La tinerfeña Galería Artizar participa, desde ayer y hasta el domingo, en una de las ferias internacionales de arte más prestigiosas del planeta: ExpoChicago. Haber accedido a esta selecta nómina de 80 galerías de todo el mundo es, sin duda, todo un paso hacia delante para esta sala lagunera, que cada vez tiene mayor presencia en el mercado estadounidense. Además, es la única representante española de esta especial edición.

ExpoChicago es una de las ferias más importantes de Estados Unidos. “Nos presentados por primera vez en 2020 pero no se celebró por la pandemia”, recordó ayer Pedro Pinto, uno de los gestores de Artizar. La edición física de este año también ha tenido que suspenderse pero la organización optó finalmente por el formato online e invitó expresamente a la sala de la calle San Agustín. Para participar en esta muestra prepararon un proyecto expositivo con seis de sus artistas de cabecera: tres cubanos, dos canarios y una mallorquina. “La idea parte de las conexiones que hay entre sus distintas islas”, precisó Pinto.

Las piezas expuestas por Artizar pertenecen, concretamente, a los cubanos Manuel Mendive, Juan Roberto Diago y José Bedia. A estos hay que añadir tres figuras esenciales en la creación local: el dúo Martín y Sicilia y Carlos Nicanor. Finalmente, también muestran obras de la mallorquina Amparo Sard, otro de los pesos fuertes de la nómina de Artizar.

Haber conseguido esta invitación en Chicago es un nuevo éxito y sustenta uno de los principales objetivos de la galería: introducirse más aún en el mercado norteamericano del arte contemporáneo. “Sabemos que hay que empezar a cruzar el charco, tenemos bastante mercado y coleccionistas interesados en Estados Unidos. Tenemos que empezar a dejarnos ver por allí”, explicó. Por este motivo, y conforme se vaya recuperando la normalidad en este tipo de eventos con el avance de las vacunaciones contra el Covid, Artizar seguirá postulándose para acudir a las mejores ferias norteamericanas. “Cuando esto vuelva a la normalidad, la intención es empezar a hacer ferias físicas en Estados Unidos y allá donde podamos”, adelantó Pinto.

Hasta este domingo, cualquiera que lo desee puede entrar en la web de la feria y disfrutar de lo mejor del arte internacional. El objetivo principal es vender las piezas seleccionadas para el proyecto pero la posibilidad de hacer nuevos contactos en la industria es otro de los grandes beneficios de figurar en el plantel de ExpoChicago. El encuentro, que empezó ayer de forma exclusiva para los invitados virtuales de las galerías participantes, ya ha dado sus primeros frutos para los tinerfeños: “Ya hemos establecido contacto y relación con dos estudios de arquitectura y diseño de Chicago y Houston”, enumeró. Hoy se abrirá la participación a todo el que desee ver las exposiciones.

Otra de las características que definen a Artizar es su firme apuesta por el talento local. Por este motivo, aprovecha el gran interés que suscitan los artistas cubanos en el mercado norteamericano para presentar, en el mismo proyecto, a sus representados canarios. De hecho, esos contactos que se iniciaron ayer tuvieron como objeto las piezas de Nicanor y Martín y Sicilia.

Es la primera vez que Artizar participa en una feria de estas características. “Esto es subir varios escalones de golpe”, celebran desde la decana sala de arte. “El nivel es espectacular”, añaden. Para demostrarlo, basta con observar el listado de las galerías participantes y las firmas que representan. Junto a la lagunera, están también la Kasmin Gallery de Nueva York, la Galería Nara Roesler –con sedes en Sao Paulo, Río de Janeiro y Nueva York– y la Tina Kim Gallery, también de Nueva York. Son auténticos números uno del mercado artístico estadounidense y en sus filas tienen a artistas de la talla de Olga de Amaral (Colombia, 1932), Marina Abramovic (Serbia, 1946) o Frank Stella (Estados Unidos, 1936).

El mercado norteamericano es un objetivo clave para Artizar, que se ha ido comprometiendo con algunos de los maestros cubanos más reconocidos. “Los cubanos con los que trabajamos son muy importantes en su país y tienen mucho tirón en Estados Unidos. Eso se debe a los cubanos que salieron a Estados Unidos, que hicieron fortuna y quieren comprar arte de su tierra. Ese es el germen pero también ha surgido el interés por el arte cubano en el coleccionista americano puro y duro. Actualmente, casi la mitad de nuestras ventas, por no decir más, son a través de portales especializados en ventas en Estados Unidos”, concluyó.