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Carnaval 2022 | Comienza la cuenta atrás

Diez murgas adultas evitan la desaparición de la gran final del próximo Carnaval

Fiestas abre mañana la preinscripción para los concursos de 2022 tras reunirse con el Gobierno

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Reunión con las murgas adultas del Carnaval 2022

Diez votos a favor, nueve en contra y cinco abstenciones fue el resultado de votación a la que sometió el concejal de Fiestas, Alfonso Cabello, la continuidad de la celebración de la gran final de murgas que, como el resto de los concursos, volverá el próximo febrero. Fue más difícil convencer a los grupos críticos de mantener el formato –con dos temas, uno en fase y otro en final– que a la propia Consejería de Sanidad de organizar los concursos en el encuentro que las organizaciones de las fiestas de Santa Cruz y Las Palmas celebraron por la mañana, en la que los portavoces autonómicos condicionan su aprobación a que los dos carnavales presenten por escrito el protocolo de ensayos.

La celebración de ensayos por cuerdas en grupos burbujas –en el que participarán entre doce y veinte componentes– y la posibilidad de poder empastar las voces todos los miembros del mismo grupo crítico dos veces en la semana en el lugar que facilite la organización con plenas garantías sembraron la duda entre algunos de los representantes de las murgas adultas, que estiman que no todos parten en igualdad de condiciones –por las diferentes características de los locales–.

Ante la disparidad de criterios, y después de que el concejal de Fiestas hiciera constar su opinión personal de que es partidario de mantener la final, se votó y ganó por los pelos mantener la final, con el apoyo de Triquikonas, Mamelucos, Bambones, Diablos Locos, Desbocados y Chinchosos, entre los diez a favor –que se comprometían a hacer dos temas–, frente a Zeta-Zetas, Triqui-Traques y Ni Pico-Ni Corto, La Traviata y Diabólicas que se decantaron, entre otras, por preparar una canción.

El concejal de Fiestas, que mantuvo ayer una jornada maratoniana por la tarde con las reuniones con la Canción de la Risa, rondallas, comparsas y agrupaciones musicales se topó con las murgas. Cabello repitió el mismo discurso en las cinco reuniones. Por una parte, las condiciones del protocolo covid: no podrán ensayar todos juntos en el local –lo ideal entre doce y veinte componentes–, si bien se estudiará cada caso. Mañana se abre el plazo de preinscripción para el Carnaval 2022, que no será vinculante a la aceptación de las bases del concurso, pero que le permitirá a la organización conocer qué grupos saldrán para habilitar un cuadrante de actuaciones en locales al aire libre que faciliten empastar todos juntos con garantías de seguridad.

En los locales no se podrá fumar, ni beber, ni comer; se tendrá que ensayar con mascarilla, con distancia de seguridad y siempre en grupos burbujas que controlará un responsable covid por grupo, que se deberá designar en el cuestionario que desde mañana y durante una semana, que se habilitará por vía telemática.

Aunque Fiestas no lo exigirá, sí recomienza que los participantes en los ensayos estén vacunados. Eso sí, las nuevas bases para los concursos del Carnaval de transición estarán en vigor solo en febrero de 2022 por el covid. El primer paso será el retorno a los locales y ya se verá cómo será la fiesta en la calle, conforme se aproxime febrero; el día 25 de ese mes sería la Cabalgata anunciadora.

De resto, se presentaron los ajustes en las bases de los concursos, que se revisan a la baja teniendo en cuenta el poco tiempo que resta para preparar el Carnaval 2022 y las condiciones en las que se desarrollarán los preparativos. Pero llegó la reunión con las murgas y hasta se puso en peligro mantener fase y final.

El día que peligró la final

Javier Lemus, de Zeta-Zetas, abrió el turno de intervenciones para cuestionar la falta de tiempo, que no todos parten en igual de condiciones por las características de sus salones –hay quien puede ensayar tres cuerdas a la vez porque su sede tiene tres plantas, dijo– y la falta de tiempo para empastar las voces. Se mostró más a favor de hacer una exhibición que de un concurso porque falta tiempo para preparar un tema con garantías.

David Díaz, de Ni Pico, cuestionó si cada murga podía buscase la vida y conseguir una nave para ensayar, a lo que dio luz verde el concejal y dejó claro que no van a hacer dispendios con el disfraz.

El director de Desbocados, Juani Padilla, fue el más duro con la organización, al recriminarle falta de previsión, a lo que el concejal le replicó que se desconoce la evolución de la pandemia. Padilla dijo que «por amor al Carnaval, al pueblo y ganas de ver a la familia de su murga» van a preparar dos temas.

También los Arremangados, de Candelaria, fueron muy críticos, porque su local no tiene garantías para ensayar. Airam Bazzocchi, de Mamelucos, comprometió la participación de su murga en fase y final, mientras el portavoz de La Traviata cuestionó si se garantizaba que se instalarían tantos micrófonos como componentes –se permitirán entre 40 y 85, y 20 extras–. Cabello se comprometió a convocar una reunión con la empresa de Sonido y el técnico para analizar el tema, después de que Maxi Carvajal, de Diablos, también se alineara con fase y final, exigiendo garantías en la sonorización.

Trabachones, representado por Román, se mostró a favor de dos temas, pero cuando votó, se abstuvo porque debía consultar a la murga, mientras que Almudena Domínguez, de Triquikonas, pidió a Fiestas que le aclarara si el máximo de componentes son 85, porque ellas superan el número. «Dado que solo habrá un tema en fase –y final– no hay discusión con quien sube o baja», dijo Cabello.

