El disfraz que arrasa en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife

Durante la primera gran noche del Carnaval un grupo de carnavaleros se disfrazó de la Autopista del Norte de Tenerife

El disfraz que arrasa en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife

El disfraz que arrasa en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife / El Día

Sin duda hay gente que vive el Carnaval con un humor como pocos y son capaces de sacarle punta para reirse de todo, aunque eso conlleve reírse incluso de algunos problemas que sufren a diario. Y es que uno de los disfraces que han triunfado en la primera gran noche del Carnaval en la calle en Santa Cruz de Tenerife ha sido el de la "Autopista TF-5".

Sí es la misma supuesta vía de conducción rápida que recorre el norte de Tenerife para llevar a diario a miles de personas hasta su lugar de trabajo. Pero que en los últimos años se ha convertido en una auténtica tortura por las colas que se forman a primera hora de la mañana, lo que conlleva que miles de trabajadores lleguen a su puesto literalmente enfadados.

Sin embargo, ese argumento que ya hastía a casi todo el mundo porque no parece que la solución al mismo esté muy cerca de llegar es lo que ha llevado a un grupo de carnavaleros a tomárselo con guasa y, empleando una gran dosis de originalidad, pues se han disfrazado de la mismísima TF-5.

Tanto es así que para muchos ha sido el disfraz más destacado del Sábado de Carnaval, tal y como se ha referido entre otros el genial cómico Darío López quien, en su cuenta de X @palanteTuiter, ha señalado que ha sido "el disfraz de la noche. Se la mandaron".

Quienes han protagonizado esta especie de performance viralizada en X han logrado miles de reproducciones en las redes sociales, este domingo ya lo habían visto más de 21.000 usuarios en esta red social. Se trata de un grupo de personas portando carteles de señales propias de esta autopistas tales como Los Naranjeros, Tacoronte, El Sauzal o La Matanza.

Pero el viernes otro grupo de carnavaleras también llamó la atención por la originalidad de su disfraz. Nada más y nada menos que habían inmortalizado la famosa escena protagonizada por Patrick Swayze y Demi Moore con sus manos entrelazadas intentando levantar una vasija de barro en una de las secuencias más memorables del cine de las últimas cuatro décadas