El alcalde de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez, decidió dar un volantazo en las aspiraciones de celebrar el Carnaval de junio en el recinto portuario, donde la Orquesta Sinfónica de Tenerife ofrece tradicionalmente su concierto de Navidad, para dar instrucciones a la Concejalía de Fiestas y retomar el Recinto Ferial, la opción prioritaria que desde la Casa de los Dragos se asegura que se le planteó al presidente del Cabildo hace dos semanas y se descartó por tener la agenda ocupada.

A primera hora de la mañana de ayer el periodista de Cope Tenerife Guillermo García informaba de que era conocedor de que desde la Corporación insular se trabajaba en una alternativa para poder celebrar los actos de la fiesta, al tiempo que el presidente de la Autoridad Portuaria acababa en el Palacio de la plaza de España, donde se reunió con Pedro Martín.

La tarde-noche del pasado martes se celebró la Comisión Puerto-Ciudad que acabó como el rosario de la aurora. En los primeros puntos –sobre la cesión de la TF-11 para el carril bici, del colegio Miguel Pintor o el emisario de San Andrés–, fueron los técnicos de la Autoridad Portuaria los que llevaron la voz cantante. Hasta que llegó el momento de abordar la cesión del recinto portuario del concierto para celebrar los concursos y galas del Carnaval de junio.

La situación sanitaria obligó al ayuntamiento de Santa Cruz a desistir de su empeño en organizarlo en febrero y marzo, por el alto índice de contagios que imposibilitaba a los grupos ensayar y, por tanto, poder desarrollar los concursos y galas. De ahí, el cambio a junio, incluso dejando en el olvido el acuerdo que se había adquirido con Las Palmas para ir de la mano. Junio da más garantías.

Según la organización chicharrera este revés se le planteó al Cabildo para trasladar las carnestolendas a junio, en el recinto ferial. Pero entonces le advirtieron de la imposibilidad, por lo que tuvo que buscar nuevos escenarios. Fiestas planteó tres alternativas: la explanada del muelle, la zona del concierto de Juan Luis Guerra y los aparcamientos del Parque Marítimo, sobre las que encargó un estudio a un ingeniero, descartando la posibilidad del Centro de Alto Rendimiento en Tíncer. Así se lo explicó el gerente de Fiestas, Guillermo Martínez, al presidente de la Autoridad Portuaria, que asumió personalmente la negociación en la reunión.

A petición de Pedro Martín, el titular de la Autoridad Portuaria ofrece ocupar el suelo hasta 45 días

Hasta su postura, con los brazos cruzados, evidenció el rechazo a los argumentos de Fiestas, que se toparon con el ‘no’ de Carlos González porque Puertos no puede prescindir de su suelo durante los sesenta días que dura en montaje y los actos. «¿Esa es la última palabra?», le preguntó Bermúdez; ante la reiteración del presidente de la Autoridad Portuaria, lo que le valió al alcalde para decirle que «aquí acaba la reunión y no hay nada más que hablar». Ni un amago de entrelazar las manos en la despedida.

El alcalde tardó más en llegar al coche que en llamar a Pedro Martín. «Presidente, tenemos un problema. El Carnaval de Santa Cruz peligra», le advirtieron a sabiendas de que al titular del Cabildo se le atribuye su ascendencia sobre Carlos González en aras de convencerlo, dejando atrás el color político en aras de salvar la fiesta.

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Pedro Martín le pidió 24 o 48 horas. Al día siguiente, el mandatario insular telefoneó al presidente de la Autoridad Portuaria, el propio Carlos González, quien accedió a reunirse con el titular del Cabildo a primera hora de ayer. Martín le planteó la necesidad de hacer un esfuerzo entre todos y logró que Puertos admitiera que Santa Cruz ocupe su suelo 45 días. El propio presidente insular predicó con el ejemplo y se comprometió a liberar la agenda del recinto ferial, que tiene comprometida la feria gastronómica que organiza la propia Corporación insular; y plantea cambiar las fechas y dejar libre final de mayo y todo junio para el Carnaval, además de dejar sobre la mesa la posibilidad del recinto deportivo de Tíncer, que hasta tiene gradas, servicios y acometida de luz y agua.

Carlos González se marchó a su despacho en la avenida de Anaga y Pedro Martín, antes de una rueda de prensa sobre residuos, telefoneó a Bermúdez. «José Manuel, hay estas tres posibilidades. Entre todos podemos salvar la situación, es cuestión también de que ustedes hagan un esfuerzo económico y se intensifique el montaje mañana, tarde y noche». El presidente del Cabildo le dejó botando la pelota a Bermúdez para que rematara, y el alcalde ordenó retomar el recinto no sin reproches y su indignación con el puerto. Se salva el Carnaval de junio.