La representante de Klandestinas se mostró más preocupada por el papel del responsable covid, ya que coexisten en una asociación vecinal que tiene cantina, lo que dificulta el control. La portavoz de MasQLocas ratificó su apuesta por el formato de una canción en fase y otra en final.

Lemus tomó la palabra de nuevo para asegurar que «no somos realistas en la reunión», para plantear que los preparativos se limitaran solo a los espacios abiertos donde participaran todos los componentes, sin ensayar por cuerdas o voces. «A ver qué vas a hacer cuando comience el pelete», le replicó Maxi Carvajal, de Diablos. El concejal planteó entonces la votación, cuando vio que no había unanimidad en celebrar la final, después de hacer constar su voluntad personal en mantenerla por el bien del concurso. La opción era: fase a un tema y sin final, o formato de fase y final, cada una con temas diferentes, sin repetir.

De nuevo el amor al Carnaval, al que recurrió Maxi Carvajal, tras un agrio mano a mano con Enrique Camacho, haciendo suyo el argumento de Juani Padilla, de Desbocados, mientras Ángel, de Chinchosos, aunque nuevo en estas lides, fue categórico: «Nosotros vamos a fase y final y con el mejor disfraz que podamos preparar».

Lemus reformuló su planteamiento, apostando una exhibición frente a un concurso, momento en el que Javi Gaviota, de Triquis, advirtió de las limitaciones que tienen sus componentes –al igual que el resto de murgueros, «que somos unos tornillos»– para ensayar por voces y encima a un metro y medio de distancia. «No cogemos los tonos», admite.

Carlos Estévanez, de la novel La Sonora, habló de «la poca equidistancia y de vas o te quedas para finalizar»: «somos partidario de un tema en las actuales condiciones». También la directora de Diabólicas, Lali Carvajal, contó que tiene dos temas, pero prefiere una canción. Desde la grada, porque aún no se ha estrenado, Ensalitradas adelantó que votaba en blanco.

Al final, Cabello sometió a votación y se salvó la final al límite

Así serán los concursos

Murgas adultas.

Se mantienen el mínimo de componentes, a 40, y el máximo, a 85, y no más de 20 extras. Se pasa de los 30 minutos de repertorio de antes del covid a veinte, que incluirá pasacalle, un tema y despedida. Una canción en fase diferente a la de final.

Comparsas.

Las necesidades del concurso de transición obliga a recordar los 20 minutos de otros años y limitarlo a diez. Incluso se planteó la posibilidad de que todas tocaran con la misma banda, pero ese planteamiento se desestimó, y cada comparsa subirá con su parranda y baile. Aunque está claro que se mantiene el mínimo, resta por definir el máximo. Habrá concurso de escenario –con premios de Interpretación y Presentación, y Ritmo y Armonía–.

Agrupaciones musicales.

Se plantean quince minutos de duración de su actuación en el concurso, pero resta por definir si será presentación y dos temas, o a uno, pendiente de determinar en una reunión con la dirección artística.

Rondallas.

Su reunión fue a ritmo de vals. Cantarán dos canciones en vez de tres, con la posibilidad de que uno será lírico y otro de libre lección, aceptándose incluso que sea lírico.

Canción de la Risa.

No le afectan los cambios porque tienen un máximo de 15 componentes; solo deberán designar representante covid para controlar asistencia.

La reunión con el Gobierno

Por la mañana, los concejales de Fiestas de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, Alfonso Cabello e Inma Medina, respectivamente, participaron en la reunión con el director del Servicio Canario de Salud (SCS), Conrado Domínguez, así como dos responsables de Salud Pública y Salud Ambiental, para fijar los requisitos para retomar los ensayos. «No nos han puesto ni una coma y han visto con buenos ojos la propuesta elaborada en común, coincidieron Cabello y Medina.

Aunque de forma telemática, los responsables de los dos carnavales evidenciaron su buena sintonía más allá de reproches en clave murguera, como los que le lanzó la edil de Las Palmas a su homólogo chicharrero: «Ustedes tienen coso y nosotros gran cabalgata, tienen desfile de candidatas sobre escenario y nosotros gran gala de elección de la reina... y hay algo en lo que no van a competir, porque somos la capital de Canarias».

Al margen de chascarrillos festivos, la concejala de la Sociedad de Promoción del Carnaval de Las Palmas explicó que las condiciones acordadas por el Gobierno canario se limitan a trasladar a los locales de ensayo el cumplimiento de las normas covid que están en vigor en el día a día.

Inma Medina realizó una presentación al Ejecutivo de que las dos organizaciones han trabajado de forma conjunta para avanzar en el regreso a los locales, mientras que su homólogo chicharrero detalló las normas consensuadas, tales como la apertura de una preinscripción, la designación de un responsable covid por grupo y ensayos por grupos burbuja, siguiendo el modelo de los colegios.

Entre hoy y mañana ambas organizaciones trabajarán en la redacción de los respectivos protocolos de seguridad que presentarán de forma conjunta mañana de cara a una nueva reunión con el Gobierno el lunes. «No se podrá comer ni beber en el interior de los locales, será necesario estar con mascarilla y también se debe respetar el distanciamiento social», insistió Inma Medina, después de advertir que «para poder participar en los ensayos será requisito inexcusable estar vacunado o, de lo contrario, que cada componente se realice a diario un PCR». De esta forma, Las Palmas hace suyo el compromiso que le han trasladados sus grupos y que también asume Santa Cruz, «que recomendará, aunque no lo pondrá como requisito, porque no es constitucional», admite Alfonso Cabello.

Tras oír el planteamiento de los ediles, el director del SCS celebró que las dos organizaciones fueran de la mano, así como el protocolo en el que se ha trabajado, quedando pendiente de presentarlo por escrito antes de una nueva reunión el viernes o el lunes.

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