre el cuerpo humano, las razones para levantarse cada mañana y los dolores que padece. ‘Ikigai. Anatomía de las luciérnagas’ es el hermoso desafío que la creadora plantea para superar el dolor.

Romina Rivero regresa a la actualidad cultural de la Isla con Ikigai. Anatomía de las luciérnagas. Esta exposición permanecerá abierta hasta el próximo 31 de julio en la lagunera galería de arte Artizar (calle San Agustín, 63). El horario de visita se extiende de lunes a viernes de 10:30 a 13:30 y de 17:00 a 20:20 horas. Los sábados también abrirá, concretamente entre las 11:00 y las 14:00 horas.

Detalle de una de las piezas de la muestra

Detalle de una de las piezas de la muestra Andrés Gutiérrez.

Rivero llega a la instalación con una propuesta en la que continúa indagando sobre los cuerpos, las heridas, los condicionantes políticos y el dolor. La artista tinerfeña, que expuso a finales del año pasado en a Sala de Arte Contemporáneo (SAC) del Gobierno de Canarias, asegura que la reflexión que está detrás de su producción es siempre discurre «entre el yo en clave europea y un yo difuminado oriental».

Otra de las creaciones de Rivero. Andrés Gutiérrez.

La creadora, graduada en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna en 2014, presenta un total de 13 piezas creadas para la ocasión. Desde ayer, cuando tuvo lugar la inauguración, la casona que sirve de sede a Artizar custodia piezas como Luciérnagas, realizada en seda natural y cerámica cromada en plata, o Consuelda, elaborada también en seda natural, cerámica esmaltada en platino, agujas de acupuntura y una aguja de cirugía.

Imagen de la exposición. Andrés Gutiérrez

«Ikagi es un término que viene de la cultura japonesa y hace referencia a la razón por la que nos levantamos todas las mañanas, a nuestra razón de ser», detalló la artista. Mientras, anatomía de las luciérnagas hace referencia directa a un libro de Didi-Huberman que se titula La supervivencia de las luciérnagas. «El autor relaciona al ser humano con la luciérnaga y plantea hasta qué punto esas luciérnagas siguen alumbrando, hasta qué punto el ser humano se mantiene dando luz y quiénes son aquellos seres de resistencia que sí lo están haciendo», añadió.

Otro detalle de la exposición. Andrés Gutiérrez

La muestra se convierte, por lo tanto, en una suerte de equilibrismo entre varias formas de pensamiento: «es como un yin y un yang y todas las piezas van circulando por el camino intermedio».

Plenamente satisfecha con el resultado alcanzado con este grupo de nuevas creaciones, reconoce que en ocasiones su proceso es «pura intuición» pero que siempre está condicionado por la investigación que hay detrás. «Es muy importante y vital que la coherencia de lo estético y lo teórico esté presente. Eso es fundamental. Por ejemplo, si estoy hablando de la fragilidad del ser humano pero al mismo tiempo de su fuerza, el hueso será una pieza de cerámica blanca y cromada», detalló.

Rivero se identifica plenamente con lo creado en Artizar. «Soy yo, es como veo, como siento, como interpreto las lecturas de la historiografía y también es propositiva». De nuevo, como ya pasó en noviembre pasado con En Fuga, se desafía a embellecer el dolor. «Sí, esa es una necesidad personal desde siempre. Deseo cicatrizar, proteger, dignificar, curar la herida, lo doliente o la tristeza. Es algo vital», sentenció.

El trabajo se esta artista figura tanto en colecciones privadas como públicas nacionales e internacionales. En 2019 realizó una residencia artística en TEA de la que nació la exposición El espíritu no es un hueso.