Apellido merecido

La guerra en Gaza

La guerra en Gaza / Con Estilo

Ángel Pérez

Ángel Pérez

Irremediablemente llegó. Díganme que no les parece que hace unos días brindaban por el 23, y ya es 24. Llegó. Bisiesto, por lo que antes de nacer serás 24 Bisiesto. Pero tendrás más. Aún no te han parido pero los tendrás. Antes de que termines, te pondremos apellido o apellidos. Los futboleros te recordarán por el 24 Equipo ganador de la Champions o 24 y el último puesto de la Liga. Para los deportistas de élite, o para los aficionados a batir récords desde el sofá, serás el 24 Olímpico. Para la marabunta eurovisiva llevarás como apellido el del país ganador. Para las y los cinéfilos, tu apellido relucirá con el oro del “Oscar para” o con el bronce del Goya. Para los belicistas, tendrás el deshonroso apellido de una nueva guerra o de un país arrasado. Los hipocondríacos te bautizarán con la siglas de un nuevo virus, de una pandemia, o con el nombre del laboratorio de su vacuna más efectiva. Las y los festivaleros, te llamarán 24 Sonorama ó 24 Sónar dependiendo del grado de enajenación musical y de la otra, con la que clausuren. Las y los románticos con 24 Cari, y si decepcionas 24 Imbécil. En la moda, serás el 24 Peplum, 24 Rojo o 24 Tartán. La Derecha no tardará en bautizarte con el 24 Apocalipsis, después del 23 Amnistía, y la Izquierda con el 24 Coalición (y no canaria que ese apellido en nuestra región se hereda generación tras generación). Cada una, cada uno te dará un apellido que te haga recordar por tus virtudes o por tus heridas. Yo también. Y aquí viene el deseo. No me hagas bautizarte con el dolor de un hijo no deseado, o con rabia, o con desprecio. Dame razones para celebrar tu bautizo y que te nombre 24 Inolvidable, 24 Felicidad, o simplemente, me conformo que el 31 de diciembre te bautice como 24 Gracias. ■